miércoles, 11 de febrero de 2009

Peligros y precauciones: Herrería

La herrería (trabajo de forja) produce fundamentalmente lesiones musculosqueléticas y ambientales. La manipulación del metal que ha usarse para atender a los animales, como es el caso de las herraduras, exige un trabajo duro, con intensa actividad muscular para preparar el metal y colocar las patas del animal. Además, la aplicación del producto creado en la forja al animal, como es el caso de una herradura, constituye una fuente adicional de lesiones (véase la Figura 70.4).
Con frecuencia, el calor necesario para doblar los metales implica una exposición a gases nocivos. Existe un síndrome, la fiebre por vapor de metales, cuyo cuadro clínico es similar al de una infección pulmonar y se produce por la inhalación de vapores de níquel, magnesio, cobre u otros metales.
Los efectos perjudiciales para la salud del trabajo de forja pueden aliviarse trabajando con una adecuada protección respiratoria. Se trata de mascarillas o respiradores purificadores de aire con cartuchos y filtros capaces de filtrar los vapores ácidos de gases/orgánicos y los procedentes de metales. Si la forja se practica en un sitio fijo, la fragua debe contar con un sistema de ventilación por aspiración. Los controles de ingeniería, que ponen distancia o barreras entre el animal y el trabajador, redu- cirán el riesgo de lesión.

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