miércoles, 16 de mayo de 2007

Evolución y estructura del sector agrícola


La revolución neolítica—el paso de la caza y la recolección a la agricultura—se inició en tres lugares diferentes del planeta. Uno de ellos fue el oeste y sudoeste del mar Caspio; otro fue América Central y el tercero, Tailandia, cerca de la frontera con Birmania.
La agricultura nació en torno al año 9750 a.C. en esta última región, donde se han encontrado semillas de guisantes, habas, pepinos y castañas de agua. Eso fue 2.000 años antes de que se descubriera la verdadera agricultura en las otras dos regiones. La esencia de la revolución neolítica y, por tanto, de la agricultura es la recolección de semillas, su reintroducción en el suelo y su cultivo para obtener una nueva cosecha.
En la zona meridional del mar Caspio, el trigo fue el primer producto cultivado. Al emigrar los agricultores llevándose
consigo las semillas, descubrieron que las plantas silvestres de otras regiones también eran comestibles, como el centeno y la avena. En América Central, donde el maíz y las habas eran los alimentos básicos, se descubrió que una mala hierba producía un alimento muy nutritivo: el tomate.
La agricultura generó varios problemas:


Las malas hierbas y otras plagas (insectos en los campos y ratas y ratones en los graneros) se convirtieron en un problema.
Los primeros agricultores se limitaban a sacar todo lo que podían del suelo y tenían que pasar 50 años para que el suelo
se recuperara por medios naturales.
En algunas regiones, la destrucción de la vegetación natural para el labrado de la tierra convertía a ésta en un desierto.
Para suministrar agua a los cultivos, los agricultores descubrieron el riego hace 7.000 años.


La búsqueda de soluciones a problemas dio lugar a la aparición de nuevas industrias. Los métodos para controlar las malas
hierbas, los insectos y los roedores evolucionaron para dar lugar a la industria de los plaguicidas, y la necesidad de reponer el suelo dio lugar a la industria de los fertilizantes. La necesidad de suministrar agua para riego motivó la creación de sistemas de depósitos y redes de tuberías, canales y diques.
En los países en desarrollo, la agricultura se basa en las explotaciones familiares, muchas de las cuales se transmiten de generación en generación. Los campesinos constituyen la mitad de la población rural mundial por debajo del umbral de la pobreza, a pesar de producir las cuatro quintas partes del suministro de alimentos en los países en desarrollo. Por el contrario, en los países desarrollados las explotaciones agrícolas son cada vez más grandes, habiéndose convertido la agricultura en una actividad comercial a gran escala, donde la producción se integra con la transformación, la comercialización y la distribución para formar un sistema agroindustrial (Loftas 1995).
La agricultura ha constituido el medio de vida de los agricultores y sus familias durante siglos, pero recientemente se ha convertido en una actividad orientada a la producción. Una serie de “revoluciones” han contribuido al aumento de la producción agrícola. La primera de ellas fue la mecanización, es decir, la sustitución de la mano de obra por maquinaria en los campos. La segunda fue la revolución química que, después de la segunda Guerra Mundial, contribuyó a controlar las plagas, aunque con consecuencias para el medio ambiente. La tercera fue la revolución ecológica que contribuyó en Norteamérica y en Asia al aumento de la productividad gracias a mejores genéticas que dieron lugar a nuevas variedades de cultivos.

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