La fabricació n de pasta, papel y derivados del papel alcanza cifras que sitú an esta industria entre las más grandes del mundo. Hay fá bricas en má s de 100 países repartidos por todo el mundo, con má s de 3,5 millones de personas directamente empleadas. Los mayores productores de pasta y papel son Estados Unidos, Canadá , Japón, China, Finlandia, Suecia, Alemania, Brasil y Francia (todos ellos con cifras superiores a 10 millones de toneladas en 1994; vé ase la Tabla 72.1).
Todos los países son consumidores. La producció n mundial de pasta, papel y cartó n fue de unos 400 millones de toneladas en 1993. A pesar de las predicciones de disminució n del consumo de papel ante el auge de la era electró nica, desde 1980 se observa un crecimiento razonablemente constante de la tasa anual de producción del 2,5 %. (Figura 72.3). Ademá s de sus ventajas econó micas, el consumo de papel tiene el valor cultural inherente a la funció n que desempeñ a en el registro y difusió n de la informació n. Por esta razó n, la tasa de consumo de pasta y papel se ha utilizado como indicador del desarrollo socioeconómico de una nación (Figura 72.4).
La principal fuente de fibra para la producción de pasta en este siglo ha sido la madera procedente de los bosques de coníferas, aunque má s recientemente ha aumentado la utilización de bosques tropicales y boreales (vé ase el capítulo Industria de la madera para tener datos sobre recolección industrial de la madera en el mundo). Como las regiones forestales tienen generalmente una baja densidad de población, tiende a producirse en el mundo una dicotomía entre las zonas de producció n y las de utilización. La presió n ejercida por los grupos ecologistas para la conservación de los recursos forestales, manifestada en la defensa del empleo de papel reciclado, de cultivos agrícolas y de bosques de plantació n de rá pida rotació n como fuentes de la materia prima, puede modificar la distribución de las instalaciones de producción de pasta y papel en todo el mundo en las pró ximas dé cadas. Otras necesidades, como el incremento del consumo de papel en los países desarrollados y la globalización, tambié n influirá n en la redistribució n de la industria.
Todos los países son consumidores. La producció n mundial de pasta, papel y cartó n fue de unos 400 millones de toneladas en 1993. A pesar de las predicciones de disminució n del consumo de papel ante el auge de la era electró nica, desde 1980 se observa un crecimiento razonablemente constante de la tasa anual de producción del 2,5 %. (Figura 72.3). Ademá s de sus ventajas econó micas, el consumo de papel tiene el valor cultural inherente a la funció n que desempeñ a en el registro y difusió n de la informació n. Por esta razó n, la tasa de consumo de pasta y papel se ha utilizado como indicador del desarrollo socioeconómico de una nación (Figura 72.4).
La principal fuente de fibra para la producción de pasta en este siglo ha sido la madera procedente de los bosques de coníferas, aunque má s recientemente ha aumentado la utilización de bosques tropicales y boreales (vé ase el capítulo Industria de la madera para tener datos sobre recolección industrial de la madera en el mundo). Como las regiones forestales tienen generalmente una baja densidad de población, tiende a producirse en el mundo una dicotomía entre las zonas de producció n y las de utilización. La presió n ejercida por los grupos ecologistas para la conservación de los recursos forestales, manifestada en la defensa del empleo de papel reciclado, de cultivos agrícolas y de bosques de plantació n de rá pida rotació n como fuentes de la materia prima, puede modificar la distribución de las instalaciones de producción de pasta y papel en todo el mundo en las pró ximas dé cadas. Otras necesidades, como el incremento del consumo de papel en los países desarrollados y la globalización, tambié n influirá n en la redistribució n de la industria.
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