viernes, 31 de mayo de 2013

TIPOS DE MINERIA DE CARBON

La elecció n del mé todo de extracción del carbón de una mina depende de factores como la topografía, la forma del filó n, la geología de las rocas de las capas superiores y los requisitos o limitaciones ambientales. Pero, por encima de todos ellos, son decisivos los factores econó micos, como disponibilidad, calidad y coste de la mano de obra necesaria (incluidos supervisores y gestores debidamente formados), idoneidad de las instalaciones de alojamiento, comedores y de ocio para los trabajadores (espe- cialmente si la mina está alejada de un centro de població n), disponibilidad de los equipos y la maquinaria necesarios y de trabajadores con experiencia en su manejo, medios y costes de transporte de los trabajadores, suministros necesarios y forma de enviar el carbó n al usuario o comprador, existencia del capital necesario para financiar la operació n (en moneda del país) y del mercado para el tipo especial de carbó n que se va a extraer demasiado largo (p. ej., en la jungla o en lugares montañ osos (p. ej., precio al que puede venderse). Un factor fundamental es la
relación de “extracción”, es decir, la cantidad de capa de cobertura que hay que eliminar con respecto a la cantidad de carbó n que puede extraerse. Cuanto má s alta es esta relació n, menos rentable resulta la explotació n de la mina. Un factor importante, especial- mente en las minas a cielo abierto, y que por desgracia no suele tenerse en cuenta en la planificació n, es el coste necesario para rehabilitar el terreno y el medio ambiente cuando se cierre la mina.


jueves, 30 de mayo de 2013

Embarcaciones.

Los trabajadores que utilizan embarcaciones para transportar equipos en aguas costeras, lagos de montañ a, corrientes o ríos pueden enfrentarse a peligros derivados del viento, la niebla y la existencia de rá pidos, bajíos u objetos sumergidos o semisumergidos. Para evitar este tipo de acci- dentes, los té cnicos deben conocer y cumplir los requisitos de la embarcació n y el motor y respetar su capacidad de navegació n. Debería utilizarse la embarcació n mayor y má s segura disponible. Los trabajadores deben ir provistos de un sistema de flotación personal (PFD) de calidad siempre que viajen y/o trabajen en embarcaciones pequeñ as. Ademá s, todos los botes deben disponer del equipo reglamentario, piezas de repuesto, herra- mientas, equipos de supervivencia y de primeros auxilios así como cartas actualizadas de navegación y de mareas.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Eslingaje.

Los helicó pteros se utilizan a menudo para transportar suministros, combustible, perforadoras o equipos del campamento. Entre los principales peligros de esta operació n se encuentran la sobrecarga, el uso incorrecto y el mantenimiento deficiente de las eslingas de a bordo y la suciedad de las zonas de trabajo, con restos o equipos que puedan ser lanzados al aire por efecto de las palas, una vegetació n excesiva u objetos en los que pueda quedar enganchada la carga. Ademá s, la fatiga de los pilotos, la falta de formación del personal, la deficiente comunicación entre las partes (especialmente entre pilotos y personal de tierra) y las condiciones atmosfé ricas extremas aumentan los riesgos de la operació n de eslingaje. Para un eslingaje seguro y con el fin de evitar accidentes, todas las partes deben aplicar unos mé todos de operació n seguros y estar totalmente alerta, siendo conscientes de las responsabilidades mutuas. El peso de la carga eslingada no debe exceder de la capacidad de izada del helicó ptero. Las cargas deben situarse de tal forma que esté n seguras y no puedan deslizarse fuera de la red de carga.
Cuando se realiza una operació n de eslingaje con un cable con á rboles muy altos), deberían utilizarse maderos o piedras grandes para lastrar el cable durante el viaje de vuelta y no volar nunca con redes vacías ni con cables colgando del gancho de eslingaje. Se han producido accidentes fatales al engancharse en las palas o en el rotor de cola cables colgantes durante el vuelo

martes, 28 de mayo de 2013

Vehículos.

Entre las causas más habituales de accidentes de vehículos se encuentran las condiciones atmosfé ricas extremas, unas carreteras peligrosas, la sobrecarga o carga incorrecta del vehículo, unas prá cticas no seguras de remolque, la fatiga del conductor, la inexperiencia del conductor, y el cruce de la carre- tera por animales o personas, especialmente durante la noche. Entre las medidas preventivas para todos los tipos de vehículos se encuentran la utilizació n de los cinturones de seguridad por parte del conductor y los ocupantes de coches y camiones y la utilizació n de mé todos de carga y remolque seguros; só lo deben utilizarse vehículos adaptados a las condiciones atmosfé ricas y de terreno de la zona, p. ej., vehículos con tracción a las cuatro ruedas, motos de dos ruedas, vehículos todoterreno o motos de nieve (vé ase la Figura 74.7). Se procederá a un mantenimiento adecuado y perió dico y se les dotará de las correspondientes piezas de repuesto. Para conducir vehículos todoterreno o motos de dos ruedas se utilizará ropa de protección y casco.
Aviones. Para acceder a lugares remotos a menudo es necesario
utilizar aviones o helicó pteros (vé ase la Figura 74.8). En este caso, só lo deben contratarse compañ ías de vuelos chá rter que dispongan de equipos bien mantenidos y un buen nivel de seguridad. Se recomiendan los aviones con motores de turbina. Los pilotos nunca deben rebasar el nú mero legal de horas de vuelo autorizadas ni volar si está n cansados o las condiciones atmosféricas no son las adecuadas. Los pilotos deben supervisar la estiba de la carga y cumplir las limitaciones de la carga de pago. Para evitar accidentes, los trabajadores de prospecció n estará n formados en las té cnicas de seguridad en el trabajo en las proximidades del avión y en las operaciones de carga y embarque, evitando situarse en las proximidades de las hé lices o de las palas de los rotores, que resultan invisibles cuando están en movimiento. Las zonas de aterrizaje para helicó pteros deben mantenerse despejadas, sin objetos que puedan salir proyectados por efecto de las palas de los rotores.

lunes, 27 de mayo de 2013

Peligros y precauciones (II)

Los animales de compañía, de peletería y de laboratorio pueden portar todo tipo de agentes zoonóticos, a saber, virus, bacterias, hongos y parásitos internos y externos. He aquí algunos ejemplos de zoonosis: giardiasis y campilobacterosis por animales de compañía; ántrax, tularemia y tiña por animales de peletería; y coriomeningitis linfocítica, virus de la hepatitis e infestación por tenia enana por roedores de laboratorio. La distribución de los agentes de zoonosis varía mucho según la especie de animal huésped, la localización y el aislamiento con respecto a otros reservorios de enfermedades, los métodos de alojamiento y de prestación de cuidados, y la historia y la intensidad de la asistencia veterinaria. Por ejemplo, algunas pobla- ciones de animales de laboratorio producidas comercialmente han sido sometidas a programas exhaustivos de erradicación de enfermedades y con posterioridad han sido sometidas a estrictas condiciones de control de calidad que impiden que vuelvan a aparecer las enfermedades. Sin embargo, no se han aplicados medidas comparables universalmente a los diversos medios de mantenimiento y producción de los animales de compañía, de peletería y de laboratorio, lo que permite que las zoonosis persistan en algunas circunstancias.
Las reacciones alérgicas, que van desde la irritación y secreción ocular y nasal hasta el asma o las manifestaciones cutáneas como la urticaria de contacto, son habituales en quienes trabajan con roedores, conejos, gatos y otras especies animales de laboratorio. Se calcula que entre un 10 y un 30 % de los indi viduos que trabajan con estas especies de animales terminan por desarrollar reacciones alérgicas, y las personas con enfermedades alérgicas preexistentes tienen un riesgo mayor y un aumento de la incidencia de asma. En raras circunstancias, una exposición masiva de estas características al alergeno incitante por culpa de un mordisco de un animal, puede hacer que las personas sensibles presenten anafilaxia, una reacción alérgica generalizada y potencialmente peligrosa para la vida.
El personal debe observar buenas prácticas de higiene personal para reducir su probabilidad de exponerse a zoonosis y alergenos mientras trabajan con animales o con subproductos animales. Consisten en el empleo de ropa de trabajo al efecto, disponibilidad y uso de instalaciones para lavarse las manos y ducharse , y separación de las zonas de personal de las dedi- cadas a alojar a los animales. Hay que llevar ropa de trabajo o cubretodos que protejan la piel para impedir la exposición a mordiscos, arañazos y microbios y alergenos peligrosos. Hay que facilitar equipos de protección personal como guantes imper- meables, gafas de seguridad, protectores oculares y dispositivos de protección respiratoria (p. ej., máscaras para partículas, respi- radores o respiradores de presión positiva) adecuados a los posi- bles peligros y a la vulnerabilidad individual, que deben ser llevados para lograr condiciones de trabajo seguras. Los controles de ingeniería y el diseño de los equipos también pueden reducir de forma eficaz la exposición del personal a aler- genos peligrosos y zoonosis mediante la conducción del flujo de aire y el empleo de sistemas de jaulas de aislamiento que separen los entornos de los trabajadores de los ocupados por los animales.

domingo, 26 de mayo de 2013

Peligros y precauciones (I)

Las personas involucradas en la producción, cuidado y manejo de los animales de compañía, de peletería y de laboratorio están potencialmente expuestos a diversos peligros biológicos, físicos y químicos que pueden ser eficazmente controlados por medio de las prácticas de reducción del riesgo disponibles. Los peligros biológicos que son intrínsecos de las diversas especies animales de importancia para el personal son: mordiscos y arañazos; aler- genos altamente sensibilizantes en las caspa, el suero, los tejidos, la orina o las secreciones salivares; y una gran variedad de agentes zoonóticos. Aunque los peligros biológicos son más diversos y potencialmente más devastadores en los medios de trabajo en los que se emplean estos animales, los peligros físicos
y químicos son por lo general más penetrantes, como se refleja en su contribución a las enfermedades y a las lesiones en el centro de trabajo.
El personal dedicado a la producción de animales de compañía, de peletería o de laboratorio deben recibir una adecuada formación sobre técnicas de manejo y comporta- miento de las especies animales en cuestión, porque el manejo inadecuado de un animal inestable suele ser la causa precipi- tante de un mordisco o de un arañazo. Estas lesiones pueden resultar contaminadas por microorganismos de la rica flora oral del animal y por la microflora de la piel o del entorno, por lo que es necesario desinfectar la herida de inmediato e instaurar de forma rápida y agresiva un tratamiento antimicrobiano y una profilaxis del tétanos para prevenir las graves complicaciones de la infección de la herida y la desfiguración. El personal debe ser consciente de que algunas infecciones zoonóticas por mordiscos pueden producir enfermedades generalizadas e incluso la muerte; son ejemplos de aquéllas la fiebre por arañazo de gato, la fiebre por mordedura de rata y la infección humana por ectima contagiosa; y ejemplos de éstas la rabia, y la infección por los virus de la hepatitisAy B.
Debido a estos riesgos extraordinarios, puede resultar benefi- cioso usar telas metálicas y guantes a prueba de mordiscos en algunas circunstancias, y en ocasiones la paralización química de los animales es obligatoria para facilitar la manipulación segura. El personal también puede contraer zoonosis por la inhalación de aerosoles infecciosos, contacto de los microorganismos con la piel o las mucosas, ingestión de materiales infecciosos o transmi- sión por pulgas, garrapatas o ácaros específicos asociados con los animales.

sábado, 25 de mayo de 2013

PRODUCCION DE ANIMALES DE COMPAÑIA, DE PELETERIA Y DE LABORATORIO

Procesos
Los programas para animales en instituciones conllevan cuatro procesos principales:
1. recepción, cuarentena y separación de los animales
2. separación de especies o de animales para proyectos individuales, cuando es necesario
3. alojamiento, cuidados y sanidad
4. almacenamiento.
Las faenas de cría de animales domésticos son la alimentación, el aporte de agua, el suministro de lechos, el manteni- miento de la sanidad, la eliminación de residuos, incluidos los cadáveres, el control de las plagas y los cuidados veterinarios. El manejo de materiales es significativo en la mayor parte de estas faenas; se trata de mover jaulas, comida, productos farmacéu- ticos, sustancias biológicas y otros suministros. El manejo y la manipulación de animales también son fundamentales en este trabajo. El cuidado sanitario consiste en cambiar las camas, limpiar y desinfectar, y lavar las jaulas es una importante tarea sanitaria.
Las instalaciones de reclusión de animales son las jaulas, cajas, corrales o establos dentro de una habitación, en una cuadra o en el exterior. Las instalaciones modernas proporcionan espacio, temperatura, humedad, alimento y agua, iluminación, control del ruido y ventilación adecuados. Las instalaciones están dise- ñadas para el tipo de animal que albergan. Los animales que suelen guardarse recluidos son los roedores por grupos (ratones, ratas, hámsters y cobayas), conejos, gatos, perros, visones, primates no humanos (monos, mandriles y chimpancés), aves
(palomas, codornices y pollos) y animales de granja (ovejas y cabras, cerdos, vacas, caballos y ponis).

viernes, 24 de mayo de 2013

Zoonosis

Los manipuladores también han de tener cuidado con las zoonosis. Un manipulador de ganado puede contraer zoonosis al manejar a un animal o productos animales infectados (cueros), al ingerir productos animales (leche, carne poco hecha) y al deshacerse de tejidos infectados. La leptospirosis, la rabia, la brucelosis (fiebre ondulante en seres humanos), la salmonelosis y la tiña son especialmente importantes. También deben tenerse en cuenta la tuberculosis, el ántrax, la fiebre Q y la tularemia. Para reducir la exposición a las enfermedades hay que adoptar prác- ticas sanitarias e higiénicas básicas, que incluyen el tratamiento inmediato o apartamiento adecuado de animales infectados, adecuada eliminación de tejidos infectados, limpieza adecuada de las zonas contaminadas y empleo correcto del equipo protector del personal.
El método más higiénico de deshacerse de los cadáveres es quemarlos allí donde mueren, para evitar la contaminación del suelo circundante. Hay que hacer un agujero de tamaño conve- niente, colocar en su interior materiales inflamables en cantidad suficiente y poner encima el cadáver para que se consuma por entero. Sin embargo, el método más habitual de eliminación de cadáveres es el enterramiento. El cadáver debe ser enterrado a una profundidad de 120 cm y cubierto con cal viva en un suelo que impida la contaminación por drenaje a corrientes de agua.

jueves, 23 de mayo de 2013

Directrices para el manejo

Los machos deben ser considerados como peligros potenciales en todo momento. Cuando se guarda a los toros para el aparea- miento, es posible evitar lesiones mediante instalaciones adecuadas de confinamiento y sujeción de los toros. Hay que extremar las precauciones al tratar con los animales macho. Los toros pueden no tener la intención de agredir a las personas, pero su tamaño y su masa les convierte en peligros potenciales. Todos los toriles, pasadizos, vallas y rampas de carga deben ser fuertes y funcionar bien. Para garantizar la seguridad hay que utilizar equipos e instalaciones adecuados. Lo ideal sería que, al trabajar con toros, el manipulador se halle físicamente separado del contacto con el toro (fuera del recinto y protegido por pasadizos, paredes, barreras y cosas así) lo cual reducirá mucho el riesgo de lesión. Cuando los manipuladores estén con el animal, deben disponer de vías de escape para casos de emergencia. No se puede azuzar a los animales cuando no tienen dónde ir. Los manipuladores deben apartarse de los animales asustados o
“espantados” y extremar los cuidados en torno a los animales desconocidos. Los pasillos con paredes en lugar de vallas logran que menos animales se planten en el corredor. Dado que los toros ven los colores como diferentes intensidades de blanco y negro, todas las instalaciones deben estar pintadas del mismo color. Mediante establos de tratamiento adecuadamente diseñados y equipos de sujeción de animales apropiados es posible reducir las lesiones producida durante las operaciones de exploración, medi- cación, recorte de cascos, descuerne y cruzamiento a mano.
Las personas que trabajan con animales reconocen que los animales pueden comunicarse aunque no puedan hablar. Los manipuladores deben ser sensibles a las advertencias que hacen los animales al levantar las orejas o ponerlas de punta, levantar el rabo, escarbar en la arena o mugir. En la lista de comprobación y en el cuadro sobre comportamiento animal del artículo
“Cría de animales domésticos” de este capítulo se facilita información general y pautas para trabajar con toros.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Determinación de las condiciones de uso

Todos los trabajadores deberán ser instruidos y formados en el uso de los EPP. El mecanismo de protección debe describirse de modo que los propios trabajadores puedan inspeccionar y evaluar el estado de los equipos a diario. Deberán dejarse bien claras las consecuencias de no utilizarlos y darse instrucciones precisas sobre su limpieza y reparación.
Los equipos protectores utilizados en trabajos forestales pueden constituir una carga adicional relativamente grande para el trabajador y habrá de tenerse en cuenta al planificar los períodos de trabajo y descanso.
Utilizar EPP suele dar una falsa sensación de seguridad. Los supervisores deben asegurarse de que no aumente la asunción de riesgos y de que los trabajadores conozcan bien los límites de eficacia de la protección.

martes, 21 de mayo de 2013

Elección de los equipos de protección personal

Antes de comenzar a trabajar en una nueva área, deberán evaluarse los posibles riesgos. Deberán evaluarse las herra- mientas, los métodos y el ambiente de trabajo, la cualificación de los trabajadores, etcétera, y deberán planificarse todas las medidas técnicas y organizativas. Si los riesgos no pueden eliminarse con estos métodos, pueden utilizarse EPP para mejorar la protección. Los EPP nunca pueden utilizarse como único método preventivo. Deben considerarse sólo como medio complemen- tario. La sierra debe tener un freno en la cadena, el trabajador debe recibir formación, etcétera.
Sobre la base de este análisis de riesgos, es preciso definir los requisitos de los dispositivos de protección personal. Deberán tenerse en cuenta los factores ambientales a fin de minimizar el peso del equipo. Deberá evaluarse el peligro planteado por la sierra y definirse el área de protección y la eficacia de la ropa. Si los trabajadores no son profesionales, el área y el nivel de protección deberán ser mayores, pero este peso adicional deberá tenerse en cuenta al planificar los períodos de trabajo. Una vez definidos los requisitos de los EPP de acuerdo con los riesgos y tareas a realizar, se eligen los equipos apropiados de entre los que se han homologado. Los trabajadores deberán tener el privilegio de probar diferentes modelos y tallas para elegir los mejores para ellos. Elegir ropa inadecuada puede dar lugar a posturas y movimientos anómalos e incrementar así los riesgos de accidente y los peligros para la salud. La Figura 68.17 ilustra la elección del equipo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Protectores auditivos

Los protectores auditivos sólo son eficaces si se colocan las orejeras bien apretadas contra la cabeza. Por consiguiente, deben utilizarse con cuidado. Cualquier separación entre la cabeza y los aros de las orejeras reducirá su eficacia notablemente. Por ejemplo, las patillas de unas gafas graduadas pueden producir tal separación. Los aros se inspeccionarán con frecuencia y deberán cambiarse siempre que se deterioren.

domingo, 19 de mayo de 2013

Protección facial y ocular

El protector o pantalla facial va normalmente montado en el casco y lo más común es que esté hecho de un material reticular. Las láminas de plástico se ensucian con facilidad tras un período de trabajo relativamente corto. Limpiarlas resulta difícil porque los plásticos no resisten bien a los disolventes. La malla reduce la luz que llega a los ojos del trabajador y los reflejos en la superficie de los hilos pueden dificultar la visión. Las gafas de montura ajus- tada que se llevan bajo los protectores faciales se empañan fácil- mente y la visión suele distorsionarse mucho. Es preferible utilizar máscaras metálicas con un revestimiento negro y aberturas rectangulares en lugar de redondas.

sábado, 18 de mayo de 2013

Casco protector

Los cascos protegen contra la caída de ramas y árboles, así como contra el retroceso de una motosierra. El casco debe ser lo más ligero posible para minimizar la tensión del cuello. El ceñidor debe ajustarse de manera correcta para que el casco quede firme- mente asentado sobre la cabeza. Los ceñidores de la mayoría de los cascos permiten también ajuste vertical. Es importante que el casco quede bajo sobre la frente para que su peso no cause excesiva incomodidad al trabajar cara abajo. En climas fríos, es necesario utilizar un gorro de tela o piel bajo el casco. Deberán utilizarse gorros especialmente diseñados para emplear con el casco. El gorro puede disminuir la eficacia de protección del casco al posibilitar su incorrecta colocación. La eficacia de los protectores auditivos puede aproximarse a cero si las orejeras quedan fuera del gorro. Los cascos forestales llevan dispositivos incorporados para montar una visera y orejeras de protección auditiva. Las orejeras de los protectores auditivos deben colocarse directamente en contacto con la cabeza insertándolas a través de ranuras practicadas en el gorro.
En climas calurosos, los cascos deberán llevar orificios de ventilación, que han de formar parte del diseño del casco. Bajo ninguna circunstancia deberán taladrarse en el casco, ya que ello podría reducir mucho su resistencia.

viernes, 17 de mayo de 2013

Riesgos biológicos

. Los trabajadores pueden estar en contacto con diversas bacterias y otros factores de riesgo microbiológico asociados a la leche fresca y los quesos no tratados. Entre las precauciones que deben adoptarse figuran la utilización de guantes adecuados, una buena higiene personal y la disposición de instalaciones sanitarias apropiadas.

jueves, 16 de mayo de 2013

Levantar materias primas, arrastrar cajas de producto y empaquetar

Levantar materias primas, arrastrar cajas de producto y empaquetar son actividades asociadas a problemas ergonómicos. Entre las soluciones figura la mecanización y la automatización de las operaciones manuales.
En la industria láctea puede producirse una amplia gama de
exposiciones a sustancias químicas, como el contacto con:

• vapores de amoníaco debidos a fugas en los sistemas de refrigeración;
• productos químicos corrosivos (p. ej., el ácido fosfórico, utili- zado en la fabricación de requesón, los compuestos de limpieza, los ácidos de bacterias, etc.);
• el gas cloro generado por la combinación involuntaria de productos higiénicos clorados con ácidos;
• el peróxido de hidrógeno generado en las operaciones de empaquetado realizadas a temperaturas muy altas;
• el ozono (y la radiación ultravioleta) derivados de la luz ultra- violeta utilizada en las actividades de higienización;
• el monóxido de carbono producido por la acción de sustancias cáusticas que reaccionan con el azúcar lácteo en las opera- ciones de limpieza in situ en los vaporizadores de leche;
• el monóxido de carbono generado por los carros elevadores que funcionan con propano o gasolina, los calentadores a gas y los dispositivos a gas de sellado por calor,
• el cromo, el níquel y otros humos y gases de soldeo.

Los trabajadores deben recibir formación y conocer las prác- ticas de manipulación de productos químicos peligrosos, que han de etiquetarse convenientemente. Deben establecerse proce- dimientos operativos normalizados, que serán observados en la limpieza de vertidos. En caso necesario, se dispondrá de sistemas de extracción localizada. Se suministrarán ropas protectoras, gafas de seguridad, máscaras faciales, guantes, etc. y se velará por su mantenimiento. Cuando se trabaje con materiales corro- sivos, podrá accederse a instalaciones para el lavado de ojos y duchas rápidas.

miércoles, 15 de mayo de 2013

La congelación y el estrés por frío

La congelación y el estrés por frío pueden deberse a la exposición acaecida en congeladores y cámaras frigoríficas. Las precauciones recomendadas en este caso consisten en la utilización de ropas protectoras adecuadas, la rotación de puestos con áreas de mayor temperatura, la instalación de comedores acondicionados y la disposición de bebidas calientes.
Las exposiciones a niveles de ruido elevados pueden producirse en las operaciones de elaboración, empaquetado, trituración y moldeo por soplado de moldes de plástico. Entre las precauciones oportunas figuran el aislamiento de los equipos ruidosos, el mantenimiento apropiado, la utilización de protectores auditivos y la formulación de un programa de conservación de la audición.
Cuando se accede a espacios restringidos, como al entrar en pozos de desagüe o al limpiar depósitos, debe garantizarse la ventilación. El área debe quedar despejada de equipos, productos, gases y personal. Las ruedas de paletas, mezcladores y otros equipos deben bloquearse.

martes, 14 de mayo de 2013

Incendios y explosiones

Las fugas en los sistemas de conducción de amoníaco (el límite explosivo inferior del amoníaco es del 16 %, y el superior, del 25 %), la leche en polvo y otros materiales inflamables y combustibles, las operaciones de soldeo y los escapes de los equipos hidráulicos de alta presión pueden dar lugar a incendios y explosiones. Es necesario instalar un detector de fugas de amoníaco en las áreas en que existen sistemas de refrigeración basados en esta sustancia. Los materiales inflama- bles y combustibles deben almacenarse en recipientes de metal cerrados. La pulverización de leche en polvo debe satisfacer los requisitos pertinentes en materia de prevención de explosiones. Las operaciones de soldadura sólo serán llevadas a cabo por personal autorizado. Las botellas de gas comprimido deben examinarse regularmente. Deben tomarse precauciones para evitar la mezcla de oxígeno con gases inflamables. Las botellas se mantendrán alejadas de las fuentes de calor.

lunes, 13 de mayo de 2013

Las quemaduras térmicas

Las quemaduras térmicas pueden producirse por el contacto con conductos de vapor y la limpieza con este elemento, así como por fugas o roturas de los conductos de equipos hidráulicos de alta presión. Las “quemaduras” criogénicas pueden sufrirse por la exposición a un refrigerante compuesto por amoníaco líquido. Un mantenimiento correcto, la formulación de procedimientos de actuación en caso de vertidos y fugas y la formación pueden reducir al mínimo el riesgo de quemaduras.

domingo, 12 de mayo de 2013

RECOLECCION DE LA PATATA

Las raíces y los tubé rculos constituyen una parte importante de la dieta, la energía obtenida de los alimentos y la fuente de nutrientes para má s de 1.000 millones de personas en el mundo subdesarrollado. El cultivo de raíces se utiliza para producir alimentos como harinas compuestas, fideos, patatas fritas y productos deshidratados. Proporcionan casi el 40 % de la dieta de la mitad de la población del Africa subsahariana. La mandioca se ha convertido en uno de los principales alimentos bá sicos del mundo subdesarrollado, proporcionando una dieta bá sica a cerca de 500 millones de personas, así como en un importante producto de exportació n para la fabricació n de piensos en Europa.
Las raíces y tubé rculos —patata, batata, mandioca, ñ ame y taro— son conocidos como alimentos amilá ceos. Tienen un alto contenido en hidratos de carbono, calcio y vitamina C, aunque bajo en proteínas. Estos alimentos son los cultivos de subsistencia en algunos de los países má s pobres del mundo. El cultivo de algunas raíces proporciona alimentos bá sicos a grandes regiones del mundo, como el ñ ame en Indochina, Indonesia y Africa; la patata en Amé rica del Sur y Central, Mé xico y Europa; y la mandioca y la batata en Amé rica del Sur (Alexandratos 1995).
El cultivo de la patata se introdujo en Irlanda en torno a
1580, permitiendo alimentar con una pequeñ a parcela a una familia con seis hijos, una vaca y un cerdo. Ademá s, el cultivo podía permanecer en el suelo protegido de las heladas del invierno y los incendios. La patata se convirtió en el alimento de los pobres en Irlanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Polonia y Rusia. En 1845, la patata sufrió una plaga en toda Europa y trajo el hambre a una escala enorme y fatal en Irlanda, donde no se disponía de cultivos substitutivos (Tannahill 1973).
La patata es todavía el cultivo principal en el mundo desarrollado. Su producció n sigue aumentando en Estados Unidos y gran parte de este aumento puede atribuirse a la transformació n de la patata para obtener, sobre todo, patatas fritas, patatas paja, patatas fritas congeladas, otros productos congelados y patatas enlatadas. Los principales riesgos profesionales está n relacio- nados con accidentes que se producen durante la recolecció n mecá nica. En un estudio canadiense se observó que los trabaja- dores de la patata presentaban un mayor riesgo de cá ncer de pá ncreas, aunque no consiguió demostrarse su asociació n a alguna exposició n.

sábado, 11 de mayo de 2013

Riesgos y su prevención

Las condiciones de los trabajadores varían segú n la zona geográfica. Los trabajadores temporeros viven en condiciones muy poco atractivas. Los riesgos para la salud varían en funció n de los factores ambientales, las condiciones de trabajo, las condiciones de vida y la situació n socioeconó mica del trabajador.
Debido a las altas temperaturas en las zonas donde se cultiva la cañ a de azú car, los trabajadores tienen que consumir grandes cantidades de líquidos.
En diversas fases del proceso de refinado se desprenden humos y gases de dió xido de carbono, dió xido de azufre, monóxido de carbono y á cido clorhídrico. Las altas temperaturas durante la transformación pueden hacer también que se desprendan humos y vapor molestos y en ocasiones tó xicos.
En algunas zonas de la fá brica, los niveles de ruido son excesivos.
La bagazosis es una enfermedad pulmonar de origen profesional del tipo alveolitis alé rgica extrínseca, causada por la respiración de polvo que contiene esporas de actinomicetos termofílicos que crecen en el bagazo hú medo almacenado. La exposició n a esta sustancia puede causar tambié n neumonitis por hipersensibilidad.
En los países en desarrollo, muchos trabajadores son inexpertos y no tienen conocimientos sobre seguridad. Puede existir tambié n una elevada tasa de rotació n, lo que constituye un problema para mantener el nivel de formació n y cualificació n de los trabajadores. Aunque los datos estadísticos no indican una elevada incidencia de enfermedades profesionales, esto puede explicarse por el hecho de que el trabajo en la refinería só lo les ocupa de cinco a seis meses al añ o. Por eso las tasas de acci- dentes parecen bajas. Durante el resto del añ o, estos trabajadores temporeros se ocupan en las labores má s diversas, mientras que los que tienen empleo permanente se dedican a labores de mantenimiento de la maquinaria y los equipos.
Los accidentes de trabajo en la industria azucarera (caídas, distensiones, dislocaciones, etc.) difieren poco de los habituales en otras actividades industriales y agrícolas. Con el aumento de la mecanización, los accidentes de trabajo han disminuido en nú mero, pero han aumentado en gravedad. Las lesiones más frecuentes son insolació n o estré s por calor, dermatitis, conjuntivitis, quemaduras y caídas.
Con el fin de planear y poner en prá ctica un programa de seguridad e higiene en la industria del azú car, el primer paso esencial es realizar una valoració n cualitativa y cuantitativa de los riesgos y peligros implicados en cada refinería, identificando las medidas correctoras, como el uso de extractores de polvo, gases y humos. El control del polvo es una medida eficaz para controlar el polvo de bagazo. Los locales deben estar debidamente aireados y ventilados para reducir el excesivo calor y debe disponerse de una iluminació n adecuada. Debe existir un adecuado apantallamiento o protecció n de la maquinaria. Los trabajadores deben tener fá cil acceso a prendas protectoras. En toda fá brica debe establecerse un programa de seguridad adecuado, del cual se encargue personal adiestrado.
El ruido es un riesgo generalizado. Las máquinas ruidosas deben estar insonorizadas y, en zonas donde el nivel de ruido no pueda reducirse lo suficiente, los trabajadores deben utilizar protectores auditivos y conviene instituir un programa de conservación de la audición que incluya pruebas audiomé tricas
y educació n de los trabajadores.

viernes, 10 de mayo de 2013

Fábricas de azúcar (ingenios azucareros)

La industria del azú car tiene por objeto algo má s que la producción de alimentos para el hombre. Por ejemplo, ciertas clases de azú car y residuos del azú car constituyen un alimento suplementario nutritivo para animales, y diversos productos de considerable valor comercial se obtienen de las primeras materias y sus subproductos.
Los principales subproductos son: sacarosa, glucosa, levulosa, rafinosa, pectina, ceras y betaínas; entre los subproductos se encuentran los tallos (utilizados para forraje), el bagazo, el ron y la melaza. Entre los productos fabricados a escala indus- trial se encuentran el octacetato de sacarosa, alcohol etílico y
á cidos acé tico, cítrico, glutá mico, oxá lico, fó rmico y sacá rico. Diversas clases de papel y cartó n se fabrican industrialmente a partir del bagazo, el cual tambié n puede utilizarse, una vez seco, como fuente de biogá s o combustible en la fá brica de azú car.
En la fá brica de azú car, la cañ a es machacada y se extrae el jugo mediante pesados rodillos. El jugo contiene sacarosa, glucosa, levulosa, sales orgá nicas y á cidos en disolució n, y está mezclado con las fibras de bagazo, arenilla, arcilla, materia colorante, albú mina y pectina en suspensió n. Debido a las propiedades de la albú mina y la pectina, el jugo no puede filtrarse en frío; se precisa calor y agentes químicos para eliminar las impurezas y obtener sacarosa.
La clarificación de la mezcla se obtiene mediante calenta- miento y adició n de precipitantes con base de cal. Una vez aclarado, el jugo se concentra mediante evaporació n por vacío hasta que se precipita en la forma de cristales verdosos. El jugo concentrado, o melaza, contiene un 45 % de agua. El trata- miento centrífugo produce azú car granulado de un tono grisá ceo (azú car moreno), para el cual existe un mercado. El azú car blanco se obtiene mediante un proceso de refinado. En este proceso, el azú car moreno se disuelve con diversos productos químicos (anhídrido sulfú rico, á cido fosfó rico) y se filtra con o sin carbó n animal, segú n la pureza que se desee obtener. El jarabe filtrado se evapora al vacío hasta que crista- liza. Despué s se aplica la centrifugació n hasta que se obtiene un polvo blanco cristalino.

jueves, 9 de mayo de 2013

Riesgos y su prevención

El machete es una causa frecuente de accidentes en las zonas donde la recolecció n se realiza fundamentalmente a mano. Estos accidentes pueden ser desde cortes sin importancia hasta la disección de alguna parte del cuerpo. El machete es también la herramienta más comú nmente utilizada por los trabajadores menos cualificados en una explotación agrícola o plantación. Los accidentes pueden reducirse manteniendo bien afilados los filos de los machetes, puesto que de esa manera los trabajadores no tienen que balancearlos tanto y pueden controlarlos mejor. Se han dado tambié n casos de luchas entre trabajadores con machetes. El uso de guantes de seguridad con redes de cadena protege las manos de las heridas causadas por los machetes. El uso de botas con talones de acero y protectores de brazos y piernas también reducen este tipo de accidentes. Las botas proporcionan asimismo cierta protecció n contra las mordeduras de serpiente. El trabajo en los campos de cañ as puede causar fá cilmente lesiones y cortes en los ojos. Se recomienda el uso de protectores visuales durante la recolecció n manual, puesto que los trabajadores pueden ser heridos por las ramas de las cañ as. La cañ a se cultiva en lugares tropicales y subtropicales, de manera que los trabajadores está n tambié n expuestos a problemas de salud relacionados con el calor, que pueden agravarse por la utilizació n de prendas protec- toras necesarias. Estas regiones son zonas con altos niveles de exposició n solar que pueden asociarse a distintos tipos de cá nceres de piel. Los trabajadores tienen que tomar precauciones para limitar o protegerse de la exposición al sol.
La recolección manual puede causar lesiones musculosqueléticas por esfuerzos físicos y movimientos repetitivos. El tamañ o del machete, su afilado y la frecuencia de los golpes de corte son factores que influyen. Vé ase tambié n el artículo “Operaciones manuales en la agricultura” en este mismo capítulo.
Cuando se producen cortes o abrasiones, han de tomarse precauciones para prevenir infecciones. Con la recolecció n mecá nica existen riesgos asociados al tipo de má quina utilizada y similares a los de otras má quinas de recolecció n utilizadas en agricultura.
Los plaguicidas y otras sustancias químicas pueden tambié n entrañ ar riesgos tó xicos por absorció n a travé s de la piel o inha- lació n. Debe instruirse a las personas que esparcen estas sustancias pulverizadas sobre los riesgos de la operació n y debe dotá rselas de equipos protectores e instalaciones adecuadas para poder lavarse. Los equipos tienen que ser sometidos a las opera- ciones adecuadas de mantenimiento y reparación para evitar fugas. Los fumigadores que se cuelgan en la espalda son particu- larmente propensos a sufrir fugas y verter el plaguicida sobre el trabajador. Las aplicaciones aé reas de plaguicidas pueden afectar a las personas que se encuentran en la zona fumigada. Asimismo, cuando se aplican plaguicidas debe leerse siempre la etiqueta del producto, donde se indican los requisitos legales y los procedimientos para un manejo y una eliminació n seguras del producto despué s de su uso, así como los intervalos de tiempo que deben transcurrir antes de volver a entrar en los campos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

CULTIVO Y TRANSFORMACION DE LA CAÑA DE AZUCAR (II)

Para retener su contenido de azú car, la cañ a ha de ser some- tida al proceso de transformación lo antes posible después de ser cosechada, por lo que las fá bricas de azú car suelen estar cerca de las plantaciones o en las mismas. La cosecha es transportada hasta ellas mediante tractores o remolques y, a veces, por ferrocarril ligero.

sábado, 4 de mayo de 2013

Alineación de máscara y exposición (II)

Las longitudes de onda predominantes de luz UV que ahora se utilizan en fotoenmascaramiento son de 365 nm o más, pero los espectros de lámparas UV también contienen una energía significativa en la región de longitudes de onda que puede afectar a la salud, que es la región actínica por debajo de
315 nm. Lo normal es que la intensidad de la radiación UV que escapa del equipo sea inferior a la procedente de la luz solar en la región actínica y también a las normas establecidas para la exposición profesional al espectro UV.
Durante el mantenimiento, la alineación de la lámpara UV exige en ocasiones encenderla fuera de la cabina del equipo o sin los filtros protectores normales. Los niveles de exposición durante esta operación pueden rebasar los límites de exposición profesionales, pero la ropa normal utilizada en salas limpias (p. ej., delantales, guantes de vinilo, máscaras faciales y gafas de seguridad de policarbonato con inhibidor de UV) suele ser adecuada para atenuar la luz UV hasta niveles inferiores a los límites de exposición (Baldwin y Stewart 1989).
Mientras que las longitudes de onda predominantes de las lámparas ultravioletas utilizadas en fotolitografía son de 365 nm o mayores, la búsqueda de características más pequeñas en los CI avanzados conduce al empleo de fuentes de exposición con longitudes de onda menores, como radiación UV lejana y rayos X. Una nueva tecnología a este efecto es el uso de láseres de fluoruro de criptón utilizados en los procesadores paso a paso. Estos procesadores emplean una longitud de onda de 248 nm con salidas de láser de gran potencia. Pero las cabinas de estos sistemas encierran el haz durante el funcionamiento normal. Como ocurre con otros equipos que contienen sistemas láser de gran potencia utilizados en la fabricación de semiconduc- tores, la preocupación principal deriva de la necesidad de inac- tivar los bloqueos internos del sistema durante la alineación del haz. Los láseres de gran potencia son también uno de los peli- gros eléctricos más importantes en el sector de semiconductores. Incluso después de apagado, en este instrumento persiste una posibilidad de descarga considerable. Escher, Weathers y Labon- ville (1993) han publicado consideraciones sobre el diseño de controles y seguridad para estos sistemas.
Una fuente de exposición de tecnología avanzada utilizada en litografía son los rayos X. Los niveles de emisión de las fuentes de rayos X para litografía pueden dar lugar a tasas de dosis que se aproximan a 50 milisievert (5 rem) anuales en el centro del equipo. Para reducir al mínimo la exposición, se recomienda restringir el acceso a las zonas interiores de las paredes blindadas (Rooney y Leavey 1989).

viernes, 3 de mayo de 2013

Riesgos y su prevención (I)

El riesgo má s extendido para la salud en toda la industria del cable es el ruido. Las operaciones má s ruidosas son las siguientes:
• el trefilado;
• el entrelazado;
• el refinado del cobre al fuego;
• la colada continua de barras de cobre,
• la fabricació n de tambores de cable.

En estas zonas son corrientes los niveles de ruido superiores a los 90 dBA. En las operaciones de trefilado y entrelazado, el nivel de ruido total depende del nú mero y la ubicació n de las

má quinas y del ambiente acú stico. Es preciso planificar la distribució n de las má quinas para minimizar la exposició n al ruido. El medio má s eficaz de controlar el ruido es la instalació n de recintos acú sticos bien diseñ ados, pero resulta caro. En el refi- nado de cobre al fuego y en la colada continua de barras de cobre, los principales focos de ruido son los quemadores, que deben diseñ arse para ser poco ruidosos. En el caso de la fabrica- ció n de tambores de cable, las pistolas remachadoras neumá ticas son el principal foco de ruido, que se reduce bajando la presió n de la conducció n de aire e instalando silenciadores de escape. Sin embargo, en la mayoría de los casos la norma de la industria es facilitar protecció n auditiva a los trabajadores de las á reas afectadas, aunque la protecció n resulta má s incó moda en este caso debido al calor ambiental existente en las operaciones de refinado de cobre al fuego y de colada continua de barras de cobre. Tambié n se precisa la realizació n de audiometrías perió dicas para controlar el oído de cada persona.

jueves, 2 de mayo de 2013

Operaciones auxiliares

Los cables má s grandes se suministran en tambores de varios metros de diá metro. Tradicionalmente, los tambores eran de madera, pero tambié n se han utilizado de acero. Un tambor de madera se fabrica remachando piezas de madera aserrada con una má quina o pistola remachadora neumá tica. Se utiliza un conservante de cobre-cromo-arsé nico para evitar que se pudra la madera. Los cables má s pequeñ os suelen suministrarse en carretes de cartó n.
Es posible que la operació n de conexió n de los dos extremos de los cables, conocida como empalme, haya de ser realizada en un lugar alejado. El empalme no só lo ha de contar con una buena conexió n elé ctrica, sino que ademá s debe ser capaz de soportar las futuras condiciones ambientales. Los compuestos de empalme utilizados suelen ser resinas acrílicas e incorporan compuestos de isocianato y sílice en polvo.
Los conectores de los cables suelen fabricarse en tornos automá ticos a partir de barras de lató n. Las má quinas se refrigeran y lubrican utilizando una emulsió n de aceite en agua. Las abrazaderas de los cables se fabrican con má quinas de moldeo por inyecció n de plá stico.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Fabricación de cables

Muchos cables se fabrican retorciendo los conductores aislados para formar una determinada configuració n. Los conductores salen de sendos carretes que giran alrededor de su eje y van pasando por la má quina que forma el cable, en las operaciones
conocidas como trenzado y estratificado.
Algunos cables han de ser protegidos contra posibles dañ os mecá nicos. Suele hacerse por entrelazado, es decir, entretejiendo un material con el aislamiento externo de un cable flexible de modo que cada hilo se cruce con el otro una y otra vez en forma helicoidal. Un ejemplo de este tipo de cable entrelazado (al menos en el Reino Unido) es el que se utiliza en las planchas elé ctricas, donde se utiliza hilo textil como material de entrela- zado. En otros casos se utiliza hilo de acero, y entonces la operació n se denomina armado.