sábado, 31 de marzo de 2012

Organigrama del proceso de una refinería.

viernes, 30 de marzo de 2012

PROCESO DE REFINO DEL PETROLEO (II)

Con la llegada de la producción a gran escala y la primera Guerra Mundial, el nú mero de vehículos propulsados por gasolina aumentó de manera espectacular, como lo hizo la demanda de gasolina. Con todo, los procesos de destilación atmosférica y al vacío sólo permitían obtener del petróleo crudo cierta cantidad de gasolina. El primer proceso de craqueo té rmico se aplicó en 1913. El craqueo té rmico sometía los combustibles pesados a presió n y calor intenso, descomponiendo así físicamente sus grandes molé culas en otras má s pequeñ as, con lo que producía má s gasolina y combustibles de destilació n. A fines del decenio de 1930 se aplicó una forma má s elaborada de craqueo té rmico, la ruptura de la viscosidad, que permitía obtener productos má s valiosos y apreciables.
Al elaborarse motores de gasolina de compresión más elevada, se produjo una demanda de gasolina de mayor octanaje, con mejores cualidades antidetonantes. La introducción del craqueo catalítico y de los procesos de polimerizació n en la segunda mitad del decenio de 1930, satisfizo esta demanda al proporcionar gasolina de mayor rendimiento y octanajes más elevados. Al comienzo del decenio de 1940 se desarrolló la alquilació n, otro proceso catalítico, para producir má s gasolina destinada al campo de la aviació n de alto octanaje y cargas petroquímicas para la fabricació n de explosivos y caucho sinté - tico. Le siguió la isomerizació n catalítica, cuyo objeto era convertir los hidrocarburos para producir mayores cantidades de materias primas para la alquilació n.

jueves, 29 de marzo de 2012

El mé todo Estudio de riesgos y aná lisis funcional de operabilidad (HAZOP)

El mé todo Estudio de riesgos y aná lisis funcional de operabilidad (HAZOP) se utiliza normalmente en las industrias química y petrolífera. Requiere un equipo interdisciplinar dirigido por un experto. El equipo utiliza palabras guía específicas que le sirven de directriz, tales como “no”, “aumento”, “disminución” e “inverso”, que se aplican sistemá ticamente junto a las variables clave (presión, temperatura, flujo, etc.) para identificar las consecuencias de las desviaciones con respecto al diseñ o previsto para los procesos, equipos y operaciones en aná lisis.

miércoles, 28 de marzo de 2012

El método “Lista de control”

El mé todo “Lista de control” es similar al mé todo “¿Qué ocurriría si…?”, a excepció n de que en é ste se utiliza una lista de control previamente elaborada y específica para la operación, los materiales, el proceso y el equipo en cuestión. Es un mé todo ú til cuando se realizan las revisiones previas a la puesta en marcha una vez finalizada la construcción inicial o despué s de importantes ciclos de parada o adiciones a la unidad de procesado. Cuando se analizan unidades idé nticas en su construcción, materiales, equipos y procesos, se emplea por lo comú n una combinación de los mé todos “¿Qué ocurriría si…?” y “Lista de control”.

martes, 27 de marzo de 2012

El mé todo “¿Qué ocurriría si…?”,

El mé todo “¿Qué ocurriría si…?”, en el que se plantean una serie de preguntas para revisar las situaciones de riesgo potencial y las posibles consecuencias. Suele emplearse cuando se examinan las modificaciones o cambios propuestos al proceso, los materiales, el equipo o la instalación.

lunes, 26 de marzo de 2012

PROBLEMAS PARA LA SALUD • PUBLICA Y EL MEDIO AMBIENTE

Toda actividad humana repercute en el medio ambiente. La magnitud y las consecuencias de tal repercusión son variables y se han creado leyes medioambientales para regularlas y minimizarlas.
La generación de energía eléctrica ocasiona varios riesgos importantes, posibles y reales, para el medio ambiente, incluidas emisiones a la atmósfera y contaminación del agua y del suelo (véase la Tabla 76.4). Las centrales que se alimentan de combus- tibles fósiles presentan un problema específico por las emisiones atmosféricas de óxidos de nitrógeno (véase “Ozono” más adelante), óxidos de azufre y la cuestión de la “lluvia ácida”, dióxido de carbono (véase “Cambio global del clima”, más adelante) y partículas, de las que se ha afirmado recientemente que contribuyen a provocar problemas respiratorios.
Las centrales nucleares han despertado preocupación por el almacenamiento a largo plazo de sus residuos y la posibilidad de que se produzcan accidentes catastróficos que acarreen la libera- ción de contaminantes radiactivos a la atmósfera. El accidente ocurrido en 1986 en Chernobil, Ucrania, es un ejemplo clásico de lo que puede ocurrir si no se toman las precauciones adecuadas en las centrales nucleares.
Con respecto a las centrales hidroeléctricas, las principales inquietudes han sido la lixiviación de metales y la perturbación de los hábitats de la fauna acuática y terrestre, aspectos que se tratan en el artículo “Generación de energía hidroeléctrica” de este mismo capítulo.

domingo, 25 de marzo de 2012

RIESGOS (III)

Se precisan excelentes capacidades de control de la radiación para proteger adecuadamente a los trabajadores que acceden a las áreas de radiación durante estos períodos. Como muchos trabajadores contratados pueden entrar en una central nuclear durante una parada y desplazarse después a otra central, es necesario mantener una estrecha coordinación entre las autori- dades reguladoras e industriales para controlar la exposición total anual de un trabajador determinado.
Los sistemas de transmisión y distribución comparten algunos de los peligros de la central nuclear, pero se caracterizan además por exposiciones laborales exclusivas. Las enormes tensiones e intensidades intrínsecas del sistema crean una predisposición a choques eléctricos y quemaduras mortales cuando los trabaja- dores ignoran los procedimientos de seguridad o están inadecua- damente protegidos. Si los transformadores se sobrecalientan, pueden incendiarse y explotar, liberando aceite y posiblemente PCB y sus productos de descomposición.
Las subestaciones eléctricas comparten con las centrales nucleares la posibilidad de una exposición a materiales aislantes,
a los CEM y a los riesgos de los espacios cerrados. En el sistema de distribución, las operaciones de corte, quema y empalme de cables eléctricos exponen a los trabajadores al plomo y a otros metales tanto en forma de polvo como de humos. Las estruc- turas subterráneas que soportan el sistema también deben consi- derarse espacios cerrados con posibles riesgos. El pentaclofenol, un pesticida utilizado para la conservación de los postes de madera de las líneas eléctricas, representa un riesgo exclusivo del sistema de distribución.
Finalmente, los lectores de contadores y los trabajadores al aire libre pueden verse expuestos a la violencia callejera; este conjunto de trabajadores se han visto afectados por muertes producidas en intentos de robo.

sábado, 24 de marzo de 2012

RIESGOS (II)

Los trabajadores de la industria eléctrica pueden trabajar en muy diversos ambientes: trepan hasta lo más alto de las torres rurales de transmisión y empalman cables en registros situados bajo las ajetreadas calles de las ciudades; sudan a mares en los pisos superiores de las centrales eléctricas en verano y tiritan de frío cuando reparan líneas de distribución elevadas derribadas por un temporal. Las fuerzas físicas a las que se enfrentan son enormes. Una central eléctrica, por ejemplo, impulsa vapor a tal presión que la rotura de una tubería puede escaldarles y sofo- carles. Entre los peligros físicos existentes en las centrales, además del calor, cabe citar el ruido, los campos electromagnéticos (CEM), la radiación ionizante de las instalaciones nucleares
y la asfixia en espacios cerrados. La exposición al amianto ha sido un motivo importante de morbilidad y polémica, y está surgiendo la preocupación por otros materiales aislantes. Se utilizan mucho productos químicos cáusticos, corrosivos y disol- ventes. Las centrales también emplean trabajadores para desempeñar tareas especializadas como la extinción de incendios o el buceo (para inspeccionar sistemas de admisión y descarga de agua), que se ven expuestos a riesgos específicos e intrínsecos de dichas tareas.
Aunque las modernas centrales nucleares han reducido la exposición de los trabajadores a la radiación durante los períodos normales de servicio, puede producirse una exposición importante durante las paradas de mantenimiento y recarga.

viernes, 23 de marzo de 2012

Minas y Canteras: Formación

En los ú ltimos añ os, la OIT ha llevado a cabo diversos proyectos de formació n para mejorar la salud y la seguridad de los mineros a travé s de una mayor concienciación, una mejor inspección y una formación en primeros auxilios para casos de accidente. Hasta el momento, las actividades de la OIT han contribuido al progreso de muchos países al adaptar las legislaciones nacionales a las normas de trabajo internacionales y aumentar el nivel de salud y seguridad profesional en la industria minera.

jueves, 22 de marzo de 2012

La OIT y la minería (II)

Dada la naturaleza peligrosa de la minería, la OIT siempre ha estado profundamente preocupada por mejorar la salud y la seguridad profesional en la misma. La Clasificació n Interna- cional de Radiografías de Pneumoconiosis de la OIT es una herramienta reconocida internacionalmente para registrar de forma sistemática anomalías radiográ ficas pulmonares provocadas por la inhalació n de polvos. Dos códigos de prá cticas de salud y seguridad tratan exclusivamente de las minas subterrá neas y a cielo abierto, mientras que otros se refieren a la indus- tria minera en general.
La adopció n en 1995 del Convenio sobre salud y seguridad en la minería, que ha sentado las bases para la actuació n a escala nacional en materia de mejora de las condiciones laborales en la industria minera, es importante porque:
• los mineros se enfrentan a peligros especiales;
• en muchos países, la industria minera está cobrando cada vez má s auge,
• las normas anteriores de la OIT sobre salud y seguridad profesional y la legislació n existente en muchos países resultaban inadecuadas para afrontar las necesidades específicas de la minería.

Las dos primeras ratificaciones del Convenio tuvieron lugar a mediados de 1997 y entrarán en vigor a mediados de 1998.

miércoles, 21 de marzo de 2012

La OIT y la minería (I)

La Organizació n Internacional del Trabajo (OIT) viene estu- diando desde su creación los problemas profesionales y sociales de la industria minera y ha realizado considerables esfuerzos para mejorar el trabajo y la vida de los trabajadores de dicha industria desde la adopció n del Convenio sobre las horas de trabajo en la minería (No. 31) en 1931 hasta el Convenio sobre salud y segu- ridad en la minería (No. 176) adoptado por la Conferencia Inter- nacional del Trabajo en 1995. Durante 50 añ os, en las reuniones tripartitas sobre minería se han estudiado numerosas cuestiones, que van desde el empleo, las condiciones de trabajo y la forma- ció n hasta la salud y la seguridad y las relaciones laborales. Los resultados se resumen en má s de 140 conclusiones y resoluciones consensuadas, algunas de las cuales han sido aplicadas a escala nacional, mientras que otras han dado lugar a una actuació n de la OIT, como programas de formació n y asistencia en Estados miembros, o han permitido desarrollar có digos de prá cticas de seguridad y, recientemente, el nuevo está ndar de trabajo.
En 1996 se acordó un sistema de reuniones tripartitas má s breves y específicas que permitirá n identificar y debatir temas concretos relacionados con la minería y, al mismo tiempo, desarrollar los temas de forma práctica en los países y regiones afec- tados, tanto a escala nacional como por la OIT. En la primera de estas reuniones, que se celebrará en 1999, se abordará n los temas sociales y laborales relacionados con las minas pequeñ as. Los aspectos laborales y sociales de la minería no pueden disociarse de otras consideraciones, ya sean econó micas, políticas, té cnicas o ambientales. Aunque no existe un modelo que permita garantizar un desarrollo de la industria minera beneficioso para todos los interesados, é ste debería de ser el ideal. La OIT está haciendo todo lo posible para contribuir al desarrollo laboral y social de esta importante industria. Pero no puede
realizar su trabajo en solitario, sino que debe contar con una participación activa de los agentes sociales para maximizar su repercusión. La OIT trabaja asimismo con otras organizaciones internacionales atrayendo su atenció n hacia la dimensión social y laboral de la minería y colaborando con ellas del modo má s adecuado.

martes, 20 de marzo de 2012

Peligros y precauciones (II)

Al montar, es importante llevar unas buenas botas y un casco. Cualquier persona que monte debe llevar ropa adecuada al efecto ya sea correr, saltar, un rodeo o entrenar a caballos de carreras. Siempre existe el peligro de ser tirado por el caballo o que éste tropiece o se caiga.
Los sementales pueden ser impredecibles, muy fuertes, y pueden morder o patear con saña. Las yeguas defienden mucho
a sus potros, y luchan si se sienten amenazadas. Los sementales se guardan en dehesas con vallas altas, mientras que otros caba- llos de cría se mantienen en grupos con su propia ley del más fuerte. Los caballos que intentan separarse de un caballo jefe o de un grupo de jóvenes jugando pueden arrollar a cualquiera que se ponga en su camino. Los potros, los recién destetados, los caballos jóvenes y los de dos años de edad pueden morder y pellizcar.
Algunos fármacos que se emplean en la cría (hormonas, p. ej.) se administran por vía oral y pueden ser nocivos para los seres humanos. Se recomienda llevar guantes. También son peligrosos los pinchazos con agujas. Para controlar al animal mientras se le administra la medicación es necesario usar buenas sujeciones, incluso con un potro. Es fácil que los aerosoles tópicos y los sistemas automáticos de aerosoles para eliminar las moscas de los establos se empleen en exceso. Estos insecticidas deben usarse con moderación, y se deben leer las etiquetas de advertencia y seguir las recomendaciones Diversas zoonosis pueden ser transmitidas por los caballos a los seres humanos, especialmente infecciones cutáneas por secre- ciones infectadas. Las mordeduras de caballo pueden ser causa de algunas infecciones bacterianas. Véase en la Tabla 70.19 una lista de zoonosis asociadas con los caballos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Peligros y precauciones (I)

El trabajo con caballos se asocia con diversos peligros. El trabajo de mozo es físicamente muy exigente porque ha de rastrillar el estiércol, mover balas de heno y paja de 25 a 50 kg y manejar a los caballos activos. Los caballos asustados o amenazados pueden dar coces; por eso, los trabajadores deben evitar pasar por detrás de ellos. Un caballo asustado puede saltar y pisar a un trabajador; esto también puede ocurrir de modo accidental. Existen diversas sujeciones para caballos díscolos, como las cadenas para la nariz
o para los belfos. El estrés de los caballos al ser trasladados puede hacer que se planten o que se lesionen los caballos y sus cuidadores.
El mozo está potencialmente expuesto al polvo del heno y del grano, al polvo de las camas, a los mohos, a la caspa de los caba- llos y al amoníaco de la orina. Llevar una mascarilla puede ser una protección. Los mozos hacen muchas tareas con las patas de los caballos, empleando a veces linimentos que contienen sustancias químicas peligrosas. Se recomienda llevar guantes. Algunos cuidados que se emplean en el cuidado de las tachuelas del cuero contienen disolventes peligrosos, que exigen ventilación y protección cutánea. Los cortes pueden dar lugar a infecciones graves, como el tétanos o la septicemia. Hay que mantener al día las vacunas del tétanos, debido sobre todo a la exposición al estiércol.
Al poner las herraduras, el herrero puede lesionarse. La tarea del mozo consiste en sujetar al caballo para que no dé coces al herrero e impedir que tire de la pata de forma que lesione la espalda del herrero o éste se corte con las herraduras y los clavos. En la prueba de dopaje, la persona encargada se encierra en un establo con un caballo suelto, excitado y desconocido. Lleva un palo (con un recipiente para la orina) que puede asustar al caballo.

domingo, 18 de marzo de 2012

Procesos (II)

El mozo que cuida del caballo es responsable de cepillarlo y bañarlo, ponerle la silla, ponerle vendajes protectores o botas, limpiar el establo y hacerle la cama con paja, viruta, turba, cáscaras de cacahuete, tiras de papel de periódico o incluso cáscaras de arroz. El mozo u otra persona pasea al caballo; a veces se hace con máquinas. El mozo proporciona al caballo heno, grano y agua, rastrilla y barre, limpia la ropa del caballo y retira el estiércol con una carretilla. Se encarga de sujetar al caballo para el veterinario o el herrero (que es quien suele hacer el herraje). Todos los caballos requieren un control de parásitos, el cuidado de los cascos y el limado de los dientes.
Los caballos para exhibición suelen permanecer en el establo y practicar ejercicio a diario. Pero los caballos jóvenes y los dedicados al ocio suelen guardarse en establos por la noche y ser liberados durante el día, mientras que otros se guardan al aire libre en dehesas o pastos con cobertizos para guarecerse. Los caballos de carreras reciben alimento tres o cuatro veces al día, mientras que los de exhibición, otros caballos de muestra y los destinados a cría comen dos veces al día. Los caballos de estancia sólo se alimentan una vez al día, dependiendo del forraje que haya.
Los caballos viajan por muchas razones: exhibiciones, carreras, cría o tiro. La mayoría va en camiones o remolques; pero algunos son transportados en tren o en avión para aconteci- mientos importantes.

sábado, 17 de marzo de 2012

Abejas, avispas, avispones, hormigas

Los venenos de los insectos tienen efectos muy diferentes, según el lugar. Medidas recomendadas de primeros auxilios son retirar el aguijón de la piel (y tener cuidado de no introducir más veneno mientras se manipula) y el enfriamiento local. La complicación más temida es una reacción alérgica general que puede ser mortal. Por consiguiente, las personas alérgicas a los venenos de los insectos deberán llevar adrenalina y un antihistamínico inyectable.

viernes, 16 de marzo de 2012

Arañas

Hasta la fecha se han investigado pocos venenos. Es imprescindible intentar identificar la araña (conocimiento que sólo puede adquirirse localmente). No existen, pues, medidas generales de primeros auxilios (excepto, tal vez, administrar los antisueros disponibles). Además, también puede aplicarse en este caso lo que se ha afirmado acerca de las serpientes venenosas.

jueves, 15 de marzo de 2012

Serpientes venenosas

Las mordeduras de serpientes venenosas siempre son emergen- cias médicas. Requieren un diagnóstico correcto y un tratamiento inmediato. Identificar la serpiente tiene una importancia decisiva. Debido a la gran variedad de especies y particularidades territo- riales, los conocimientos necesarios para ello sólo pueden adqui- rirse localmente, y por este motivo no puede realizarse una descripción general. Bloquear las venas y practicar incisiones locales (sólo por personas experimentadas) son medidas de primeros auxilios incuestionables. También es preciso prestar atención a la posibilidad de que se produzca una reacción alér- gica general al antídoto que ponga en peligro la vida del afec- tado. Las personas heridas deberán transportarse tendidas. No deberá administrarse alcohol ni morfina.

miércoles, 14 de marzo de 2012

INDUSTRIA AVICOLA - Recepción y colgado en vivo

El primer paso del proceso de elaboración consiste en la descarga de los módulos y colocación de las bandejas en un sistema de transporte que conduce al área de colgado en vivo. El trabajo en esta fase se lleva a cabo casi en completa oscuridad, puesto que esta medida tiene un efecto tranquilizador para las aves. La altura de la cinta transportadora con una bandeja encima es, aproximadamente, la de la cintura. Un colgador, enguantado, debe agarrar el ave por ambos muslos y colgarlo de las patas en las argollas de una cinta transportadora elevada que se desplaza en la dirección opuesta.
Los riesgos de esta operación son variables. Aparte del nivel elevado de ruido habitual, la oscuridad y el efecto desorientador de las cintas de transporte que se mueven en direcciones opuestas, las aves, al aletear, generan polvo, pueden expulsar orina y heces hacia la cara del trabajador y existe la posibilidad de pillarse un dedo con una argolla. Las cintas transportadoras deben equiparse con interruptores de emergencia. Los colga- dores se golpean constantemente la parte anterior de las manos con las argollas cercanas que pasan sobre su cabeza.
Lo habitual es que se exija a estos trabajadores colgar una media de 23 (o más) aves por minuto. (Algunos puestos en las líneas de producción de los colgadores requieren un mayor número de movimientos, quizá 26 aves por minuto). En general, siete colgadores en una cinta pueden colgar 38.640 aves en
4 horas antes de llegar a un período de descanso. Si cada ave pesa unos 1,9 kg, un colgador levanta un total de 1.057 kg en las 4 primeras horas de su turno. Es una labor extremadamente estresante desde un punto de vista fisiológico y psicológico. La reducción de la carga de trabajo podría atenuar este estrés. Las tareas de agarrar con ambas manos, sujetar y, de forma simul- tánea, levantar un ave que aletea y araña a la altura del hombro
o de la cabeza pone en tensión la parte superior de los hombros y el cuello.
Las plumas y las patas de estos animales pueden arañar con facilidad los brazos de un colgador si no están protegidos. Estos trabajadores se ven obligados a permanecer de pie durante períodos prolongados sobre superficies duras, lo que puede dar lugar a molestias y dolores en la parte inferior de la espalda. Para proteger a los colgadores, debe disponerse de un calzado apropiado, posiblemente un lugar donde sentarse, gafas protec- toras, protección respiratoria desechable de un solo uso, instala- ciones para el lavado de ojos y protectores de brazos.

martes, 13 de marzo de 2012

INDUSTRIA AVICOLA - Elaboración

A lo largo del proceso de elaboración de los pollos deben cumplirse estrictos requisitos sanitarios. En concreto, lavar los suelos periódicamente y con frecuencia y eliminar los desechos, las partes sobrantes y la grasa. Asimismo, los equipos de trans- porte y elaboración han de ser accesibles, lavados e higienizados. No debe permitirse la acumulación de vaho en los techos y los equipos situados sobre las aves; debe ser suprimido con mopas de esponja de mango largo. Se utilizarán ventiladores de techo, sin protectores y de palas radiales en las áreas de elaboración.

Debido a estos requisitos sanitarios, es frecuente que los equipos rotatorios protegidos no puedan silenciarse para atenuar los ruidos. En consecuencia, la exposición a la contaminación acústica es elevada en la mayoría de las áreas productivas de los centros de elaboración. Es necesario formular programas de conservación de la audición adecuados y bien gestionados. Las medidas adoptadas para documentar la exposición no se limi- tarán a la realización de audiometrías iniciales y anuales, sino que incluirán asimismo dosimetrías periódicas. Los equipos de elaboración adquiridos emitirán durante su funcionamiento el menor nivel de ruido posible. Debe prestarse especial atención a la educación y la formación del personal.

lunes, 12 de marzo de 2012

INDUSTRIA AVICOLA

La producción de pollos y pavos ha aumentado enormemente en Estados Unidos desde el decenio de 1980. De acuerdo con un informe del Departamento de Trabajo de este país, la evolución se debe a un cambio en las pautas de alimentación de los consu- midores (Hetrick 1994). El paso de la carne roja y de cerdo a la de ave obedece en parte a la publicación de estudios médicos recientes.
La expansión del consumo, a su vez, ha fomentado un crecimiento del número de centros productivos y criadores y un gran aumento de los niveles de empleo. Por ejemplo, la industria avícola de Estados Unidos registró un incremento del empleo del 64 % de 1980 a 1992.
La productividad, medida en función de los kilos producidos por cada trabajador, aumentó en un 3,1 % debido a la mecani- zación y la automatización, así como a la aceleración de la velocidad en la cadena productiva, estimada en número de aves por hora de trabajo. Con todo, en comparación con la producción de carne roja, en la avícola sigue utilizándose intensivamente la mano de obra.
Se asiste asimismo a un proceso de mundialización. Hay centros de producción y elaboración de propiedad conjunta de China y de inversores de Estados Unidos, y los centros de cría, crecimiento y elaboración situados en China exportan su producción a Japón.
El trabajador medio de la industria avícola está relativamente poco cualificado, su formación es escasa, suele formar parte de grupos minoritarios y su remuneración es muy inferior a la del personal de los sectores de producción de carne roja y manufac- tureros. La rotación de plantilla es extraordinariamente elevada en ciertos aspectos del proceso. Las tareas de colgado de los animales vivos, de deshuesado y de higienización resultan muy estresantes y registran tasas de rotación altas. Debido a su natu- raleza, la elaboración de las aves es una industria basada en gran medida en el medio rural y habitual en áreas de economía deprimida, en las que existen excedentes de mano de obra. En Estados Unidos, muchos de los centros productivos cuentan con un número cada vez mayor de trabajadores de habla hispana. Se trata de personal temporal hasta cierto punto, ya que desarrolla su actividad en dichos centros parte del año. Cuando se acerca el momento de cosechar los cultivos de la región, una gran proporción de los trabajadores pasa a dedicarse a esta labor.

domingo, 11 de marzo de 2012

Riesgos y su prevención ACEITES Y GRASAS (III)

En los mataderos existe asimismo un olor característico, debido a la combinación de los generados por el cuero húmedo, la sangre, el vómito, la orina y las heces de los animales. Es un olor que se extiende a toda la sala de sacrificio y a las áreas de elaboración de despojos, clasificación y tratamiento de las pieles. La extracción es necesaria para eliminar estos olores.
Los entornos de trabajo refrigerados son esenciales en la industria cárnica. La elaboración y el transporte de los productos de la carne suelen exigir el mantenimiento de tempe- raturas iguales o inferiores a 9 °C. Las áreas como las cámaras de refrigeración pueden requerir temperaturas en torno a los –40 °C. Las lesiones más habituales relacionadas con el frío son las quemaduras por hielo, la congelación, el pie de inmersión y el pie de trinchera, que se producen en ciertas áreas localizadas del cuerpo. Una consecuencia grave del estrés por frío es la hipotermia. Asimismo, los sistemas respiratorio, circulatorio y osteoarticular pueden verse afectados por una exposición exce- siva al frío.
Para evitar las consecuencias del estrés por frío y reducir los riesgos del trabajo en condiciones de baja temperatura, los trabajadores deben utilizar ropas apropiadas y el lugar de trabajo debe dotarse de los equipos y los controles técnicos y administrativos pertinentes. El empleo de varias capas de ropa ofrece una mejor protección que la proporcionada por prendas únicas gruesas. Los equipos de refrigeración y los sistemas de distribución del aire deben minimizar la velocidad de éste. Los refrigeradores de las distintas unidades deben situarse tan alejados del personal como sea posible, y deben aplicarse panta- llas y barreras deflectoras para proteger a los trabajadores del efecto enfriador del viento.

sábado, 10 de marzo de 2012

Maquinaria agrícola (I)

La maquinaria agrícola está diseñada para labrar el suelo y hacerlo má s adecuado para el crecimiento de cultivos, la siembra de semi- llas, la aplicació n de sustancias químicas para mejorar el crecimiento de las plantas y controlar las plagas y enfermedades, y la recolección y almacenamiento de los cultivos maduros. Existe una gran variedad de má quinas agrícolas, pero en esencia todas son una combinació n de engranajes, ejes, cadenas, correas, cuchillas, cribas oscilantes, etc., ensambladas para realizar determinadas tareas. Estas piezas está n en general suspendidas de un bastidor que puede ser estacionario o, con má s frecuencia, mó vil y diseñado para realizar la operación deseada al desplazarse por un campo. Los principales grupos de maquinaria agrícola son: má quinas para trabajo del suelo; má quinas plantadoras; má quinas cultivadoras; má quinas cosechadoras de forraje; má quinas cosechadoras de grano, fibra, hortalizas y frutas y frutos secos; aplicadores de sustan- cias químicas para la agricultura; má quinas transportadoras y eleva- doras; y má quinas clasificadoras y envasadoras.
Má quinas para trabajo del suelo. Se incluyen los arados, cultiva- doras, subsoladoras, gradas, rodillos, niveladoras, aplanadoras, etc. Está n diseñadas para girar, agitar, nivelar y compactar el suelo y prepararlo para la plantació n. Pueden ser de pequeño tamaño y requerir solamente una pequeña fuente de energía (como en el caso de una rotocultivadora operada por una persona para cultivar un arrozal), o bien grandes y necesitar una fuente de energía conside- rable (como en el caso de una subsoladora combinada, sembradora perforadora y grada).
Má quinas plantadoras. Se incluyen plantadoras, sembradoras en líneas, sembradoras a voleo, etc., y está n diseñadas para recoger las semillas de una tolva o cubo e insertarlas en el suelo a una profundidad determinada, espaciá ndolas o esparcié ndolas uniforme- mente. Las plantadoras pueden tener un diseño muy sencillo y constar de un mecanismo de siembra de una hilera, o muy complejas (como en el caso de la plantadora mú ltiple con aperos que simultá neamente añaden fertilizantes, plaguicidas y herbicidas).
Má quinas cultivadoras. Se incluyen rotocultoras, cultivadoras, desherbadoras (mecá nicas y de llama), etc. Se utilizan para erra- dicar malezas o hierbas indeseables que compiten con la planta por la humedad del suelo y hacen que la cosecha o el cultivo sean má s difíciles. Tambié n mejoran el trabajo del suelo haciendo que absorba mejor la lluvia.
Má quinas cosechadoras de forraje. Se incluyen segadoras, pica- doras, empacadoras y otras, diseñadas para separar los tallos de las raíces y prepararlos para su almacenamiento o uso inmediato. Estas má quinas tambié n varían en cuanto a su complejidad: la segadora simple corta el cultivo, mientras que la picadora no só lo separa el tallo de la raíz, sino que tambié n pica toda la planta en trozos pequeños que carga en un vehículo, posiblemente un vagó n remol- cado. A menudo se utilizan acondicionadoras de forraje que golpean o rompen los tallos, con el fin de acelerar el proceso de secado en el campo para prevenir el deterioro, especialmente de leguminosas que van a ser almacenadas en seco o empacadas. Las prensas granuladoras se utilizan para comprimir el forraje en cubos compactos para la alimentació n mecá nica del ganado. Las empacadoras se utilizan para comprimir el forraje en balas redondas o cuadradas y facilitar su almacenamiento y manipulació n. Algunas balas son lo bastante pequeñas (20 a 40 kg) para poder manejarlas manualmente, mientras que otras son tan grandes (400 a 500 kg) que necesiten sistemas de manipulació n mecá nica.

viernes, 9 de marzo de 2012

Riesgos comunes de la maquinaria y cómo se producen.

jueves, 8 de marzo de 2012

Vuelcos (II)

Otros factores importantes para la estabilidad o inestabilidad del tractor son la fuerza centrífuga (FC), el momento de torsió n del eje posterior (TEP) y el apalancamiento de la barra de tracción (ABT). Cada uno de estos factores actú a a travé s del CG. La fuerza centrífuga es la fuerza hacia el exterior que la naturaleza ejerce sobre los objetos que se mueven en círculo. Aumenta cuando el á ngulo de giro del tractor se hace má s agudo (disminuye) y al aumentar la velocidad del tractor en un giro. El aumento de la FC es directamente proporcional al á ngulo de giro del tractor. Por cada grado de giro del tractor, se produce un aumento equivalente en la FC. No obstante, la relació n entre la FC y la velocidad del tractor no es directamente proporcional. Para hallar el aumento de la FC al girar el tractor a una velocidad mayor (asumiendo que el radio de giro es el mismo) se debe hallar la raíz cuadrada de la diferencia entre las dos velocidades del tractor.
El TEP es la transferencia de energía entre el motor del tractor y el eje posterior de un tractor de dos ruedas motrices. El accionamiento del embrague produce una fuerza de torsió n
llamada par de torsión sobre el eje posterior. Despué s este
momento de torsió n es transmitido a los neumá ticos del tractor. En circunstancias normales, el eje posterior (y los neumá ticos) deberá n girar, y el tractor se desplazará hacia adelante. En té rminos sencillos, se dice que el eje posterior rota en torno al chasis del tractor. Si el eje posterior no puede girar, el chasis del tractor gira en torno al eje. Esta rotació n inversa hace que la parte frontal del tractor se eleve del suelo hasta que el CG del tractor sobrepasa la línea base de estabilidad posterior. En este punto el tractor continuará hacia atrá s por su propio peso hasta que choque contra el suelo u otro obstá culo.
El ABT es otro principio de estabilidad e inestabilidad relacio- nado con los vuelcos hacia atrá s. Cuando un tractor de dos ruedas motrices tira de una carga, los neumá ticos traseros empujan contra el suelo. Simultá neamente, la carga unida al tractor tira hacia atrá s y hacia abajo en contra del movimiento hacia adelante del tractor. La carga tira hacia abajo debido a que descansa sobre la superficie de la tierra. Este empuje hacia atrá s y hacia abajo hace que los neumá ticos traseros sean un punto de giro, de forma que la carga actú a como una fuerza que trata de volcar el tractor hacia atrá s. Se crea un “á ngulo de tiro” entre la superficie del suelo y el punto de unió n al tractor.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Acido sulfúrico

Durante el proceso de formación eléctrica, el material activo de las placas se convierte en PbO2 en el electrodo positivo y en Pb en el negativo. A medida que las placas van cargá ndose totalmente, la corriente de formació n comienza a disociar el agua del electrólito en hidrógeno y oxígeno:

El desprendimiento de gases genera una niebla de á cido sulfú - rico. En otra é poca, era corriente que los trabajadores de las zonas de formació n sufriesen erosió n dental. Las empresas fabri- cantes de baterías han empleado tradicionalmente los servicios de un dentista y muchas de ellas continú an hacié ndolo.
En estudios recientes (IARC 1992) se ha observado una posible relació n entre las exposiciones a las nieblas de á cidos inorgá nicos (incluido el á cido sulfú rico) y el cá ncer de laringe. Las investigaciones en este sentido continúan.
La norma establecida de exposició n laboral a la niebla de ácido sulfú rico en el Reino Unido es de 1 mg/m3. Es posible mantener la exposició n por debajo de este nivel instalando sistemas de VAL sobre los circuitos donde se forma.
La exposició n al corrosivo á cido sulfú rico líquido es tambié n motivo de preocupació n. Como precauciones cabe citar los equipos de protecció n individual, los surtidores de lavado ocular
y las duchas de emergencia.

Vuelcos (I)

El concepto central en la estabilidad o inestabilidad del tractor es el de centro de gravedad (CG). El centro de gravedad de un tractor es el punto de é ste en el que todas las partes se equilibran. Por ejemplo, cuando un tractor de dos ruedas motrices está situado con todas las ruedas a nivel del suelo, el CG es de 25,4 cm sobre y 0,6 m delante del eje posterior y en el centro del cuerpo del tractor. En los tractores de cuatro ruedas motrices y articulados en el centro, el CG está situado algo má s adelante. Para que un tractor esté derecho, su CG debe estar en la línea base de estabilidad del tractor. Las líneas base de estabilidad son esencialmente líneas imaginarias trazadas entre los puntos en los que los neumáticos entran en contacto con el suelo (vé ase la Figura 64.24).

El centro de gravedad de un tractor no puede moverse, pero sí
cambiar su relació n con las líneas base de estabilidad. Esto ocurre con má s frecuencia cuando el tractor sale de una posició n perfectamente nivelada, como una pendiente. El cambio de la relació n entre el CG y la línea base de estabilidad significa que el tractor se desplaza hacia una posición inestable. Si la relació n entre la línea base de estabilidad y el CG se modifica significativamente
(p. ej. el CG del tractor se mueve má s allá de la línea base de estabilidad), el tractor vuelca. Si el tractor lleva un equipo como un cargador frontal, una horquilla elevadora de pacas redondas o un tanque lateral con productos químicos, el peso adicional desplaza el CG hacia dicha pieza del equipo. Al subir el equipo montado, sube el CG.