Este paso es fundamental para la supervivencia de los árboles jóvenes y depende de varios crite- rios que deben tener en cuenta los inspectores de control de calidad, entre los que cabe citar la distancia respecto a la planta precedente y su descendencia natural, la proximidad a materia orgánica, la ausencia de detritos en las proximidades y la evitación de lugares secos o inundados. El plantador debe aplicar todos estos criterios para cada uno de los árboles plantados, ya que su incumplimiento puede dar lugar a pérdidas económicas. Perforación de la tierra. Se realiza un hoyo en el suelo con la herramienta de plantación. Se observan dos modalidades de trabajo, en función del tipo de mango y de la longitud de la barra. Una de ellas consiste en utilizar el peso del cuerpo aplicado a un estribo situado en el extremo inferior de la herramienta para hundirla a la fuerza en la tierra, mientras que la otra implica levantar la herramienta hasta donde alcance el brazo y hacerla caer con fuerza sobre el suelo. Para evitar que caigan partículas de tierra en el hoyo al retirar la herramienta, los plantadores tienen la costumbre de alisar sus paredes, bien haciendo girar la herramienta sobre sí misma con un movimiento de la mano o bien ensanchando el hoyo con un movimiento circular del brazo.
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