domingo, 31 de octubre de 2010

Siembra/plantación y aplicación de fertilizantes

La siembra de semillas y la plantación de plántulas implica el uso Se requiere cerca del 8 % del total de personas-hora para esparcir las semillas y descepar y trasplantar las plá ntulas.

• En la siembra a voleo/aplicación de los fertilizantes a mano, las sembradores centrífugas permiten una distribució n uniforme con un esfuerzo mínimo.
• La siembra detrá s de un arado consiste en sembrar la semillas en un surco abierto por un arado de madera.
• En la siembra en líneas , las semillas se colocan en el suelo mediante una sembradora-abonadora. La fuerza de empuje/ tracció n requerida para que el trabajador maneje el apero (unidades manuales o tiradas por animales montadas sobre ruedas) es un aspecto importante a tener en cuenta en el diseñ o.
• En la siembra a golpes se colocan las semillas a mano o con un pequeño apero (una ahoyadora), con un espaciado promedio de 15  15 cm o 25  25 cm. Algunas quejas habituales son la abrasión de los dedos y la incomodidad debido a las posturas inclinadas y en cuclillas.
• En la plantación, las cañas de azúcar se colocan a 30 cm en un surco; los bulbos de patatas de plantan lisos y se practican caballones.
• Aproximadamente 1/3 del arroz de todo el mundo se produce
mediante el sistema de trasplante. Tambié n se utiliza este
mé todo para el tabaco y para algunas hortalizas. Habitualmente las semillas se esparcen a voleo densamente en un campo enfangado. Las plántulas se arrancan y trasplantan luego a un campo enfangado, bien manualmente, bien con trasplantadores manuales o a motor. El operario de un trasplantador accionado manualmente camina detrá s de la unidad para manejar el mecanismo de recogida y trasplante.
Para el trasplante manual, el trabajador debe estar sumergido en barro hasta las rodillas. La postura agachada para plantar en tierra seca, con una o las dos piernas flexionadas por la rodilla, no se puede adoptar en un campo con agua. Se requieren unas 85 personas-hora para trasplantar las plá ntulas de cada hectá rea de tierra. La postura incó moda y la carga está tica afectan al sistema cardiovascular y pueden provocar lumbago (Nag y Dutt 1980). Las sembradoras manuales producen un mayor rendimiento (una sembradora es unas ocho veces má s eficiente que el transplante a mano). No obstante, el mantenimiento del equilibrio de la má quina (vé ase la Figura 64.16) en un campo enfangado requiere unas 2,5 veces má s energía que el trasplante manual.

viernes, 29 de octubre de 2010

Protección de las plantas

Los aplicadores de fertilizantes, plaguicidas, herbicidas y otros productos químicos funcionan a presión a travé s de toberas o mediante fuerza centrífuga. La pulverizació n a gran escala se realiza con atomizadores hidrá ulicos de toberas, manejados manualmente o utilizando equipos sobre tractores. Los pulverizadores de mochila son modelos a pequeñ a escala de pulverizadores sobre vehículos (Bull 1992).

• El pulverizador de mochila de compresión consta de un depó sito, una bomba y un cilindro con tobera y manguera.
• El pulverizador de mochila de palanca (10 a 20 l) se acciona mediante una palanca.
El pulverizador de mochila a motor consta de un depó sito de aproximadamente 10 l y un motor refrigerado por aire de 1 a 3 caballos de fuerza. El pulverizador y el motor está n montados sobre un bastidor y son transportados en la espalda del operario.
El pulverizador de cubo manual y el pulverizador accionado con el pie
requieren dos personas para accionar la bomba y pulverizar. El pulverizador basculante funciona gracias al movimiento basculante (hacia adelante y hacia atrá s) de la palanca del mango.
Cuando se transportan sobre los hombros durante largos períodos, las vibraciones de los pulverizadores de mochila/apli- cadores de productos químicos tienen efectos perjudiciales sobre el cuerpo humano. La pulverizació n con un pulverizador de mochila supone un riesgo de exposició  de la piel (las piernas reciben el 61 % de la contaminació n total, las manos el 33 %, el tronco el 3 %, la cabeza el 2 % y los brazos el 1%)
(Bonsall 1985). La ropa de protección personal (incluidos guantes y botas) puede reducir la contaminación dérmica de los plaguicidas (Forget 1991, 1992). El trabajo es extenuante, debido a la carga sobre la espalda y el movimiento continuo del mango del pulverizador (20 a 30 golpes/minuto); a todo esto se une la carga termorreguladora debido a la ropa protectora. El peso y la altura del pulverizador, la forma del depó sito, el sistema de montaje y la fuerza requerida para accionar la bomba son aspectos ergonó micos importantes.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Siembra/plantación y aplicación de fertilizantes

La siembra de semillas y la plantación de plántulas implica el uso de plantadoras o sembradoras, y la dispersió n manual de semillas.
Se requiere cerca del 8 % del total de personas-hora para esparcir las semillas y descepar y trasplantar las plá ntulas.

• En la siembra a voleo/aplicació n de los fertilizantes a mano, las sembradores centrífugas permiten una distribució n uniforme con un esfuerzo mínimo.
• La siembra detrá s de un arado consiste en sembrar la semillas en un surco abierto por un arado de madera.
• En la siembra en líneas , las semillas se colocan en el suelo mediante una sembradora-abonadora. La fuerza de empuje/ tracció n requerida para que el trabajador maneje el apero (unidades manuales o tiradas por animales montadas sobre ruedas) es un aspecto importante a tener en cuenta en el diseño.
• En la siembra a golpes se colocan las semillas a mano o con un
pequeñ o apero (una ahoyadora), con un espaciado promedio de
15  15 cm o 25  25 cm. Algunas quejas habituales son la
abrasió n de los dedos y la incomodidad debido a las posturas inclinadas y en cuclillas.
• En la plantación, las cañas de azúcar se colocan a 30 cm en un surco; los bulbos de patatas de plantan lisos y se practican caballones.
• Aproximadamente 1/3 del arroz de todo el mundo se produce mediante el sistema de trasplante. También se utiliza este método para el tabaco y para algunas hortalizas. Habitualmente las semillas se esparcen a voleo densamente en un campo enfangado. Las plántulas se arrancan y trasplantan luego a un campo enfangado, bien manualmente, bien con trasplantadores manuales o a motor. El operario de un trasplantador accionado manualmente camina detrá s de la unidad para manejar el mecanismo de recogida y trasplante.

Para el trasplante manual, el trabajador debe estar sumergido en barro hasta las rodillas. La postura agachada para plantar en tierra seca, con una o las dos piernas flexionadas por la rodilla, no se puede adoptar en un campo con agua. Se requieren unas 85 personas-hora para trasplantar las plá ntulas de cada hectá rea de tierra. La postura incó moda y la carga está tica afectan al sistema cardiovascular y pueden provocar lumbago (Nag y Dutt 1980). Las sembradoras manuales producen un mayor rendimiento (una sembradora es unas ocho veces má s eficiente que el transplante a mano). No obstante, el mantenimiento del equilibrio de la má quina (vé ase la Figura 64.16) en un campo enfangado requiere unas 2,5 veces má s energía que el trasplante manual.