domingo, 30 de diciembre de 2007

Avances tecnológicos en las operaciones con maderas

El progreso tecnológico en el aprovechamiento maderero ha sido muy rápido en la segunda mitad del siglo XX. El promedio de productividad ha ido aumentando vertiginosamente en el proceso. En la actualidad se utilizan muchos métodos diferentes de aprovechamiento, a veces de manera conjunta en el mismo país. Por ejemplo, en un estudio general de los sistemas aplicados en Alemania a mediados del decenio de 1980 se observan casi 40 variaciones de equipos y métodos (Dummel y Branz 1986). Aunque algunos métodos de aprovechamiento son mucho más complejos que otros desde el punto de vista tecnológico, ninguno de ellos es superior a los demás. La elección suele depender de las especificaciones del cliente sobre los troncos, de las condiciones del bosque y del terreno, de consideraciones ecológicas y, a menudo, del coste que es la cuestión decisiva. Algunos métodos también están limitados desde el punto de vista técnico a los árboles de tamaño pequeño y mediano y a terrenos relativamente favorables, con no más de 15 a 20° de pendiente.
El coste y el rendimiento de un sistema de aprovechamiento pueden variar mucho, en función de su adaptación a las condiciones del lugar y, lo que es igualmente importante, de la cualificación de los trabajadores y de la organización de las actividades. Por ejemplo, los utillajes de mano y la extracción manual resultan muy apropiados en términos sociales y económicos en países con un alto nivel de desempleo, bajos costes laborales y altos costes de inversión, o en operaciones a pequeña escala. Los métodos totalmente mecanizados pueden conseguir rendimientos diarios muy altos, pero requieren grandes inversiones de capital. En condiciones favorables, las modernas cosechadoras pueden producir más de 200 m3 de troncos por jornada de 8 horas. Es improbable que un operario de motosierras produzca más del 10 % de esa cantidad. Una cosechadora o malacate de grandes dimensiones cuesta alrededor de 500.000 dólares en comparación con los 1.000 o 2.000 dólares que cuesta una motosierra y los 200 dólares que cuesta una tronzadora de mano de buena calidad.

viernes, 28 de diciembre de 2007

Sistema respiratorio (III)

El tricloroetileno, el hexano, el benceno, el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono (CO2) y el cloruro de polivinilo (PVC) suelen abundar en los centros de producción alimentaria. Las dos primeras sustancias se utilizan en la extracción de aceite de oliva.
El CO, un gas incoloro e inodoro, es difícil de detectar. La exposición tiene lugar en fábricas de ahumados de ventilación deficiente, silos de cereales, bodegas para la fermentación del vino o almacenes de pescado. La congelación o refrigeración con hielo seco, los túneles de congelación por CO2 y los procesos de combustión ponen en contacto a los trabajadores con este gas. Los síntomas de intoxicación por sobreexposición al CO y el CO2 incluyen migrañas, mareos, somnolencia, náuseas, vómitos y, en casos extremos, llegan a producirse fallecimientos. Asimismo, el CO puede agravar los síntomas coronarios y respi- ratorios. En los límites de tolerancia aceptables establecidos por varios gobiernos se prevé una exposición al CO2 100 veces superior a la del CO para desencadenar la misma respuesta.
El PVC se utiliza en los materiales de envasado y en los envoltorios de alimentos. Cuando se calienta una película de PVC, los productos de degradación térmica irritan los ojos, la nariz y la garganta. Además, los trabajadores declaran padecer dificultades al respirar, dolores en el pecho, náuseas, dolores de músculos, escalofríos y fiebre.Los hipocloritos, ácidos (fosfórico, nítrico y sulfúrico), cáusticos y compuestos amónicos cuaternarios suelen utilizarse en las tareas de limpieza con productos líquidos. En los laboratorios de microbiología se emplean compuestos de mercurio y formaldehídos (gas y solución de formalina). Para la desinfección de los laboratorios se aplican fenólicos, hipocloritos y glutaraldehído. En caso de una exposición excesiva y de contacto, se produce irritación y corrosión de los ojos, la piel y los pulmones. Una manipulación inapropiada puede dar lugar a la emisión de sustancias altamente tóxicas, como el cloro y los óxidos de azufre.
El Instituto Nacional para la Salud y la Seguridad en el Trabajo (NIOSH) de Estados Unidos informó de que los traba- jadores dedicados al lavado de aves con agua superclorada sufren dificultades respiratorias. Entre los síntomas figuran migrañas, irritación de garganta, opresión torácica y dificultad al respirar. Se sospecha que la cloramina es el agente causante. Las cloraminas pueden formarse cuando el agua tratada con amoníaco o el agua hirviendo tratada con aminas entra en contacto con soluciones de hipocloritos utilizadas en las tareas de higienización. En las ciudades se añade amoníaco al agua para evitar la formación de halometanos. No se dispone de métodos de toma de muestras del aire en el caso de las cloro minas. Los datos sobre cloro y amoníaco no son indicativos de la exposición, ya que en las pruebas se registraron niveles de estas sustancias muy por debajo de sus límites.
Los fumigantes previenen la aparición de plagas durante el almacenamiento y el transporte de materias primas alimentarias. Algunos ejemplos de estas sustancias son el amoníaco anhidro, la fostoxina (fosfina) y el bromuro de metilo. La escasa duración de este proceso convierte la protección respiratoria en la estrategia más eficaz en función del coste. Deben seguirse las prácticas adecuadas para lograr esta protección al manipular tales compuestos, hasta que las mediciones atmosféricas del área en cuestión se encuentren por debajo de los límites establecidos.
Las empresas han de adoptar las medidas necesarias para evaluar el nivel de contaminación tóxica en el lugar de trabajo y garantizar que los niveles de exposición no excedan los límites estipulados en las normativas sobre salud y seguridad. El grado de contaminación debe analizarse con frecuencia, sobre todo después de cambios en los métodos de elaboración o en los productos químicos utilizados.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Alojamiento y equipamiento para la tripulación en buques de pesca de altura

En los mayores arrastreros-congeladores de popa, destinados a la pesca en alta mar y que a menudo permanecen durante meses lejos de su puerto de amarre, el alojamiento y equipamiento para la tripulació n suele ser amplio. Por ejemplo, un arrastrero de popa islandé s nuevo de 68 m de eslora botado en 1994 dispone de alojamiento para 37 personas. Cuenta con 13 camarotes individuales y 12 dobles, así como con una enfermería con 2 camas y un retrete y lavabo separados. La superficie total de alojamiento es de 625 m2. Todos los camarotes tienen acceso a un retrete, lavabo y ducha separados. El equipamiento de ocio incluye un televisor color esté reo de 28 pulgadas, dos grabadoras de vídeo, un equipo esté reo y receptores. Hay radios en cada camarote y 10 para la cubierta de procesamiento. En cubierta hay un retrete comú n, vestidores para la tripulació n de cubierta, con casilleros, lavabos y lavadoras/secadoras, y una sala para chubasqueros con secadoras para botas altas, etc.

martes, 25 de diciembre de 2007

Riesgos del polvo en la Industria del Te

El polvo de té se genera en las operaciones de mezclado y envasado. Tambié n está presente en altas concentraciones durante las operaciones de limpieza o descardado con ventilador. Cuando tiene un diá metro superior a 10 micró metros se puede calificar de “polvo molesto”. El polvo molesto provoca efectos adversos leves en los pulmones y no debería producir ninguna enfermedad orgá nica significativa ni efectos tó xicos si las exposiciones se mantienen por debajo de un nivel razonable. Sin embargo, una concentració n excesiva en el aire de las zonas de trabajo puede hacer que se deposite polvo en los ojos, oídos y conductos nasales, lo que resulta incó modo. Una vez inhaladas, estas partículas quedan atrapadas en la regió n nasal y faríngea del sistema respiratorio, hasta que se expelen a travé s de los mecanismos limpiadores del propio organismo (p. ej., tos y estornudos).
Las partículas de polvo respirables son aquellas que tienen un diá metro menor de 10 micró metros y, por tanto, son lo suficientemente pequeñ as para atravesar las regiones nasal y faríngea y acceder al tracto respiratorio inferior. Una vez en los pulmones, se incrustan en la región alveolar, donde pueden llegar a producir escaras en el tejido. Las partículas respirables pueden ser irritantes respiratorios, especialmente en personas asmá ticas. El empleo de sistemas de cierre eficaces puede ayudar a contener las partículas de polvo.
Se deben instalar sistemas de ventilació n aspirante u otro tipo de equipos de control del polvo en el lugar en que se produce para mantener unos niveles inferiores a los está ndares generalmente reconocidos (10 mg/m3) o establecidos en la normativa gubernamental aplicable. Los trabajadores que sean muy sensi- bles al polvo y los expuestos a concentraciones elevadas en un determinado momento deben llevar má scaras antipolvo. Las personas con bronquitis cró nica o asma constituyen un grupo de alto riesgo. Los que presentan hipersensibilidad al polvo de té no deben permanecer en el á rea en que se genera.
Aunque existe muy poca información real sobre las explosiones de polvo de té , los datos de los aná lisis indican que se trata de una explosión relativamente dé bil. Parece que el mayor potencial de explosión del polvo de té se da en las latas almacenadas y en los colectores de polvo, donde las concentraciones y el tamañ o de las partículas son óptimos para que se produzca la explosión. Reduciendo al mínimo la concentración de polvo en una sala o en un proceso se reducirá el potencial de explosión. Para algunas operaciones puede ser deseable la utilizació n de equipo elé ctrico diseñ ado para á reas con riesgo de generación de polvo.
Aunque el té y el polvo de té no suelen arder con llama, grandes cantidades de té casi siempre se queman poco a poco si se incendian. Se puede utilizar una gran cantidad de agua en una fina neblina para enfriar el té que se está quemando por debajo de su temperatura de ignició n.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Riesgos y control de la Agricultura Urbana

La agricultura urbana es una actividad que suele desarrollarse a pequeñ a escala cerca de las viviendas, expuesta a contaminantes urbanos, con reciclado de residuos y riesgo de hurto de los productos u otros incidentes violentos. Los riesgos asociados a los distintos tipos de agricultura, plaguicidas y abonos que se describen en otras secciones de este volumen pueden aplicarse tambié n a este caso (PNUD 1996).
En los países desarrollados, las explotaciones suburbanas y las empresas de paisajismo utilizan má quinas cortacé sped y otros equipos de jardinería, como pequeñ os tractores (con accesorios como segadoras, cargadores delanteros y cuchillas)y vehículos utilitarios (parecidos a los todo terreno). Otros accesorios son arados, carros, quitanieves y recortadoras de setos.
Estos tractores son accionados por motores, utilizan combustible, poseen partes mó viles, son conducidos por un operario y muchas veces se utilizan con equipos instalados en ellos o remolcados. Son mucho má s pequeñ os que el típico tractor agrícola, pero pueden tambié n volcar y causar lesiones graves. El combustible utilizado supone un riesgo de incendio (Deere & Co. 1994).
Muchos de los accesorios de los tractores presentan riesgos particulares. Se han dado casos de niños que se han caído de la má quina y han sido aplastados por las ruedas o rebanados por las cuchillas de la segadora. Las segadores plantean dos tipos de riesgos: uno el posible contacto con las cuchillas giratorias y el otro el golpe que pueden producir los objetos lanzados por las cuchillas. Las cuchillas y los cargadores delanteros funcionan por un mecanismo hidrá ulico y, si quedan desatendidos en posi- ció n elevada, existe el peligro de que se caigan encima de alguien que esté debajo y lo aplasten. Los vehículos utilitarios son mucho menos costosos que una camioneta. Pueden volcar en un terreno con mucha pendiente, especialmente en las curvas. Son tambié n peligrosos cuando se utilizan en las vías pú blicas, debido a la posibilidad de colisió n. (Vé ase en la Tabla 64.4 algunas medidas de seguridad que pueden adoptarse cuando se manejan ciertos tipos de cortacé spedes y equipos de jardinería).

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Perspectiva general


Los problemas de salud humanos y los patrones de enfermedad que se asocian con la producción de ganado pueden agruparse en función del tipo de contacto existente entre los animales y las personas (véase la Tabla 70.4). El contacto puede producirse por interacción física directa, o a través de un agente orgánico o inorgánico. Los problemas de salud que se asocian con todos los tipos de producción de ganado pueden agruparse en estos dos ámbitos. El contacto humano directo con el ganado va desde la fuerza bruta de grandes animales como el búfalo chino hasta el contacto cutáneo indetectable con los pelos microscópicos de la lagarta oriental japonesa. Puede producirse una variedad paralela de problemas de salud, que van desde la irritación temporal hasta el golpe físicamente debilitante. Los problemas impor- tantes son las lesiones traumáticas derivadas del manejo de animales grandes, la hipersensibilidad a venenos o las toxicosis por mordeduras y picaduras de artrópodos venenosos y las dermatitis cutáneas de contacto y alérgicas.
Ciertos agentes orgánicos emplean diversas vías para pasar del ganado a los seres humanos, dando lugar a distintos problemas de salud. Entre los más importantes desde el punto de vista global están las zoonosis. En todo el mundo se han identifi- cado más de 150 zoonosis, de las cuales unas 40 son importantes para la salud humana (Donham 1985). La importancia de las zoonosis depende de factores regionales, como las prácticas agrí- colas, el entorno y el status social y económico de la región. Sus consecuencias para la salud van desde síntomas gripales relativamente benignos por brucelosis hasta la tuberculosis debilitante o los efectos potencialmente letales de Escherichia coli o la rabia.
Otros agentes orgánicos son los que se asocian con enferme- dades respiratorias. Los sistemas intensivos de producción de ganado en edificios de confinamiento crean ambientes cerrados en los que el polvo, en el que se encuentran microbios y sus productos intermediarios, se concentran y aerosolizan junto con los gases que, a su vez, son respirados por las personas. Aproximadamente el 33 % de los trabajadores de explotaciones porcinas de Estados Unidos padecen el síndrome tóxico por polvo orgánico (STPO) (Thorne y cols. 1996). Existen problemas comparables en las explotaciones estabuladas de vacuno, donde el polvo que contiene endotoxinas y/o otros agentes biológicamente activos en el entorno contribuye a las bronquitis, al asma profesional y a la inflamación de mucosas. Aunque estos problemas son más llamativos en los países industrializados, en los que la agricultura está muy extendida, la creciente exportación de tecnologías de producción de ganado en confinamiento a las zonas en desarrollo como el sureste de Asia y América Central aumenta los riesgos para los trabaja- dores de esas regiones.
Los problemas de salud derivados de los agentes físicos suelen estar relacionados con las herramientas o con la maquinaria directa o indirectamente implicadas en la producción ganadera en el medio ambiente agrario. Los tractores son la principal causa de fallecimiento en explotaciones agrícolas en países desarrollados. Además, las elevadas tasas de sordera que se asocia con la maquinaria y los ruidos de la producción ganadera en confinamiento, y los trastornos musculosqueléticos causados por movimientos repetitivos, son otras tantas consecuencias de las formas industrializadas de agricultura animal. La industrialización agrícola, que se caracteriza por el empleo de tecnologías intensivas con grandes capitales que actúan como interfaz entre los seres humanos y el medio físico para producir alimento, está detrás del crecimiento de los agentes físicos como factores de salud importantes relacionados con la ganadería.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Riesgos de la maquinaria en la Industria del Te

La mezcla y envasado del té requiere un equipo y una maquinaria que expone a los trabajadores a cadenas y engranajes, correas y poleas, aspas giratorias, y má quinas y líneas de envasado que funcionan a gran velocidad y presentan numerosos puntos peligrosos. La mayoría de las lesiones son resultado de laceraciones y contusiones en dedos, manos y brazos. Las protecciones del equipo son críticas para evitar que los trabajadores queden enganchados bajo las partes mó viles o entre ellas. Hay que instalar protecciones y/o conmutadores para proteger a los trabajadores de las partes mó viles en que exista posibilidad de lesionarse.
Cuando se retire una protecció n (por ejemplo para el mantenimiento), se deben aislar todas las fuentes energé ticas, y el mantenimiento y reparació n del equipo realizarse siguiendo un programa vigente y eficaz de mecanismos de bloqueo y carteles de advertencia.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Descripción del proceso de Agricultura Urbana

La agricultura urbana es considerada como una alternativa para conseguir en un futuro la sostenibilidad ecoló gica de pueblos y ciudades. En general se dedica al cultivo de productos comerciales de ciclo má s corto y valor mayor, recurriendo al multicultivo y al empleo de té cnicas agrícolas integradas cuando existe escasez de espacio o de agua. Para sacar el mayor provecho se utiliza el espacio tanto vertical como horizontal. Su principal característica es el reciclaje de residuos. Sus procesos son los típicos de la agricultura, con los mismos materiales y las mismas etapas, pero diseñ ados para utilizar los residuos humanos y animales como fertilizantes y fuentes de agua para el crecimiento de las plantas. No obstante, en este modelo casi idealizado siguen necesitá ndose medios de producció n externos, como los plaguicidas (PNUD 1996).
En el caso especial del paisajismo, el aspecto es el producto. El cuidado del cé sped y de á rboles, arbustos y flores ornamentales constituye la base de las actividades paisajísticas. En general, el experto en paisajismo compra las plantas, esquejes o semillas en un vivero o a un productor de cé sped, los planta y los cuida de manera rutinaria y frecuente. Es una actividad típicamente intensiva en mano de obra y sustancias químicas y también es habitual el uso de herramientas manuales y eléctricas, cortadoras de cé sped y otros aperos de jardinería. Cortar el cé sped es una labor rutinaria en el paisajismo.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Riesgos en la Industria del Te

Existen numerosos riesgos de seguridad y salud asociados con el mezclado, procesado y envasado del té . Riesgos relacionados con las protecciones de las má quinas, el ruido, los resbalones y caídas y las lesiones debidas al levantamiento de pesos son bastante corrientes en la industria de bebidas. Otros riesgos, como el polvo en las á reas de mezclado y envasado, no se suelen encontrar en los procesos hú medos de las operaciones de embotellado y enlatado.

martes, 11 de diciembre de 2007

Códigos internacionales (II)

Entre los elementos sobre los que deben examinarse los candidatos a los certificados de patrón de buque y oficiales de navegación de buques pesqueros sin limitación geográfica se encuentran los siguientes: navegación, guardia, determinación electró nica de la posición, meteorología, comunicación, prevención de incendios, salvamento, maniobras y manejo de un buque de pesca, construcción y estabilidad de buques de pesca (incluidos conocimientos sobre los efectos de las superficies libres y la adhesión de hielos), manejo y estiba de capturas, lengua inglesa, ayuda sanitaria, derecho marítimo, búsqueda y rescate, conocimiento de la Parte A del Código de seguridad para pescadores y buques de pesca de la FAO/OIT/OMI y prevenció n de la contaminación marina.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Sistema respiratorio (II)

En el régimen de indemnizaciones por accidentes laborales del Reino Unido, se reconoce el asma profesional debido al manejo de encimas, animales, cereales y harina. La exposición al aldehído cinámico derivado de la corteza de los árboles y al dióxido de azufre, un blanqueador y fumigante, causa una elevada prevalencia de asma en los trabajadores dedicados a la producción de canela en Sri Lanka. La exposición al polvo es mínima en el caso de los trabajadores que extraen la corteza, pero los que desarro- llan su actividad en los establecimientos de los compradores locales están en contacto con niveles de polvo y dióxido de azufre altos. En un estudio se comprobó que 35 de 40 de estos trabajadores padecían toses crónicas (37,5 %) o asma (22,5 %). Otros trastornos consistían en la pérdida de peso (65 %), la irritación de la piel (50 %), pérdida de pelo (37,5 %), irritación de los ojos (22,5 %) y erupciones cutáneas (12,5 %). En el caso de los trabajadores expuestos a concentraciones similares de polvo de origen vegetal en suspensión en el aire, la prevalencia del asma era superior en los que trabajan con la canela (22,5 % frente a un 6,4 % en los dedicados al sector del té y un 2,5 % en los productores de capoc). Se cree que no existe una relación directa del tabaquismo con las toses, ya que se observaron síntomas semejantes en 8 mujeres no fumadoras y 5 hombres que consumían 7 cigarrillos al día. La irritación de las mucosas respiratorias debida al polvo de canela provoca la tos.
En otros estudios se analizó la relación entre los trastornos respiratorios y los alérgenos y los antígenos originados en los alimentos, como la proteína de huevo y los productos obtenidos en el mar. Aunque no pudo vincularse ningún polvo específico presente en lugares de trabajo con las diversas enfermedades respiratorias agudas y crónicas padecidas por los trabajadores expuestos, los resultados indican una fuerte asociación entre estos trastornos y el entorno laboral.
Hace muchos años que la microbiología forma parte de la producción alimentaria. En general, la mayoría de los microorganismos utilizados en estas industrias se consideran inofensivos. En la elaboración del vino, el queso, el yogur y la pasta agria se emplean procesos microbiológicos para obtener productos consumibles. En la producción de proteínas y encimas se aplican cada vez más técnicas biotecnológicas. Ciertas especies de asper- gilos y de bacilos generan amilasas que convierten la fécula en azúcar. La levadura transforma la fécula en acetona. El tricoderma
y el penicillium producen celulasas que se descomponen en celulosa. Como resultado, las esporas de hongos y actinomicetos se encuentran en abundancia en los procesos de elaboración de alimentos. El aspergillus y el penicillium suelen estar presentes en la atmósfera de las panaderías. El segundo se encuentra asimismo en los centros de producción láctea y cárnica; en la maduración de quesos y salchichas puede existir un importante crecimiento en superficie. Las medidas de limpieza adoptadas con anterio- ridad a la venta dispersan estas sustancias en el aire, y los trabajadores pueden padecer alveolitis alérgica. Los casos de asma profesional se asocian a la acción de muchos de estos organismos, mientras que de algunos otros se sospecha que causan infecciones y transportan micotoxinas. Las encimas tripsina, quimotripsina y proteasa se vinculan a la hipersensibilidad y a los trastornos respiratorios, sobre todo en el caso de los trabajadores de laboratorio.
Además de las partículas en suspensión en el aire generadas en los alimentos y de los agentes microbianos, la inhalación de sustancias químicas peligrosas utilizadas como reactivos, refrige- rantes, fumigantes y esterilizadores pueden provocar trastornos respiratorios y de otros tipos. Tales sustancias se encuentran en estado sólido, líquido o gaseoso y la exposición a ellas a niveles similares o superiores a los límites reconocidos suele dar lugar a irritación de la piel y de los ojos y a enfermedades respiratorias. Las migrañas, la salivación, la irritación de la garganta, la transpiración, las náuseas y los vómitos son síntomas de intoxicación debida a la sobreexposición.
El amoníaco es un refrigerante gaseoso incoloro, un agente limpiador y un fumigante utilizado en la elaboración de alimentos. La exposición a esta sustancia puede provocar quemaduras corrosivas o la formación de ampollas en la piel. Si esta exposición es intensa y se prolonga, puede producir bronquitis y neumonía.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Códigos internacionales (I)

Tres organizaciones de Naciones Unidas —la FAO, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Marí- tima Internacional (OMI)— celebraron un acuerdo de cooperación para llevar a cabo un proyecto consistente en elaborar un có digo de seguridad para los pescadores y buques de
pesca, cada una de ellas en su correspondiente á mbito de competencia:

• FAO—pesquerías en general;
• OIT—el trabajo en la industria pesquera,
• OMI—seguridad de la vida, los buques y el equipo en el mar.



Un grupo de asesores de las tres organizaciones elaboró un Có digo de seguridad para los pescadores y buques de pesca que consta de dos partes: la Parte A, seguridad y prá cticas sanitarias para patrones y tripulaciones de buques de pesca, contiene exigencias operativas y laborales; y la Parte B se dedica a la seguridad y los requisitos sanitarios para la construcció n y equipamiento de los buques de pesca. La finalidad de esta guía es reducir los riesgos de lesió n para los pescadores y, en la medida de lo posible, evitar accidentes, reduciendo así los peligros para el buque. La OMI coordinó las enmiendas propuestas, pero éstas fueron sometidas a la aprobació n definitiva de las tres orga- nizaciones. La OMI ha publicado las ediciones revisadas del có digo en nombre de la FAO, la OIT y la OMI.
En la Parte A se ofrece la informació n bá sica necesaria para realizar con seguridad las operaciones de pesca, como seguridad en la navegació n, navegabilidad del buque y equipamiento adecuado. Otras medidas de precaució n que deben tomarse incluyen el mantenimiento de una estabilidad adecuada del buque; precauciones contra las caídas fuera de borda; seguridad general en cubierta; seguridad en las salas de má quinas y equipo mecá nico; conocimiento de los mecanismos de salvamento, prevención de incendios y equipo de primeros auxilios. Tambié n es fundamental el mantenimiento perió dico de todos los meca- nismos de seguridad del buque y su equipo.
Para la seguridad de un buque de pesca, la direcció n y manejo del mismo son factores bá sicos. Los patrones de buques con 24 m de eslora o má s que operen sin límites geográ ficos deben conocer todos los aspectos de la navegació n, las maniobras y el manejo de un buque de pesca, su construcció n y estabilidad. El patró n debe poder utilizar datos sobre estabilidad y evaluar la influencia de la carga de pescado, del contenido de los tanques de agua y carburante, del agua atrapada en la cubierta, del cierre de las escotillas del buque y de la tracció n de las artes de pesca.
Para la seguridad de los buques de pesca y sus tripulantes es esencial que la educació n, formació n y certificació n de todo el personal de a bordo se ajusten a normas reconocidas de alto nivel. A tal fin, se firmó en 1995 en la sede de la OMI de Londres un Convenio internacional sobre normas, titulació n y guardia para la gente de mar. Aquellos Estados en que el Convenio ha entrado en vigor se han comprometido a adoptar todas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas para garantizar que el personal de los buques marinos esté calificado y preparado para sus tareas desde el punto de vista de la seguridad de la vida y la propiedad en el mar y de la protecció n del medio ambiente marino. El convenio entrará en vigor
12 meses despué s de la fecha en que lo hayan ratificado al menos 15 Estados.
Los reglamentos anexos al Convenio estipulan las exigencias obligatorias mínimas en materia de certificació n de patrones, oficiales, oficiales ingenieros y operadores de radio, así como la formació n específica bá sica para todo el personal de los buques pesqueros y disposiciones sobre principios bá sicos que deben observarse durante la guardia de navegació n a bordo de los buques de pesca.

martes, 4 de diciembre de 2007

PROBLEMAS DE SALUD Y PAUTAS PATOLOGICAS

La domesticación de animales tuvo lugar de modo independiente en varias zonas del Viejo y del Nuevo Mundo hace más de 10.000 años. Hasta entonces, la caza y el acopio habían constituido el patrón predominante de subsistencia. El control por el ser humano de la producción de plantas y animales y de los procesos de reproducción implicó cambios revolucionarios en la estructura de las sociedades humanas y en sus relaciones con el entorno. La aparición de la agricultura marcó un aumento en la intensidad del trabajo y del tiempo empleado en actividades relacionadas con la obtención de alimentos. Las pequeñas familias nucleares, que estaban adaptadas a la caza nómada y a los grupos de acopio, se transformaron en grandes unidades sociales ampliadas y sedentarias, adecuadas para la producción de alimento domesticado mediante explotaciones intensivas.
La domesticación de los animales aumentó la susceptibilidad de los seres humanos a las lesiones y enfermedades relacionadas con los animales. El hecho de que las poblaciones fueran mayores y sedentarias, y se asentaran en íntima proximidad de los animales, supuso un aumento de las probabilidades de transmisión de enfermedades entre los animales y los seres humanos. La aparición de grandes rebaños de ganado criado de modo más intensivo también aumentó la probabilidad de lesiones. En todo el mundo, las distintas formas de agricultura animal se asocian con riesgos diversos de lesiones y enfermedades. Por ejemplo, los 50 millones de habitantes que practican la agricultura de poda y quema en las regiones ecuatoriales afrontan problemas distintos que los 35 millones de pastores nómadas que hay en Escandinavia y en Asia central o que los 48 millones de productores de alimento que practican formas industrializadas de agricultura.

En este artículo se examinan algunos patrones de lesiones, enfermedades infecciosas, enfermedades respiratorias y enfermedades cutáneas que se asocian con la producción de ganado. El tratamiento resulta desequilibrado en cuanto a los temas y las zonas geográficas a que se refiere, porque la mayor parte de la investigación ha sido realizada en países industrializados, en los que son habituales las formas intensivas de producción ganadera.