Las serrerías y otros talleres de transformación de la madera son ambientes de trabajo extremadamente peligrosos debido a la naturaleza del proceso, que comporta el movimiento y corte de trozos de madera muy grandes y pesados a velocidades relativamente altas. Aunque se disponga de buenos controles técnicos, es preciso cumplir estrictamente normas y procedimientos de seguridad. Existen varios factores generales que pueden contribuir al riesgo de lesiones. No mantener el orden y la limpieza adecuadamente aumenta el riesgo de resbalones, tropezones y caídas, y el polvo de madera puede plantear un peligro de incendio o explosión. Los altos niveles de ruido han provocado lesiones debido a la menor capacidad de los trabajadores para comunicarse y oír las señales acústicas de advertencia. Muchas fábricas grandes trabajan en varios turnos, y las horas de trabajo, en especial los cambios de turno, pueden aumentar las probabilidades de accidente.
Entre los accidentes más comunes con riesgo de que se produzcan heridas muy graves o mortales hay que citar los golpes por los equipos móviles; las caídas de plataformas y pasos elevados; la no desconexión o bloqueo de los equipos mientras se realizan tareas de mantenimiento o se intenta eliminar atascos; los golpes por el retroceso de sierras, canteadoras y cepilladoras; y el ahogamiento en vías fluviales de conducción de troncos o estanques de almacenamiento. Los trabajadores de reciente contratación corren un riesgo mayor. Por ejemplo, en un análisis de las causas de 37 fallecimientos ocurridos en serrerías entre 1985 y 1994 en la Columbia Británica, Canadá, 13 (el 35 %) de ellas ocurrieron durante el primer año de empleo, y 5 de estas últimas durante la primera semana de empleo (4 el primer día) (Howard, 1995).
También existe un alto riesgo de lesiones no mortales. Las partículas y pequeños trozos de madera o residuos expulsados por la maquinaria pueden provocar lesiones oculares. El contacto entre la madera y la piel sin proteger puede dar lugar a pinchazos, cortes y astillas clavadas. Intentar empujar o levantar materiales pesados durante la clasificación y selección u otras operaciones implica riesgo de torceduras, esguinces y otras lesiones musculoesqueléticas.
Entre los accidentes más comunes con riesgo de que se produzcan heridas muy graves o mortales hay que citar los golpes por los equipos móviles; las caídas de plataformas y pasos elevados; la no desconexión o bloqueo de los equipos mientras se realizan tareas de mantenimiento o se intenta eliminar atascos; los golpes por el retroceso de sierras, canteadoras y cepilladoras; y el ahogamiento en vías fluviales de conducción de troncos o estanques de almacenamiento. Los trabajadores de reciente contratación corren un riesgo mayor. Por ejemplo, en un análisis de las causas de 37 fallecimientos ocurridos en serrerías entre 1985 y 1994 en la Columbia Británica, Canadá, 13 (el 35 %) de ellas ocurrieron durante el primer año de empleo, y 5 de estas últimas durante la primera semana de empleo (4 el primer día) (Howard, 1995).
También existe un alto riesgo de lesiones no mortales. Las partículas y pequeños trozos de madera o residuos expulsados por la maquinaria pueden provocar lesiones oculares. El contacto entre la madera y la piel sin proteger puede dar lugar a pinchazos, cortes y astillas clavadas. Intentar empujar o levantar materiales pesados durante la clasificación y selección u otras operaciones implica riesgo de torceduras, esguinces y otras lesiones musculoesqueléticas.
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