El manipulador del elefante (o domador) recibe el nombre de oozie en Myanmar y de mahout en India y en Sri Lanka. Coloca una montura (una gruesa almohadilla a base de hojas y corteza de árbol) sobre el dorso del elefante para proteger su sensible columna del tack, que se emplea para acarrear troncos. Se sienta sobre el cuello del elefante mientras éste utiliza su tronco, patas, boca y frente para cumplir sus tareas diarias. Un elefante bien entrenado en el acarreo de troncos es capaz de responder a más de 30 órdenes vocales y a 90 puntos de presión sobre su cuerpo si lo maneja la persona adecuada. Se trabaja hasta las 2:45 de la tarde; a continuación el oozie lava al elefante en agua frotándolo con mitades de coco durante casi una hora. Después le alimenta con arroz cocido y salado y hobbles y lo deja suelto para pacer en el bosque por la noche. Hacia las 4:00 de la mañana, el oozie localiza al elefante por medio de los sonidos de una campana que lleva el animal (Schmidt 1997). Raramente se mantiene en cautividad a los elefantes machos, y las hembras suelen pastar en libertad para ser cubiertas. También se emplea la inseminación artificial. Los machos donan semen a
una hembra artificial de tamaño real. Es imposible detectar visualmente cuándo una elefanta está en celo (tres veces al año), por lo que se le extraen muestras de sangre semanalmente para medir los niveles de progesterona. Cuando una hembra está en celo, la cubrición se hace inyectándole el semen en la vagina con un tubo de inseminación neumático, flexible y largo.
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