En Finlandia se han realizado trabajos prometedores sobre la percepción, evaluación y asunción de riesgos en la industria forestal. Sus hallazgos sugieren que los trabajadores desarrollan modelos internos acerca de sus trabajos que llevan al desarrollo de rutinas automáticas o semiautomáticas. La teoría de los modelos internos describe la actividad normal de un trabajador forestal, como el manejo de una motosierra o una máquina forestal, los cambios introducidos a través de la experiencia, las razones para dichos cambios y la creación de situaciones de riesgo (Kanninen 1986). Ha contribuido a dar una explicación coherente para muchos accidentes y a efectuar propuestas de prevención.
De acuerdo con esta teoría, los modelos internos evolucionan a niveles sucesivos a través de la experiencia. Kanninen (1986) ha sugerido que en el manejo de motosierras el modelo movi- miento-control es el más bajo en la jerarquía de este tipo de modelos, seguido por el modelo de manipulación de árboles y el modelo del ambiente de trabajo. Según esta teoría, los riesgos aparecen cuando el modelo interno del trabajador forestal se desvía de las necesidades objetivas de la situación: puede no estar suficientemente desarrollado, o contener factores de riesgo inherentes, o no utilizarse en un momento determinado (p. ej., a causa de la fatiga) o no existir un modelo que encaje con una situación inusual (p. ej., un vendaval). Cuando se produce una de estas situaciones, es probable que provoque un accidente.
En el desarrollo y utilización de modelos influyen la expe- riencia y la formación, lo cual puede explicar los resultados contradictorios de los estudios realizados sobre percepción y evaluación de riesgos en la revisión de Slappendel y cols. (1993). Los trabajadores forestales consideran en general que la asun- ción de riesgos forma parte de su trabajo. Cuando esta tendencia es pronunciada, la compensación del riesgo puede minar los esfuerzos por mejorar la seguridad en el trabajo. En estas situaciones, los trabajadores ajustan su comportamiento y vuelven a lo que aceptan como nivel de riesgo. Por ejemplo, ésta puede ser parte de la explicación a la eficacia limitada de los equipos de protección personal (EPP). Sabiendo que están prote- gidos por botas y pantalones a prueba de cortes, los trabajadores van más aprisa, aproximan el cuerpo más a la máquina y siguen el camino más corto en algunas situaciones incumpliendo con ello los reglamentos en materia de seguridad porque “les llevan demasiado tiempo”. Por lo común, la compensación del riesgo parece ser parcial. Es probable que existan diferencias entre trabajadores individuales y grupos, y que los factores de recom- pensa sean importantes para desencadenar la compensación del riesgo. Entre las recompensas cabría citar una menor incomo- didad (como no llevar ropa protectora agobiante en un clima caluroso) o beneficios financieros (como en los sistemas de remuneración a destajo), pero el reconocimiento social en una cultura machista también es un motivo concebible. La selección y la instrucción de los trabajadores y la organización del trabajo deben intentar minimizar los incentivos a la compensación del riesgo.
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