Además de los procedimientos de operación normal, cada central nuclear dispone de un sistema de notificación de incidentes con el que se investiga y registra cualquier fallo o deterioro de los equipos, deficiencias en el diseño o la construcción y errores de funcionamiento detectados por los sistemas de vigi- lancia o por pruebas e inspecciones periódicas. Se determina la causa fundamental de cada incidente de modo que pueda adoptarse una medida preventiva o correctiva apropiada. Los informes de incidentes, incluidos los resultados de los análisis y las recomendaciones, son analizados por la dirección de la central y por expertos en materia de seguridad y factores humanos que no suelen estar radicados en la central.
El sistema de notificación de incidentes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) funciona en todo el mundo como complemento de los sistemas nacionales para garantizar el intercambio de información entre todos los países participantes. La Asociación Mundial de Operadores Nucleares
(WANO, World Association of Nuclear Operators) también faci- lita el intercambio de información detallada en el plano operativo.
Los reactores nucleares y todos los sistemas auxiliares y rela- cionados con la seguridad se mantienen y se prueban periódica- mente obedeciendo a unos requisitos de garantía de calidad con el fin de asegurar su fiabilidad durante toda su vida de servicio. Además de la vigilancia automática, se realizan pruebas e investigaciones manuales sistemáticas en busca de evidencias de deterioros o fallos. Entre ellas cabe citar una vigilancia de campo constante, el mantenimiento preventivo, las pruebas periódicas y el estudio de los cambios registrados en las condiciones de la planta.
Se establecen objetivos de funcionamiento muy exigentes para los sistemas de proceso y seguridad a fin de que el riesgo para el personal y la población se mantenga dentro de unos límites aceptablemente reducidos. Para los sistemas de proceso, que funcionan activamente mientras se genera electricidad, los porcentajes de fallo se comparan con los objetivos de funciona- miento y, si éste se encuentra por debajo de lo exigido, se pueden introducir cambios en el diseño. Para los sistemas de seguridad el planteamiento es diferente, ya que sólo entran en funcionamiento si fallan los sistemas de proceso. Se controlan por medio de completos programas de pruebas, y los resultados se utilizan para determinar cuánto tiempo podría quedar fuera de servicio cada uno de ellos. El tiempo total calculado se compara con una norma de funcionamiento muy exigente. Si se detecta una deficiencia en un sistema de seguridad se corrige inmediatamente o se para el reactor.
También se aplican vastos programas de pruebas y mantenimiento durante las paradas periódicas programadas. Por ejemplo, todas las vasijas y componentes a presión y sus soldaduras se inspeccionan sistemáticamente con métodos no destructivos y siguiendo las normas de seguridad.
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