miércoles, 27 de junio de 2007

Características de los trabajadores de la Caza

La caza profesional es poco frecuente en la actualidad (si se exceptúan las actividades de guía) en los países desarrollados, y se limita por lo general a operaciones de reducción de poblaciones excesivas (p. ej., de predadores, de excedentes, etc.) o de control de animales molestos (p. ej., caimanes). Así pues, la caza se practica actualmente para la subsistencia o con fines recreativos, mientras que la caza con cepo sigue siendo una actividad que genera ingresos a algunos residentes en zonas rurales. La mayoría de los cazadores y tramperos son hombres: en 1991, el 92 % de los 14,1 millones de personas (de 16 años o más) que cazaban en Estados Unidos eran varones. La caza normal y la caza con cepo atraen a personas independientes y vigorosas que disfrutan viviendo y trabajando al aire libre. Ambas son actividades tradicionales de numerosas familias rurales, en las que los jóvenes son instruidos por sus padres o mayores en la caza, al igual que en la preparación de alimentos, pieles y prendas de ropa. Se trata de trabajos estacionales utilizados para complementar las reservas de alimentos y, en el caso de la caza con cepo, para conseguir dinero en metálico. Su realización con éxito exige un conocimiento profundo de la vida silvestre y competencia en una gran variedad de destrezas necesarias cuando se trabaja al aire libre. También es un requisito importante la existencia de transporte eficiente a buenas zonas para la caza normal y la caza con cepo.

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