jueves, 16 de julio de 2009

PRODUCCION DE PAPEL Y • TRANSFORMADOS: PASTA PAPELERA, PAPEL, Y CARTON (II)

Para producir pasta papelera, la suspensió n de pasta se tamiza una vez más y se ajusta su consistencia (4 al 10 %) antes de que esté preparada para la máquina. Entonces se extiende en una tela metá lica mó vil o malla de plá stico (conocida como “rejilla”) en el “extremo hú medo” de la má quina de pasta, donde los operadores vigilan la velocidad de la cinta en movimiento y el contenido en agua (Figura 72.9; las prensas y la tapa del secador pueden verse en la zona superior izquierda; en las fá bricas modernas, los trabajadores emplean gran parte del tiempo salas de control). El agua y el filtrado se extraen a travé s de la cinta eliminando la humedad de la fibra. La hoja de pasta pasa a travé s de una serie de rodillos rotatorios (“prensas”) que escurren el agua y el aire hasta que la consistencia es del 40 al 45 %. Se hace entonces flotar la hoja a travé s de una serie de pisos de secadores de aire caliente hasta que la consistencia sea del 90 al 95 %. Finalmente, la lá mina continua se corta en pliegos y se apila en balas. Las balas de pasta se comprimen, se embalan y se empaquetan en resmas para su almacenamiento y transporte. Aunque a primera vista parece bastante similar a la producción de hojas de pasta papelera, la fabricació n de papel es bastante má s compleja. Algunas papeleras emplean un surtido de diferentes pastas para optimizar la calidad del papel (p. ej., una mezcla de madera dura, madera blanda, kraft, sulfito, pasta mecá nica o reciclada). Dependiendo del tipo de pasta utilizada, hay que seguir una serie de pasos para obtener la hoja de papel.
Generalmente, la pasta papelera seca se rehidrata, al tiempo que se diluye la pasta de alta consistencia almacenada. Las fibras de la pasta se pueden sacudir para aumentar la zona de enlaces entre fibras para así mejorar la persistencia de la hoja. La pasta se mezcla con aditivos del “extremo hú medo” (Tabla 72.4) y se pasa a travé s de un conjunto final de cribas y lavaderos. Entonces la pasta queda preparada para la má quina de papel.
El esparcidor de la pasta y el cabezal distribuyen una suspensión fina (1 a 3 %) de pasta depurada, en una rejilla mó vil (semejante a la de la má quina de pasta, só lo que a una velocidad mucho mayor, en ocasiones a má s de 55 km/h) que forma con las fibras una fina lá mina afieltrada. La lá mina se desplaza a travé s de una serie de rodillos de prensado a la secció n de secado, donde unos rodillos calentados con vapor evaporan gran parte del agua restante. En esta etapa se han desarrollado por completo los enlaces de hidró geno entre las fibras. Finalmente, el papel se pasa por la calandria y se enrolla en bobinas. El calandrado es el proceso por el cual se alisa la superficie del papel y se reduce su espesor. El papel seco alisado así obtenido se enrolla en una bobina, se etiqueta y se transporta al almacén (Figura 72.10; nó tense el papel residual bajo la bobina y el trabajador en el panel de control abierto). Los aditivos del “extremo seco” se pueden añ adir antes del calandrado sobre la má quina, o en las operaciones de preparación, “fuera de máquina”, en el sector de transformación de la industria.

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