La captura de especies no deseadas —denominada captura accesoria (o en algunos casos mortandad accesoria)—constituye uno de los principales impactos medioambientales de la industria pesquera marina mundial. Las capturas accesorias, la mayoría de las cuales se “descarta” y arroja de vuelta al mar, incluyen:
En un importante estudio realizado por la FAO (Alverson y cols. 1994) se estima, de forma provisional y conservadora, que cada añ o las operaciones de pesca comercial ocasionan la captura y descarte de 27 millones de toneladas de pescado y vida invertebrada (es decir, excluidos mamíferos, aves y tortugas marinos) - muchos de ellos muertos o a punto de morir. Esto equivale a má s de una tercera parte del peso de todos los desembarques notificados de las pesquerías comerciales de todo el mundo, calculados en unos 77 millones de toneladas.
Aparte de las cuestiones é ticas relacionadas con este derroche existe una gran preocupació n pú blica por las repercusiones medioambientales de la mortalidad causada por el descarte, como una posible pé rdida de la biodiversidad y la reducció n de las poblaciones de peces. Es posible que hasta 200.000 mamíferos marinos mueran anualmente en los aparejos de pesca (Alverson y cols. 1994). La pesca con red de enmalle representa probablemente la más grave amenaza para muchas poblaciones de marsopas; al menos una especie (la yaquita del Golfo de California) y varias poblaciones de marsopas costeras está n a punto de extinguirse por este tipo de pesca. La captura no intencional
y la mortalidad de las tortugas marinas, en particular la provocada por los camaroneros y algunos palangreros, constituye un importante factor que pone continuamente en peligro diversas poblaciones en todos los océanos del mundo (Dayton y cols. 1995). Tambié n un gran nú mero de aves marinas mueren en algunas pesquerías; los palangreros matan anualmente decenas de miles de albatros y están considerados la mayor amenaza para la supervivencia de muchas especies y poblaciones de albatros (Gales 1993).
La cuestión de las capturas accesorias es un factor importante en la negativa opinión que tiene el pú blico de la pesca comercial marina. Para remediarlo, se han realizado amplias investigaciones en los últimos años con el fin de mejorar la selectividad de las artes y mé todos de pesca. De hecho, la FAO (1995) estima que podría lograrse una reducción del 60 % de los descartes para el añ o 2000 si los gobiernos y la industria realizaran un esfuerzo concertado.
• especies comercializables que son demasiado pequeñ as o cuyo desembarque esta prohibido;
• especies no comercializables;
• especies comerciales que no corresponden a la especie específica de la pesquería,
• especies no relacionadas con la pesquería, como aves, tortugas
y mamíferos marinos.
En un importante estudio realizado por la FAO (Alverson y cols. 1994) se estima, de forma provisional y conservadora, que cada añ o las operaciones de pesca comercial ocasionan la captura y descarte de 27 millones de toneladas de pescado y vida invertebrada (es decir, excluidos mamíferos, aves y tortugas marinos) - muchos de ellos muertos o a punto de morir. Esto equivale a má s de una tercera parte del peso de todos los desembarques notificados de las pesquerías comerciales de todo el mundo, calculados en unos 77 millones de toneladas.
Aparte de las cuestiones é ticas relacionadas con este derroche existe una gran preocupació n pú blica por las repercusiones medioambientales de la mortalidad causada por el descarte, como una posible pé rdida de la biodiversidad y la reducció n de las poblaciones de peces. Es posible que hasta 200.000 mamíferos marinos mueran anualmente en los aparejos de pesca (Alverson y cols. 1994). La pesca con red de enmalle representa probablemente la más grave amenaza para muchas poblaciones de marsopas; al menos una especie (la yaquita del Golfo de California) y varias poblaciones de marsopas costeras está n a punto de extinguirse por este tipo de pesca. La captura no intencional
y la mortalidad de las tortugas marinas, en particular la provocada por los camaroneros y algunos palangreros, constituye un importante factor que pone continuamente en peligro diversas poblaciones en todos los océanos del mundo (Dayton y cols. 1995). Tambié n un gran nú mero de aves marinas mueren en algunas pesquerías; los palangreros matan anualmente decenas de miles de albatros y están considerados la mayor amenaza para la supervivencia de muchas especies y poblaciones de albatros (Gales 1993).
La cuestión de las capturas accesorias es un factor importante en la negativa opinión que tiene el pú blico de la pesca comercial marina. Para remediarlo, se han realizado amplias investigaciones en los últimos años con el fin de mejorar la selectividad de las artes y mé todos de pesca. De hecho, la FAO (1995) estima que podría lograrse una reducción del 60 % de los descartes para el añ o 2000 si los gobiernos y la industria realizaran un esfuerzo concertado.
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