El trabajo de campo de la fase de reconocimiento suele correr a cargo de pequeñ os grupos de geocientíficos que disponen de un apoyo limitado en un terreno poco familiar. El reconocimiento puede incluir labores de prospecció n, sondeo, muestreo geoló gico, muestreo geoquímico general y preliminar y estudios geofísicos. La prospecció n má s detallada comienza despué s de la fase de evaluació n de objetivos, una vez que se han adquirido los derechos sobre el terreno con los correspondientes permisos, concesiones o alquiler. El trabajo de campo detallado, que comprende operaciones de sondeo geoló gico, muestreo y estudios geofísicos y geoquímicos, requiere un modelo de control de los estudios. Este trabajo exige con frecuencia la realizació n de pruebas con utilización de zanjas o perforaciones y equipos pesados como retroexcavadoras, palas elé ctricas, aplanadoras, barrenas y, en algunos casos, explosivos. Los equipos de perforación con trépanos de diamantes, giratorios o de percusió n pueden estar montados sobre camiones o ser transportados hasta el lugar adecuado sobre plataformas rodantes. En algunas ocasiones se utilizan helicó pteros para transportar los equipos de perforación hasta los mismos pozos.
Los resultados de algunos proyectos de prospección son suficientemente alentadores para justificar una prospección más detallada con recogida de grandes muestras o de material a granel que permitan evaluar las posibilidades econó micas del filón. Esta operación puede realizarse mediante perforaciones intensivas, aunque en muchos filones puede ser necesario realizar muestreos subterrá neos o con zanjas. A veces, se excavan pozos de prospecció n, rampas o galerías para acceder al filó n. Aunque el trabajo lo realizan los mineros, la mayoría de las empresas encargan a un geó logo el plan previo de muestreo subterrá neo.
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