• Los objetivos de protección se basan en peligros concretos. Por lo tanto, los requisitos en materia de seguridad son eminentemente prácticos.
• Las disposiciones en forma de objetivos de protección permiten una mayor flexibilidad en la elección y desarrollo de soluciones que la prescripción de medidas concretas. Las medidas específicas también pueden ir adaptándose a los avances tecnológicos.
• Si aparecen nuevos peligros, tales disposiciones pueden completarse abordando el problema específico.
La creación de comisiones sectoriales bipartitas o tripartitas en las que participen la empresa interesada y las organizaciones de empleados ha demostrado ser una manera eficaz de mejorar la aceptación y la aplicación de las disposiciones en materia de seguridad en la práctica.
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