El mozo que cuida del caballo es responsable de cepillarlo y bañarlo, ponerle la silla, ponerle vendajes protectores o botas, limpiar el establo y hacerle la cama con paja, viruta, turba, cáscaras de cacahuete, tiras de papel de periódico o incluso cáscaras de arroz. El mozo u otra persona pasea al caballo; a veces se hace con máquinas. El mozo proporciona al caballo heno, grano y agua, rastrilla y barre, limpia la ropa del caballo y retira el estiércol con una carretilla. Se encarga de sujetar al caballo para el veterinario o el herrero (que es quien suele hacer el herraje). Todos los caballos requieren un control de parásitos, el cuidado de los cascos y el limado de los dientes.
Los caballos para exhibición suelen permanecer en el establo y practicar ejercicio a diario. Pero los caballos jóvenes y los dedicados al ocio suelen guardarse en establos por la noche y ser liberados durante el día, mientras que otros se guardan al aire libre en dehesas o pastos con cobertizos para guarecerse. Los caballos de carreras reciben alimento tres o cuatro veces al día, mientras que los de exhibición, otros caballos de muestra y los destinados a cría comen dos veces al día. Los caballos de estancia sólo se alimentan una vez al día, dependiendo del forraje que haya.
Los caballos viajan por muchas razones: exhibiciones, carreras, cría o tiro. La mayoría va en camiones o remolques; pero algunos son transportados en tren o en avión para aconteci- mientos importantes.
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