Al montar, es importante llevar unas buenas botas y un casco. Cualquier persona que monte debe llevar ropa adecuada al efecto ya sea correr, saltar, un rodeo o entrenar a caballos de carreras. Siempre existe el peligro de ser tirado por el caballo o que éste tropiece o se caiga.
Los sementales pueden ser impredecibles, muy fuertes, y pueden morder o patear con saña. Las yeguas defienden mucho
a sus potros, y luchan si se sienten amenazadas. Los sementales se guardan en dehesas con vallas altas, mientras que otros caba- llos de cría se mantienen en grupos con su propia ley del más fuerte. Los caballos que intentan separarse de un caballo jefe o de un grupo de jóvenes jugando pueden arrollar a cualquiera que se ponga en su camino. Los potros, los recién destetados, los caballos jóvenes y los de dos años de edad pueden morder y pellizcar.
Algunos fármacos que se emplean en la cría (hormonas, p. ej.) se administran por vía oral y pueden ser nocivos para los seres humanos. Se recomienda llevar guantes. También son peligrosos los pinchazos con agujas. Para controlar al animal mientras se le administra la medicación es necesario usar buenas sujeciones, incluso con un potro. Es fácil que los aerosoles tópicos y los sistemas automáticos de aerosoles para eliminar las moscas de los establos se empleen en exceso. Estos insecticidas deben usarse con moderación, y se deben leer las etiquetas de advertencia y seguir las recomendaciones Diversas zoonosis pueden ser transmitidas por los caballos a los seres humanos, especialmente infecciones cutáneas por secre- ciones infectadas. Las mordeduras de caballo pueden ser causa de algunas infecciones bacterianas. Véase en la Tabla 70.19 una lista de zoonosis asociadas con los caballos.
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