Las intoxicaciones mortales se producen en incendios a bordo de buques de pesca y se deben a la inhalación de humos tó xicos. También se conocen casos de intoxicaciones mortales y no mortales resultantes de la fuga de refrigerantes o el uso de productos químicos para conservar el camarón o el pescado, así como de gases tóxicos procedentes de la putrefacción anaeróbica de materias orgá nicas en bodegas sin ventilació n. Como refrigerantes se utilizan desde el altamente tóxico cloruro de metilo hasta el amoniaco. Algunas muertes pueden atribuirse a la exposición al bió xido de azufre en espacios cerrados, lo que recuerda la enfermedad de los trabajadores de silos, en que se produce una exposición a óxidos de nitró geno. Las investigaciones han demostrado asimismo que existen mezclas de gases tóxicos (por ejemplo, bióxido de carbono, amoniaco, sulfuro de hidrógeno y monó xido de carbono) que, sumadas a una baja presión parcial del oxígeno en las bodegas de barcos y en tierra, han dado lugar a accidentes, tanto mortales como no mortales, relacionados a menudo con pescados industriales, como el arenque y el capelán. En la pesca comercial se conocen algunos informes de intoxicación al desembarcar el pescado atribuida a la trimetila- mina y a las endotoxinas, que provocan síntomas similares a los de la influenza pero que pueden producir la muerte. Estos riesgos podrían reducirse con una formación mejor y modificaciones en los equipos.
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