domingo, 12 de agosto de 2007

Características de los trabajadores de la Industria Forestal (II)

Existen importantes diferencias entre los distintos segmentos de las plantillas forestales en cuanto a la forma de empleo, que tienen una repercusión directa en la exposición de los trabaja dores a riesgos para la seguridad y la salud. El porcentaje de trabajadores forestales empleados de forma directa por la industria o el propietario del bosque ha ido reduciéndose incluso en aquellos países en los que solía ser la norma. Cada vez se realizan más trabajos a través de contratistas (es decir, empresas de servicios relativamente pequeñas y con gran movilidad geográfica que se contratan para una obra en particular), que pueden ser operadores-propietarios (es decir, firmas unipersonales o empresas familiares) o tener cierto número de empleados. Tanto los empresarios como sus empleados suelen tener empleos muy inestables. Sometidos a la presión de reducir los costes en un mercado muy competitivo, recurren a veces a prácticas ilegales, como el pluriempleo y la contratación de inmigrantes clandestinos. Aunque la subcontratación ha contribuido en muchos casos a reducir costes, a aumentar la mecani- zación y la especialización y a ajustar las plantillas a los cambios de la demanda, algunos males tradicionales de la profesión se han visto agravados por la mayor dependencia de contratistas, entre cuyos trabajadores los accidentes y los problemas de salud suelen ser más frecuentes.
La subcontratación de trabajadores también ha contribuido a aumentar el alto porcentaje de rotación en las plantillas forestales. Algunos países declaran que, cada año, casi un 50 % de los empleados cambian de empresa y más del 10 % abandonan el sector forestal por completo, con lo que se agrava el problema de la cualificación, que ya está cobrando importancia entre gran parte de los trabajadores forestales. Casi todos ellos adquieren su cualificación por experiencia, lo que suele implicar un aprendizaje por tanteo. La falta de formación estructurada y la brevedad de los períodos de experiencia a consecuencia de la alta rotación laboral o del trabajo estacional son factores decisivos para los importantes problemas de salud y seguridad con los que se enfrenta el sector forestal (véase el artículo titulado “Cualificación y formación” en este mismo capítulo).
El sistema salarial dominante en la industria forestal continúa siendo, con diferencia, la remuneración a destajo (es decir, basada exclusivamente en el rendimiento). Es un tipo de remuneración que tiende a estimular un ritmo de trabajo rápido, del que se piensa que aumenta el número de accidentes. Sin embargo, no hay pruebas científicas que respalden esta opinión. Un efecto secundario indiscutible es que los ingresos merman cuando los trabajadores alcanzan una determinada edad, ya que sus capacidades físicas disminuyen. En los países donde la mecanización tiene un papel importante, el sistema de jornales ha ido en aumento porque el ritmo de trabajo viene determinado en gran medida por la máquina. También se utilizan diversos sistemas salariales con gratificaciones.
Los salarios del sector forestal suelen ser muy inferiores a la media industrial de un país. Los trabajadores por cuenta ajena, los autónomos y los contratistas suelen intentar compensar este hecho trabajando 50 o incluso 60 horas semanales, lo que aumenta la tensión corporal y el riesgo de accidentes por fatiga. Las organizaciones sindicales son bastante escasas en este sector. A los problemas tradicionales que comporta la organización de trabajadores geográficamente dispersos, móviles y a veces estacionales se suma su fragmentación en pequeñas empresas contratistas. Al mismo tiempo, el número de trabajadores en categorías que por lo común están afiliadas a sindicatos, como los empleados directamente por grandes empresas forestales, disminuye de manera constante. Las inspecciones laborales que intentan cubrir la industria forestal se encuentran con problemas similares a los que tienen los sindicatos. En consecuencia, las inspecciones son muy escasas en la mayoría de los países. En ausencia de instituciones que velen por sus derechos, los trabajadores forestales no suelen conocerlos muy bien, entre ellos los que recogen las disposiciones existentes en materia de salud y seguridad, y tienen grandes dificultades para ejercerlos.

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