Con frecuencia, el personal que trabaja con ganado vacuno tiene que estar de pie, estirarse, inclinarse o hacer esfuerzos físicos en posturas mantenidas o inusuales. Presenta un riesgo mayor de padecer lesiones articulares en la espalda, las caderas y las rodillas. Hay varias actividades que suponen un riesgo ergonómico. Por ejemplo, asistir al parto de un animal grande puede obligar a adoptar una postura forzada e inhabitual, mientras que, con un animal pequeño, el trabajador puede verse forzado a permanecer en un entorno inclemente. Además, el trabajador puede lesio- narse al asistir a animales enfermos, cuyo comportamiento no es posible prever. Lo más frecuente es que se produzcan dolores articulares y de espalda debido a movimientos repetitivos, como el ordeño, durante el cual el trabajador puede verse obligado a ponerse en cuclillas o de rodillas repetidamente.
Se conocen otras enfermedades por acumulación de traumatismos, sobre todo en los responsables del ganado. Pueden deberse a un movimiento repetido o a frecuentes lesiones pequeñas.
Las soluciones para reducir el riesgo ergonómico radican en enseñar a manejar adecuadamente a los animales, así como en rediseñar el medio de trabajo y las tareas de acomodación de los factores animales y humanos.
Se conocen otras enfermedades por acumulación de traumatismos, sobre todo en los responsables del ganado. Pueden deberse a un movimiento repetido o a frecuentes lesiones pequeñas.
Las soluciones para reducir el riesgo ergonómico radican en enseñar a manejar adecuadamente a los animales, así como en rediseñar el medio de trabajo y las tareas de acomodación de los factores animales y humanos.
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