martes, 16 de septiembre de 2008

Embotellado del vino

El vino se vende habitualmente en botellas de vidrio (de 1,0, 0,8,0,75 ó 0,30 l de capacidad); ocasionalmente, se utilizan envases de vidrio de 5 l. Los envases de plá stico no son tan comunes. En las plantas de llenado, lo primero es limpiar las botellas y a continuación, llenarlas, cerrarlas y etiquetarlas.
Los riesgos del embotellado se derivan de la manipulació n de objetos de vidrio y varían dependiendo de que las botellas que se van a lavar sean nuevas o recuperadas y de los productos utilizados (agua y detergentes) y las técnicas aplicadas (lavado a mano o mecá nico o ambos). Los riesgos vienen determinados por: la forma de las botellas; el modo en que se han de llenar (desde métodos manuales hasta sofisticadas má quinas de llenado capaces de introducir también dió xido de carbono); el proceso de encorchado; el sistema má s o menos complejo de apilamiento o la colocación en cajas o en portabotellas tras el etiquetado y otros retoques finales.
Se trata de los riesgos habituales del llenado de recipientes con líquidos. Las manos está n constantemente hú medas; si las botellas se rompen, las partículas de vidrio y líquido despedidas pueden causar lesiones. El esfuerzo necesario para su transporte una vez empaquetadas en cajas (normalmente por docenas) se podría suprimir al menos parcialmente mediante la mecanización. Vé ase tambié n el artículo “Embotellado y envasado de bebidas refrescantes”.

Agradecimientos: El autor quiere agradecer a la Junta Nacional dos Vinhos
(Lisboa) su asesoramiento en aspectos té cnicos.

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