El almacenamiento no sólo consiste en guardar grandes volú menes de líquido, sino que comprende también numerosas actividades como la limpieza y desinfecció n de los tanques o cubas; su mantenimiento y conservació n; la aplicación de dió xido de azufre, á cido ascó rbico, á cido tartá rico, gases inertes, taninos y albú minas; y otros procesos adicionales, como mezcla, aglutinación, filtrado, centrifugación, etc. Algunos tratamientos del vino requieren la utilizació n del calor y el frío para destruir levaduras y bacterias, el empleo de carbono y otros desodorizantes, la aplicación de CO2, etc. Como ejemplo de este tipo de instalación, puede citarse el sistema de refrigeración instantánea para estabilizar los vinos a una temperatura pró xima al punto de congelación, lo que facilita la eliminació n de coloides, microbios y otros productos como el bitartrato potá sico, que provoca precipitación en las botellas. Es obvio que estas instalaciones entrañ an riesgos que antiguamente no se planteaban en la fase del almacenamiento. La prevención se basa esencialmente en la planificación ergonómica y el buen mantenimiento.
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