La incertidumbre econó mica, el desempleo, la marginación de los procesos de toma de decisiones, una renta baja y un acceso y control limitados a los servicios son factores determinantes del estado de salud. Y estas son, en mayor o menor medida, las características de las aldeas dependientes de una sola industria pesquera. Las fluctuaciones en los mercados pesqueros
y las fluctuaciones en la disponibilidad de recursos pesqueros, tanto naturales como derivadas de la pesca, constituyen una característica fundamental de las comunidades pesqueras. Estas fluctuaciones generan incertidumbres sociales y econó micas. Los hogares y comunidades pesqueras a menudo han desarrollado instituciones que les ayudan a sobrevivir en los períodos de incertidumbre. Ahora bien, esas fluctuaciones parecen má s frecuentes en los ú ltimos añ os. En el actual contexto de pesca excesiva global de las poblaciones comerciales de peces, con el desplazamiento consiguiente del esfuerzo hacia nuevas especies y regiones, la globalización de los mercados y el desarrollo de productos de la acuicultura que compiten con los productos de la pesca silvestre aumentan la incertidumbre del empleo y han hecho frecuentes los cierres de plantas y las rentas bajas. Ademá s, cuando se producen cierres, es má s probable que sean permanentes al haber desaparecido el recurso y haberse marchado el trabajo a otros lugares.
La incertidumbre laboral y el desempleo son importantes fuentes de estré s psicoló gico que afectan de un modo diferente a hombres y mujeres. El trabajador/pescador desplazado debe afrontar una pé rdida de autoestima, una pé rdida de ingresos, estré s y, en casos extremos, una pé rdida de patrimonio familiar. Los demá s miembros de la familia se enfrentan a los efectos que el desplazamiento del trabajador tiene sobre su vida familiar y laboral. Por ejemplo, las estrategias familiares para paliar una ausencia masculina prolongada pueden convertirse en un problema cuando los trabajadores de un arrastrero se encuen- tran desempleados y sus mujeres descubren que la autonomía y las rutinas que les habían permitido sobrellevar la ausencia masculina se ven amenazadas por la presencia prolongada de los maridos desplazados. En familias dedicadas a la pesca a pequeña escala, las esposas deben adaptarse a prolongadas ausencias y al aislamiento social a medida que los miembros de la familia tienen que alejarse má s y má s en busca de peces y empleo. En los lugares en que las madres de familia tambié n dependen de la pesca para obtener un empleo asalariado, es posible que tengan que luchar ademá s con los efectos que el propio desempleo puede tener sobre su salud.
El estré s del desempleo puede ser mayor en las comunidades dependientes de una sola industria, en las que los cierres de plantas amenazan el futuro de comunidades enteras y el coste econó mico de la pérdida del empleo se ve incrementado por la caída en picado del valor de patrimonios personales como casas
y chozas. Como sucede a menudo, si para encontrar empleo es necesario trasladarse a otro sitio, se produce un estré s adicional entre los trabajadores, sus có nyuges e hijos en relació n con dicho desplazamiento. Cuando el cierre de plantas va acompañado de la transferencia de las cuotas de pesca a otras comunidades y la erosió n de los servicios educativos, sanitarios y de otro tipo como respuesta a la migración y el colapso de la economía local, todavía son mayores las amenazas para la salud.
La dependencia de un sólo empleador puede hacer má s difícil la participació n de los trabajadores en los procesos de toma de decisiones. En la pesca, al igual que en otras industrias, algunas sociedades han utilizado esta estructura de dependencia para controlar a los trabajadores, oponerse a su sindicalización y manipular los consensos pú blicos dentro del lugar de trabajo y fuera de él. En el sector indio de procesamiento del camarón, las trabajadoras migrantes sufren unas condiciones de vida terribles, unos horarios extremadamente prolongados,horas extraordinarias obligatorias y la violació n rutinaria de sus contratos laborales. En los países occidentales, las empresas suelen utilizar su papel de controladores de la elegibilidad de los trabajadores estacionales para programas como el seguro de desempleo en las negociaciones con los trabajadores sobre sindicalización y condiciones de trabajo. Los trabajadores de algunas poblaciones dependientes de una sola industria están sindicalizados, pero aún así su papel en los procesos de toma de decisiones se ve disminuido por la falta de alternativas de empleo, por un deseo de encontrar empleo en la localidad para sus esposas e hijos y por la incertidumbre ecológica y econó mica. Los trabajadores pueden sentirse indefensos y obligados a seguir trabajando a pesar de estar enfermos si sus posibilidades de acceder a un empleo, vivienda y programas sociales están controladas por un solo empleador.
y las fluctuaciones en la disponibilidad de recursos pesqueros, tanto naturales como derivadas de la pesca, constituyen una característica fundamental de las comunidades pesqueras. Estas fluctuaciones generan incertidumbres sociales y econó micas. Los hogares y comunidades pesqueras a menudo han desarrollado instituciones que les ayudan a sobrevivir en los períodos de incertidumbre. Ahora bien, esas fluctuaciones parecen má s frecuentes en los ú ltimos añ os. En el actual contexto de pesca excesiva global de las poblaciones comerciales de peces, con el desplazamiento consiguiente del esfuerzo hacia nuevas especies y regiones, la globalización de los mercados y el desarrollo de productos de la acuicultura que compiten con los productos de la pesca silvestre aumentan la incertidumbre del empleo y han hecho frecuentes los cierres de plantas y las rentas bajas. Ademá s, cuando se producen cierres, es má s probable que sean permanentes al haber desaparecido el recurso y haberse marchado el trabajo a otros lugares.
La incertidumbre laboral y el desempleo son importantes fuentes de estré s psicoló gico que afectan de un modo diferente a hombres y mujeres. El trabajador/pescador desplazado debe afrontar una pé rdida de autoestima, una pé rdida de ingresos, estré s y, en casos extremos, una pé rdida de patrimonio familiar. Los demá s miembros de la familia se enfrentan a los efectos que el desplazamiento del trabajador tiene sobre su vida familiar y laboral. Por ejemplo, las estrategias familiares para paliar una ausencia masculina prolongada pueden convertirse en un problema cuando los trabajadores de un arrastrero se encuen- tran desempleados y sus mujeres descubren que la autonomía y las rutinas que les habían permitido sobrellevar la ausencia masculina se ven amenazadas por la presencia prolongada de los maridos desplazados. En familias dedicadas a la pesca a pequeña escala, las esposas deben adaptarse a prolongadas ausencias y al aislamiento social a medida que los miembros de la familia tienen que alejarse má s y má s en busca de peces y empleo. En los lugares en que las madres de familia tambié n dependen de la pesca para obtener un empleo asalariado, es posible que tengan que luchar ademá s con los efectos que el propio desempleo puede tener sobre su salud.
El estré s del desempleo puede ser mayor en las comunidades dependientes de una sola industria, en las que los cierres de plantas amenazan el futuro de comunidades enteras y el coste econó mico de la pérdida del empleo se ve incrementado por la caída en picado del valor de patrimonios personales como casas
y chozas. Como sucede a menudo, si para encontrar empleo es necesario trasladarse a otro sitio, se produce un estré s adicional entre los trabajadores, sus có nyuges e hijos en relació n con dicho desplazamiento. Cuando el cierre de plantas va acompañado de la transferencia de las cuotas de pesca a otras comunidades y la erosió n de los servicios educativos, sanitarios y de otro tipo como respuesta a la migración y el colapso de la economía local, todavía son mayores las amenazas para la salud.
La dependencia de un sólo empleador puede hacer má s difícil la participació n de los trabajadores en los procesos de toma de decisiones. En la pesca, al igual que en otras industrias, algunas sociedades han utilizado esta estructura de dependencia para controlar a los trabajadores, oponerse a su sindicalización y manipular los consensos pú blicos dentro del lugar de trabajo y fuera de él. En el sector indio de procesamiento del camarón, las trabajadoras migrantes sufren unas condiciones de vida terribles, unos horarios extremadamente prolongados,horas extraordinarias obligatorias y la violació n rutinaria de sus contratos laborales. En los países occidentales, las empresas suelen utilizar su papel de controladores de la elegibilidad de los trabajadores estacionales para programas como el seguro de desempleo en las negociaciones con los trabajadores sobre sindicalización y condiciones de trabajo. Los trabajadores de algunas poblaciones dependientes de una sola industria están sindicalizados, pero aún así su papel en los procesos de toma de decisiones se ve disminuido por la falta de alternativas de empleo, por un deseo de encontrar empleo en la localidad para sus esposas e hijos y por la incertidumbre ecológica y econó mica. Los trabajadores pueden sentirse indefensos y obligados a seguir trabajando a pesar de estar enfermos si sus posibilidades de acceder a un empleo, vivienda y programas sociales están controladas por un solo empleador.
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