•  Riesgos físicos debidos al manejo y a la circulación de vagonetas o  carretillas  motorizadas,  al  trabajo  a  alturas  elevadas,  a  la entrada  en  espacios  reducidos  y  al  contacto  con  fuentes de energía eléctrica, neumática o mecánica, como puntos de corte, piezas giratorias, engranajes, ejes, correas y poleas.
Todo sobre las Industrias y como realizar la Seguridad Industrial
martes, 31 de marzo de 2015
lunes, 30 de marzo de 2015
Riesgos ergonómicos
Riesgos  ergonómicos  asociados  al  levantamiento  manual o a  la  manipulación  de  sacos  de  materias  primas,  a  vibradores  o  a actividades  de  líneas  de  transmisión  o  mantenimiento  del sistema.
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VIDRIO CERAMICA Y MATERIALES AFINES
domingo, 29 de marzo de 2015
Plaqueado
Para formar películas metálicas sobre sustratos semiconductores se utilizan dos tipos básicos de técnicas de plaqueado: galvanotecnia y plaqueado químico.
En la galvanotecnia, el sustrato a plaquear se coloca en el cátodo, o terminal con cargas negativas, de la cuba de plaqueado y se sumerge en una solución electrolítica. Un elec- trodo hecho del metal de recubrimiento actúa como ánodo, o terminal con cargas positivas. Cuando se hace pasar una corriente continua por la solución, los iones metálicos que se disuelven en la solución desde el ánodo, emigran con sus cargas positivas hasta depositarse sobre el cátodo (sustrato). Este método de plaqueado se usa para formar películas conductoras de oro o cobre.
En el plaqueado químico, se aplican la reducción y la oxidación simultáneas del metal que formará el plaqueado para depositar un átomo o molécula metálica libre. Como este método no exige conducción eléctrica durante el proceso de plaqueado, puede emplearse con sustratos de tipo aislante. Níquel, cobre y oro son los metales más corrientes que se depositan de esta manera.
En la galvanotecnia, el sustrato a plaquear se coloca en el cátodo, o terminal con cargas negativas, de la cuba de plaqueado y se sumerge en una solución electrolítica. Un elec- trodo hecho del metal de recubrimiento actúa como ánodo, o terminal con cargas positivas. Cuando se hace pasar una corriente continua por la solución, los iones metálicos que se disuelven en la solución desde el ánodo, emigran con sus cargas positivas hasta depositarse sobre el cátodo (sustrato). Este método de plaqueado se usa para formar películas conductoras de oro o cobre.
En el plaqueado químico, se aplican la reducción y la oxidación simultáneas del metal que formará el plaqueado para depositar un átomo o molécula metálica libre. Como este método no exige conducción eléctrica durante el proceso de plaqueado, puede emplearse con sustratos de tipo aislante. Níquel, cobre y oro son los metales más corrientes que se depositan de esta manera.
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MICROELECTRONICA Y SEMICONDUCTORES
sábado, 28 de marzo de 2015
Película gruesa
La  estructura  y  la  dimensión  de  la  mayoría  de  las  películas gruesas no son compatibles con la metalización de circuitos inte- grados de silicio, sobre todo por limitaciones de tamaño. Las pelí- culas  gruesas  se  usan  en  su  mayoría  para  la  metalización  de estructuras electrónicas híbridas, como en la fabricación de LCD. El proceso de serigrafía es el método predominante en la apli- cación de película gruesa. Los materiales que se suelen utilizar en película gruesa son paladio, plata, dióxido de titanio y vidrio, oro-platino y vidrio, oro-vidrio y plata-vidrio.
Las películas gruesas resistivas se depositan y modelan normalmente sobre un sustrato cerámico con ayuda de técnicas serigráficas. El cermet es una forma de película gruesa resistiva compuesta por una suspensión de partículas metálicas conduc- toras en una matriz cerámica con una resina orgánica como relleno. Las estructuras cermet típicas se componen de cromo, plata u óxido de plomo en una matriz de monóxido o dióxido de silicio.
Las películas gruesas resistivas se depositan y modelan normalmente sobre un sustrato cerámico con ayuda de técnicas serigráficas. El cermet es una forma de película gruesa resistiva compuesta por una suspensión de partículas metálicas conduc- toras en una matriz cerámica con una resina orgánica como relleno. Las estructuras cermet típicas se componen de cromo, plata u óxido de plomo en una matriz de monóxido o dióxido de silicio.
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viernes, 27 de marzo de 2015
El proceso de depósito por pulverización
El proceso de depósito por pulverización tiene lugar en una atmós- fera  de  gas  a  baja  presión  o  en  vacío  parcial,  con  empleo  de corriente  eléctrica  continua  (DC,  o  pulverización  catódica)  o tensiones de RF como fuente de alta energía. En la pulveriza- ción, se introducen iones del gas inerte argón en una cámara de vacío después de haberse alcanzado un nivel de vacío satisfac- torio  mediante  el  uso  de  una  bomba  preliminar.  Al  aplicar  la alta tensión, que suele ser de 5.000 V, se forma un campo eléc- trico entre dos placas con cargas opuestas. Esta descarga de alta energía ioniza los átomos de gas argón y hace que se desplacen y aceleren hacia una de la placas de la cámara, llamada blanco. Cuando  los  iones  de  argón  chocan  con  el  blanco,  hecho  del material  que  se  desea  depositar,  desalojan,  o  pulverizan,  estos átomos  o  moléculas.  Los  átomos  desalojados  del  material  de metalización   se   depositan   entonces,   en   forma   de   película delgada, sobre los sustratos de silicio que miran al blanco.
Se ha observado que la fuga de RF desde los costados y partes traseras de muchas unidades de pulverización antiguas superan el límite de exposición de los trabajadores (Baldwin y Stewart 1989). Casi toda la fuga era atribuible a grietas de los armarios causadas por el desmontaje repetido de los paneles de manteni- miento. En modelos más modernos del mismo fabricante, paneles con malla de alambre a lo largo de las juntas impiden fugas importantes. Los pulverizadores antiguos se pueden modi- ficar con malla de alambre o, como alternativa, puede emplearse cinta de cobre para cubrir las juntas a fin de reducir la fuga.
Se ha observado que la fuga de RF desde los costados y partes traseras de muchas unidades de pulverización antiguas superan el límite de exposición de los trabajadores (Baldwin y Stewart 1989). Casi toda la fuga era atribuible a grietas de los armarios causadas por el desmontaje repetido de los paneles de manteni- miento. En modelos más modernos del mismo fabricante, paneles con malla de alambre a lo largo de las juntas impiden fugas importantes. Los pulverizadores antiguos se pueden modi- ficar con malla de alambre o, como alternativa, puede emplearse cinta de cobre para cubrir las juntas a fin de reducir la fuga.
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jueves, 26 de marzo de 2015
La evaporación resistiva (conocida también por evaporación en filamento)
La evaporación resistiva   (conocida también por evaporación en filamento)  es  la  forma  de  depósito  más  sencilla  y  barata.  La evaporación se consigue por el aumento gradual de la corriente que circula por un filamento hasta que empiezan por fundirse los  bucles  del  material  a  evaporar,  y  humedecen  el  filamento. Una vez humedecido el filamento, la corriente que lo atraviesa se aumenta hasta que se produce evaporación. La ventaja prin- cipal de la evaporación resistiva es la extensa variedad de mate- riales que pueden evaporarse.
A veces se realiza trabajo de mantenimiento sobre la super- ficie interior de las cámaras de depósito del evaporador por haz de electrones, llamadas jarras acampanadas. Cuando los técnicos de mantenimiento tienen la cabeza dentro de las jarras acampanadas, pueden originarse exposiciones importantes. La eliminación de los residuos metálicos que se depositan en la superficie interior de las jarras puede originar tales exposiciones. Por ejemplo, se han medido exposiciones de técnicos muy por encima del límite de exposición en el aire para la plata durante la eliminación de residuos de un evaporador utilizado para depositar plata (Baldwin y Stewart 1989).
La limpieza de los residuos de las jarras acampanadas con disolventes orgánicos para limpieza también puede dar lugar a una elevada exposición al disolvente. Se han producido exposi- ciones de técnicos a metanol por encima de 250 ppm durante este tipo de limpieza. Esta exposición puede eliminarse si se utiliza agua como disolvente de limpieza en lugar de metanol
(Baldwin y Stewart 1989).
A veces se realiza trabajo de mantenimiento sobre la super- ficie interior de las cámaras de depósito del evaporador por haz de electrones, llamadas jarras acampanadas. Cuando los técnicos de mantenimiento tienen la cabeza dentro de las jarras acampanadas, pueden originarse exposiciones importantes. La eliminación de los residuos metálicos que se depositan en la superficie interior de las jarras puede originar tales exposiciones. Por ejemplo, se han medido exposiciones de técnicos muy por encima del límite de exposición en el aire para la plata durante la eliminación de residuos de un evaporador utilizado para depositar plata (Baldwin y Stewart 1989).
La limpieza de los residuos de las jarras acampanadas con disolventes orgánicos para limpieza también puede dar lugar a una elevada exposición al disolvente. Se han producido exposi- ciones de técnicos a metanol por encima de 250 ppm durante este tipo de limpieza. Esta exposición puede eliminarse si se utiliza agua como disolvente de limpieza en lugar de metanol
(Baldwin y Stewart 1989).
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MICROELECTRONICA Y SEMICONDUCTORES
miércoles, 25 de marzo de 2015
La evaporación instantánea
La evaporación instantánea  es otra técnica aplicada para la depo- sición de películas delgadas metalizadas. Este método se emplea sobre  todo  cuando  es  preciso  evaporar  al  mismo  tiempo  la mezcla de dos materiales (aleaciones). Algunos ejemplos de pelí- culas  con  dos  componentes  son:  níquel/cromo  (cromo-níquel), monóxido de cromo/silicio (SiO) y aluminio/silicio.
En la evaporación instantánea, una barra de cerámica se calienta mediante una resistencia térmica y después se pone en contacto con el filamento o barra caliente una bobina de alambre de alimentación continua, una corriente de gránulos o un polvo dosificado por medios vibratorios. Los metales vapori- zados recubren entonces la cámara interior y las superficies de la oblea.
En la evaporación instantánea, una barra de cerámica se calienta mediante una resistencia térmica y después se pone en contacto con el filamento o barra caliente una bobina de alambre de alimentación continua, una corriente de gránulos o un polvo dosificado por medios vibratorios. Los metales vapori- zados recubren entonces la cámara interior y las superficies de la oblea.
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MICROELECTRONICA Y SEMICONDUCTORES
martes, 24 de marzo de 2015
El desparafinado de disolventes
El desparafinado de disolventes elimina la cera del destilado o de los  materiales  base  residuales,  y  se  aplica  en  cualquier  fase  del proceso de refino. En el desparafinado de disolventes, las cargas parafínicas  se  enfrían  mediante  intercambiadores  de  calor  y refrigeració n, y se añ ade disolvente para facilitar el crecimiento de  cristales,  que  se  eliminan  mediante  filtració n  al  vacío.  El petró leo desparafinado y el disolvente se vaporizan instantá nea- mente y se separan, y la cera pasa por un decantador de agua, un fraccionador de disolvente y una torre de destilació n instan- tá nea (vé ase la Figura 78.20).
El desasfaltado de disolventes separa las fracciones de aceite pesado para producir aceite lubricante pesado, carga de craqueo catalítico y asfalto. La carga y el propano (o hexano) líquido se bombean a una torre de extracció n en mezclas y a temperaturas y presiones controladas con exactitud. La separació n tiene lugar en un contactor de disco giratorio, en funció n de las diferen- cias de solubilidad. Despué s los productos se evaporan y se separan al vapor para recuperar el propano con el fin de reci- clarlo. El desasfaltado de disolventes elimina tambié n de la carga compuestos de azufre y de nitró geno, metales, residuos de carbono y parafinas (vé ase la Figura 78.21).
El desasfaltado de disolventes separa las fracciones de aceite pesado para producir aceite lubricante pesado, carga de craqueo catalítico y asfalto. La carga y el propano (o hexano) líquido se bombean a una torre de extracció n en mezclas y a temperaturas y presiones controladas con exactitud. La separació n tiene lugar en un contactor de disco giratorio, en funció n de las diferen- cias de solubilidad. Despué s los productos se evaporan y se separan al vapor para recuperar el propano con el fin de reci- clarlo. El desasfaltado de disolventes elimina tambié n de la carga compuestos de azufre y de nitró geno, metales, residuos de carbono y parafinas (vé ase la Figura 78.21).
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PETROLEO Y GAS NATURAL
lunes, 23 de marzo de 2015
Procesos de tratamiento con disolventes
La extracción de disolventes separa los aromá ticos, naftenos e impurezas de las corrientes de productos mediante disolució n o preci- pitació n.  La  extracció n  de  disolventes  previene  la  corrosió n, protege  el  catalizador  en  procesos  subsiguientes  y  mejora  los productos terminados eliminando hidrocarburos aromá ticos insa- turados de los materiales base para grasas y lubricantes.
La carga se seca y se somete a un tratamiento continuo con disolvente a contracorriente. En uno de los procesos, se lava con un líquido en el que las sustancias que se eliminan son má s solu- bles que en el producto resultante. En otro proceso, se añ aden disolventes seleccionados con los que las impurezas se precipitan y se separan del producto. El disolvente se separa de la corriente de producto por calentamiento, evaporació n o fraccionamiento, eliminá ndose a continuació n las trazas residuales del refinado mediante separació n al vapor o vaporizació n instantá nea al vacío. Para separar los compuestos inorgá nicos se utiliza la precipitació n elé ctrica. Despué s se regenera el disolvente para emplearlo de nuevo en el proceso.
Entre los productos químicos normalmente utilizados en el proceso de extracció n está n una gran variedad de á cidos, á lcalis
y disolventes, como fenol y furfural, así como oxidantes y adsor- bentes. En el proceso de adsorció n, materiales só lidos altamente porosos recogen molé culas de líquido en su superficie. La selec- ció n de procesos específicos y agentes químicos depende de la naturaleza de la carga tratada, de los contaminantes y de los requisitos del producto acabado (vé ase la Figura 78.19).
La carga se seca y se somete a un tratamiento continuo con disolvente a contracorriente. En uno de los procesos, se lava con un líquido en el que las sustancias que se eliminan son má s solu- bles que en el producto resultante. En otro proceso, se añ aden disolventes seleccionados con los que las impurezas se precipitan y se separan del producto. El disolvente se separa de la corriente de producto por calentamiento, evaporació n o fraccionamiento, eliminá ndose a continuació n las trazas residuales del refinado mediante separació n al vapor o vaporizació n instantá nea al vacío. Para separar los compuestos inorgá nicos se utiliza la precipitació n elé ctrica. Despué s se regenera el disolvente para emplearlo de nuevo en el proceso.
Entre los productos químicos normalmente utilizados en el proceso de extracció n está n una gran variedad de á cidos, á lcalis
y disolventes, como fenol y furfural, así como oxidantes y adsor- bentes. En el proceso de adsorció n, materiales só lidos altamente porosos recogen molé culas de líquido en su superficie. La selec- ció n de procesos específicos y agentes químicos depende de la naturaleza de la carga tratada, de los contaminantes y de los requisitos del producto acabado (vé ase la Figura 78.19).
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PETROLEO Y GAS NATURAL
domingo, 22 de marzo de 2015
Procesos de desmercaptanizació n y tratamiento de hidrocarburos
Hay muchos productos que requieren tratamiento para utilizarlos en  mezclas  de  gasolina  y  de  fuel:  tal  es  el  caso  de  las  naftas té rmicas  obtenidas  mediante  ruptura  de  la  viscosidad,  coquiza- ció n o craqueo té rmico, y de las naftas y destilados de alto conte- nido de azufre procedentes de la destilació n del petró leo crudo. Es posible que los productos de la destilació n, como el queroseno y otros destilados, contengan trazas de aromá ticos, y los naftenos y  materiales  base  para  aceites  lubricantes,  cera.  Tales  compo- nentes se eliminan en fases de refino intermedias o justo antes de enviar los productos para su mezcla y almacenamiento, mediante procesos   de   refino,   como   la   extracció n   y   el   desparafinado de  disolventes.  Una  serie  de  productos  intermedios  y  acabados (los destilados intermedios, la gasolina, el queroseno, el combus- tible  para  aviones  de  reacció n  y  los  gases  sulfurosos)  requieren secado y desmercaptanizació n.
El tratamiento se lleva a cabo en una fase intermedia del proceso de refino o justo antes de enviar los productos acabados para su mezcla y almacenamiento. El tratamiento elimina los contaminantes del petró leo, tales como compuestos orgá nicos que contienen azufre, nitró geno y oxígeno, metales disueltos, sales inorgá nicas y sales solubles disueltas en agua emulsionada. Entre los materiales de tratamiento hay á cidos, disolventes, á lcalis y oxidantes y adsorbentes. Los tratamientos con á cido se utilizan para mejorar el olor, color y otras propie- dades de los materiales base para lubricantes, prevenir la corro- sió n y la contaminació n de los catalizadores, y mejorar la estabilidad de los producto. El á cido sulfhídrico que se extrae del gas á cido “seco” por medio de un absorbente (dietanolamina) se quema, se utiliza como combustible o se convierte en azufre. El tipo de tratamiento y de agentes utilizados depende de la carga de crudo, de los procesos intermedios y de las especificaciones del producto final.
El tratamiento se lleva a cabo en una fase intermedia del proceso de refino o justo antes de enviar los productos acabados para su mezcla y almacenamiento. El tratamiento elimina los contaminantes del petró leo, tales como compuestos orgá nicos que contienen azufre, nitró geno y oxígeno, metales disueltos, sales inorgá nicas y sales solubles disueltas en agua emulsionada. Entre los materiales de tratamiento hay á cidos, disolventes, á lcalis y oxidantes y adsorbentes. Los tratamientos con á cido se utilizan para mejorar el olor, color y otras propie- dades de los materiales base para lubricantes, prevenir la corro- sió n y la contaminació n de los catalizadores, y mejorar la estabilidad de los producto. El á cido sulfhídrico que se extrae del gas á cido “seco” por medio de un absorbente (dietanolamina) se quema, se utiliza como combustible o se convierte en azufre. El tipo de tratamiento y de agentes utilizados depende de la carga de crudo, de los procesos intermedios y de las especificaciones del producto final.
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sábado, 21 de marzo de 2015
Procesado de asfalto
El asfalto es una parte de la materia residual de las operaciones de  destilació n  primaria,  que  requiere  un  proceso  ulterior  para impartirle  las  características  que  se  le  exigen  en  su  utilizació n final. El asfalto para materiales de cubiertas y tejados se obtiene mediante soplado con aire. El residuo se calienta en una columna de fraccionamiento casi hasta su punto de inflamació n y se carga en una torre de soplado donde se inyecta aire caliente durante un tiempo  predeterminado.  La  deshidrogenació n  del  asfalto  forma ácido sulfhídrico, y la oxidació n crea dió xido de azufre. Se utiliza vapor  para  cubrir  la  zona  superior  de  la  torre  con  objeto  de separar los contaminantes, y se hace pasar por un lavador para condensar los hidrocarburos.
Generalmente se utiliza destilació n al vacío para producir asfalto de alquitrá n para carreteras. El residuo se calienta y se carga en una columna donde se aplica vacío para prevenir el craqueo.
El vapor condensado procedente de los diversos procesos del asfalto contiene trazas de hidrocarburos. Cualquier alteració n del vacío puede determinar la entrada de aire atmosfé rico, con el consiguiente incendio. Si se eleva la temperatura del fondo de la torre de vacío para mejorar el rendimiento en la producció n de asfalto, se genera metano por craqueo té rmico, lo que origina vapores en los depó sitos de almacenamiento de asfalto, que está n en el rango de inflamabilidad pero no son detectables mediante pruebas de temperatura de inflamació n. El soplado con aire puede crear algunos aromá ticos polinucleares (es decir, HAP). Es posible asimismo que el vapor condensado procedente del proceso de asfalto con soplado de aire contenga diversos contaminantes.
Generalmente se utiliza destilació n al vacío para producir asfalto de alquitrá n para carreteras. El residuo se calienta y se carga en una columna donde se aplica vacío para prevenir el craqueo.
El vapor condensado procedente de los diversos procesos del asfalto contiene trazas de hidrocarburos. Cualquier alteració n del vacío puede determinar la entrada de aire atmosfé rico, con el consiguiente incendio. Si se eleva la temperatura del fondo de la torre de vacío para mejorar el rendimiento en la producció n de asfalto, se genera metano por craqueo té rmico, lo que origina vapores en los depó sitos de almacenamiento de asfalto, que está n en el rango de inflamabilidad pero no son detectables mediante pruebas de temperatura de inflamació n. El soplado con aire puede crear algunos aromá ticos polinucleares (es decir, HAP). Es posible asimismo que el vapor condensado procedente del proceso de asfalto con soplado de aire contenga diversos contaminantes.
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viernes, 20 de marzo de 2015
Procesos de material base para lubricantes y ceras (II)
Los dos tipos de ceras distintos derivados del petró leo crudo son la parafina, producida a partir de materiales destilados, y la cera microcristalina, fabricada con materiales residuales. El refi- nado   procedente   de   la   unidad   de   extracció n   contiene   una cantidad  considerable  de  cera,  que  se  separa  mediante  extrac- ció n de disolventes y cristalizació n. Se mezcla el refinado con un disolvente  (propano,  una  mezcla  de  metiletilcetona  (MEC)  y tolueno  o  metilisobutilcetona  (MIBC),  y  se  preenfría  en  inter- cambiadores   de   calor.   La   temperatura   de   cristalizació n   se alcanza  por  evaporació n  del  propano  en  la  enfriadora  y  en  los tanques de alimentació n con filtros. La cera se extrae continua- mente  mediante  filtros  y  se  lava  con  disolvente  frío  para  recu- perar  el  aceite  retenido.  El  disolvente  se  recupera  del  refinado desparafinado mediante destilació n instantá nea y absorció n con vapor, y se recicla.
 
La cera se calienta con disolvente caliente, se enfría, se filtra y se somete a un lavado final para eliminar todo vestigio de aceite. Antes de utilizarla, puede aplicá rsele un hidroacabado para mejorar su olor y eliminar todo rastro de aromá ticos a fin de poder usarla en la elaboració n de productos alimenticios. Si se desea utilizar el refinado desparafinado (que contiene pequeñ as cantidades de parafinas, naftenos y algunos aromá ticos).como material base para aceites lubricantes, se le somete a un proceso ulterior.
Es importante controlar la temperatura de la unidad de trata- miento para prevenir la corrosió n por fenol. La cera puede obstruir los sistemas de alcantarillado y drenaje de aceite y perturbar el tratamiento de las aguas residuales. Existe riesgo de exposició n a disolventes de proceso, como fenol, propano, mezcla de metiletilcetona y tolueno o metilisobutilcetona. La inhalació n de gases y vapores de hidrocarburos, nafta aromá tica conteniendo benceno, á cido sulfhídrico y gas de proceso rico en hidró geno, supone un riesgo.
La cera se calienta con disolvente caliente, se enfría, se filtra y se somete a un lavado final para eliminar todo vestigio de aceite. Antes de utilizarla, puede aplicá rsele un hidroacabado para mejorar su olor y eliminar todo rastro de aromá ticos a fin de poder usarla en la elaboració n de productos alimenticios. Si se desea utilizar el refinado desparafinado (que contiene pequeñ as cantidades de parafinas, naftenos y algunos aromá ticos).como material base para aceites lubricantes, se le somete a un proceso ulterior.
Es importante controlar la temperatura de la unidad de trata- miento para prevenir la corrosió n por fenol. La cera puede obstruir los sistemas de alcantarillado y drenaje de aceite y perturbar el tratamiento de las aguas residuales. Existe riesgo de exposició n a disolventes de proceso, como fenol, propano, mezcla de metiletilcetona y tolueno o metilisobutilcetona. La inhalació n de gases y vapores de hidrocarburos, nafta aromá tica conteniendo benceno, á cido sulfhídrico y gas de proceso rico en hidró geno, supone un riesgo.
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jueves, 19 de marzo de 2015
Procesado Quimico Riesgos para la seguridad y la salud (I)
A temperaturas ordinarias el cloro seco, en forma de líquido o de gas, no corroe el acero. El cloro hú medo es altamente corrosivo debido  a  que  forma  á cidos  clorhídrico  e  hipocloroso.  Deben adoptarse precauciones para mantener seco el cloro y el equipo que  lo  contiene.  Deben  cerrarse  o  taparse  tuberías,  vá lvulas  y recipientes cuando no se utilicen, para protegerlos de la humedad atmosfé rica.  Si  se  utiliza  agua  en  una  fuga  de  cloro  las  condiciones corrosivas resultantes empeorará n dicha fuga.
El volumen de cloro líquido aumenta con la temperatura. Deben adoptarse precauciones para evitar la ruptura hidrostá - tica de las tuberías, los recipientes, los contenedores u otros equipos llenos de cloro líquido.
El hidró geno es un producto secundario de todo proceso de fabricació n de cloro mediante la electró lisis de soluciones acuosas de sal. En un intervalo de concentraciones las mezclas de cloro e hidró geno son inflamables y potencialmente explosivas. La reacció n de cloro e hidró geno puede iniciarse por luz solar directa, otras fuentes de luz ultravioleta, electricidad estática o un impacto fuerte.
En la fabricació n de cloro es posible que se produzcan pequeñ as cantidades de tricloruro de nitró geno, un compuesto inestable y altamente explosivo. Cuando se evapora el cloro líquido que contiene tricloruro de nitró geno, é ste puede alcanzar concentraciones peligrosas en el cloro líquido remanente.
El volumen de cloro líquido aumenta con la temperatura. Deben adoptarse precauciones para evitar la ruptura hidrostá - tica de las tuberías, los recipientes, los contenedores u otros equipos llenos de cloro líquido.
El hidró geno es un producto secundario de todo proceso de fabricació n de cloro mediante la electró lisis de soluciones acuosas de sal. En un intervalo de concentraciones las mezclas de cloro e hidró geno son inflamables y potencialmente explosivas. La reacció n de cloro e hidró geno puede iniciarse por luz solar directa, otras fuentes de luz ultravioleta, electricidad estática o un impacto fuerte.
En la fabricació n de cloro es posible que se produzcan pequeñ as cantidades de tricloruro de nitró geno, un compuesto inestable y altamente explosivo. Cuando se evapora el cloro líquido que contiene tricloruro de nitró geno, é ste puede alcanzar concentraciones peligrosas en el cloro líquido remanente.
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miércoles, 18 de marzo de 2015
El proceso en celda de membrana
En una celda de membrana las reacciones electroquímicas son las mismas que en la celda de diafragma. Se utiliza una membrana de intercambio de cationes en lugar del diafragma poroso (vé ase Figura 77.4). Esta membrana previene la migració n de los iones cloruro hacia el cá todo, produciendo así esencialmente hidró xido del 30 al 35 % exento de sal, directamente en la celda. La elimi- nació n de la necesidad de retirar la sal hace que la evaporació n de  la  solució n  alcalina  para  llegar  a  la  concentració n  comercial del 50 % sea má s sencilla, y requiere menos inversiones y energía. En  la  celda  de  membrana  se  utiliza  como  cá todo  níquel,  muy caro, debido a la mayor agresividad del á lcali.
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martes, 17 de marzo de 2015
El proceso en celda de mercurio
Una celda de mercurio consta realmente de dos celdas electroquímicas.
La reacción en la primera celda en el ánodo es:
La disolució n de sal fluye en un canal de acero inclinado con lados revestidos de caucho (vé ase Figura 77.4). El cá todo de mercurio fluye bajo la disolució n de sal. Los á nodos de titanio revestido está n suspendidos en la sal para la producció n de cloro, que sale de la celda a un sistema de recolecció n y tratamiento. El sodio se electroliza en la celda y deja la primera celda amalgamado con el mercurio. Esta amalgama fluye a una segunda celda electroquímica llamada decomposer, que tiene grafito como cá todo y amalgama como á nodo. La reacció n que en é l se pruduce es:
2 Na • Hg  2 H2O  2 NaOH  2 Hg  H2 
El proceso en celda de mercurio produce NaOH comercial
(50 %) directamente en la celda.
La reacción en la primera celda en el ánodo es:
La disolució n de sal fluye en un canal de acero inclinado con lados revestidos de caucho (vé ase Figura 77.4). El cá todo de mercurio fluye bajo la disolució n de sal. Los á nodos de titanio revestido está n suspendidos en la sal para la producció n de cloro, que sale de la celda a un sistema de recolecció n y tratamiento. El sodio se electroliza en la celda y deja la primera celda amalgamado con el mercurio. Esta amalgama fluye a una segunda celda electroquímica llamada decomposer, que tiene grafito como cá todo y amalgama como á nodo. La reacció n que en é l se pruduce es:
2 Na • Hg  2 H2O  2 NaOH  2 Hg  H2 
El proceso en celda de mercurio produce NaOH comercial
(50 %) directamente en la celda.
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PROCESADO QUIMICO
lunes, 16 de marzo de 2015
El proceso en celda de diafragma
En  la  celda  de  diafragma  (vé ase  Figura  77.4)  se  introduce  una solució n saturada de sal en un compartimiento que contiene uná nodo de titanio revestido de sales de rutenio u otros metales. Un colector  de  plá stico  recoge  el  gas  cloro  hú medo  caliente  produ- cido en este á nodo. La succió n por un compresor lleva el cloro a un colector para su posterior tratamiento, consistente en enfriado, secado y compresió n. El agua y la sal sin reaccionar percolan a travé s  de  un  separador  de  diafragma  poroso  en  el  comparti- miento del cá todo en el que el agua reacciona en un cá todo de acero y produce hidró xido só dico (sosa cá ustica) e hidró geno. El diafragma mantiene separados el cloro producido en el á nodo del hidró xido só dico y el hidró geno producidos en el cá todo. Si estos productos se combinan, el resultado es hipoclorito só dico (lejía) o clorato  só dico.  Los  productores  comerciales  de  clorato  só dico utilizan celdas que no tienen separadores. El diafragma má s habi- tual es un compuesto de amianto y un polímero fluorocarbonado. Las  plantas  modernas  de  celdas  de  diafragma  no  presentan  los problemas de salud y ambientales asociados tradicionalmente al uso  de  los  diafragmas  de  amianto.  Algunas  plantas  emplean diafragmas  sin  amianto,  comercializados  ahora.  El  proceso  en celda  de  diafragma  produce  una  solució n  diluida  de  hidró xido só dico  que  contiene  sal  sin  reaccionar.  Un  proceso  de  evapora- ció n adicional concentra el hidró xido y elimina la mayor parte de la sal para preparar un hidró xido de calidad comercial.
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PROCESADO QUIMICO
domingo, 15 de marzo de 2015
PRODUCCION DE CLORO Y CAUSTICOS
La electró lisis de sal da lugar a la formació n de cloro y un hidró - xido.  El  cloruro  só dico  (NaCl)  es  la  principal  sal  utilizada; produce sosa cá ustica (NaOH). No obstante, si se utiliza cloruro potá sico (KCl) se obtiene potasa cá ustica (KOH).
2 NaCl  2 H2O  C12  2 NaOH  H2
sal  agua  cloro (gas)  hidró xido  hidró geno (gas)
Actualmente, el proceso en celda de diafragma es el má s utili- zado para la producció n comercial de cloro, seguido del proceso en celda de mercurio y del proceso en celda de membrana. Debido a aspectos econó micos, ambientales y de calidad del producto, los fabricantes prefieren ahora el de membrana para las nuevas instalaciones de producció n.
2 NaCl  2 H2O  C12  2 NaOH  H2
sal  agua  cloro (gas)  hidró xido  hidró geno (gas)
Actualmente, el proceso en celda de diafragma es el má s utili- zado para la producció n comercial de cloro, seguido del proceso en celda de mercurio y del proceso en celda de membrana. Debido a aspectos econó micos, ambientales y de calidad del producto, los fabricantes prefieren ahora el de membrana para las nuevas instalaciones de producció n.
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PROCESADO QUIMICO
sábado, 14 de marzo de 2015
Trazado de la mina (II)
Las rampas se utilizan normalmente para acceder a vetas de carbó n que se encuentran a demasiada profundidad como para ser explotadas a cielo abierto, pero que está n cerca de la super- ficie. Así, por ejemplo, en las minas de Mpumalanga (Transvaal oriental), Sudá frica, las vetas de carbó n se encuentran a menos de  150  m.  En  algunas  zonas  se  explotan  a  cielo  abierto  y  en otras  se  utiliza  la  explotació n  subterrá nea  con  rampas  para introducir  el  equipo  necesario  e  instalar  las  cintas  transporta- doras con las que se saca el carbón arrancado fuera de la mina. Las rampas se diferencian de las galerías en que normalmente se excavan en la roca, no en el carbó n (salvo que la inclinación de la veta de carbó n sea constante), y presentan una inclinación constante para facilitar el acceso de vehículos y medios de trans- porte.  Una  innovació n  introducida  en  el  decenio  de  1970  ha sido el uso de cintas transportadoras instaladas en rampas para la  explotació n  de  minas  profundas,  un  sistema  que  presenta ventajas  sobre  la  extracció n  tradicional  por  pozos  en  té rminos de capacidad y fiabilidad.
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MINAS Y CANTERAS
viernes, 13 de marzo de 2015
Trazado de la mina (I)
La forma má s sencilla de acceder a una veta de carbó n es seguirla desde  su  afloramiento  superficial,  té cnica  todavía  muy  utilizada en  á reas  donde  la  topografía  es  inclinada  y  las  vetas  de  carbó n son relativamente horizontales. Un ejemplo son las minas de los Apalaches  en  Virginia  del  Sur  (EE.UU.).  Realmente,  el  mé todo no  es  determinante,  lo  importante  es  que  se  pueda  explotar  la mina de forma econó mica y con un mínimo esfuerzo de infraes- tructura.  Las  bocaminas  se  suelen  utilizar  tambié n  en  á reas mineras con escasa tecnología, en las que se amortizan los costes de trazado con el carbó n que se va extrayendo de la bocamina. Otros  medios  de  acceso  pueden  ser  las  rampas  y  los  pozos verticales. La elecció n depende normalmente de la profundidad de la veta de carbó n: cuanto má s profunda sea, má s caro resultará  perforar  una  rampa  escalonada  que  permita  el  funciona- miento de los vehículos o las cintas transportadoras.
La construcció n de un pozo vertical desde la superficie exige mucho tiempo y dinero, e impone el paso de un mayor lapso de tiempo entre el inicio de la construcció n y la primera extracció n de carbó n. Cuando las vetas de carbó n se encuentran a gran profundidad, como suele ocurrir en la mayor parte de los países europeos y China, a menudo hay que construir pozos que atra- viesan capas freá ticas. En tal caso, para evitar que el agua caiga al pozo hay que recurrir a té cnicas especiales como la congela- ció n o cementació n del terreno y, a continuación, recubrir el pozo con anillos de acero u hormigó n armado para su aisla- miento definitivo.
La construcció n de un pozo vertical desde la superficie exige mucho tiempo y dinero, e impone el paso de un mayor lapso de tiempo entre el inicio de la construcció n y la primera extracció n de carbó n. Cuando las vetas de carbó n se encuentran a gran profundidad, como suele ocurrir en la mayor parte de los países europeos y China, a menudo hay que construir pozos que atra- viesan capas freá ticas. En tal caso, para evitar que el agua caiga al pozo hay que recurrir a té cnicas especiales como la congela- ció n o cementació n del terreno y, a continuación, recubrir el pozo con anillos de acero u hormigó n armado para su aisla- miento definitivo.
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MINAS Y CANTERAS
jueves, 12 de marzo de 2015
MINAS SUBTERRANEAS
En un principio, la explotació n de las minas de carbón subterráneas se realizaba excavando túneles de acceso, o bocaminas, en las  vetas  de  carbó n  a  partir  de  su  afloramiento  superficial.  Si embargo, los problemas derivados de unos medios de transporte inadecuados  para  llevar  el  carbó n  a  la  superficie  y  el  riesgo creciente de combustió n de las bolsas de metano por velas y otras llamas abiertas limitaron la profundidad a que podían trabajarse las primeras minas subterrá neas.
El aumento de la demanda de carbó n durante la Revolució n Industrial propició la excavació n de pozos para poder acceder a reservas de carbó n má s profundas. Así, a mediados del siglo XX, la mayor parte de la producció n de carbó n del mundo procedía de minas subterrá neas. Durante los decenios de 1970 y 1980 se produjo un amplio desarrollo de la capacidad de las minas de carbó n a cielo abierto , especialmente en países como Estados Unidos, Sudá frica, Australia e India. En el decenio de 1990, sin embargo, un renovado interé s por las minas subterrá neas hizo que se abrieran algunas nuevas (p. ej., en Queensland, Australia)
a partir de la má xima profundidad anteriormente alcanzada por las minas a cielo abierto . A mediados del decenio de 1990, casi el 45 % del total de carbó n extraído en el mundo procedía de minas subterrá neas. La proporció n actual varía ampliamente, siendo, por ejemplo, del 30 % en Australia e India y del 95 % en China. Por razones econó micas, no se suele explotar en minas subterrá neas el lignito y el carbó n bituminoso.
Una mina subterrá nea de carbó n está formada bá sicamente por tres elementos: á rea de explotació n, acarreo del carbó n a pie de pozo o rampa y transporte del carbó n a la superficie. La explotació n comprende asimismo el trabajo previo necesario para permitir el acceso a futuras á reas de explotació n de la mina, que presenta el má ximo nivel de riesgo personal.
El aumento de la demanda de carbó n durante la Revolució n Industrial propició la excavació n de pozos para poder acceder a reservas de carbó n má s profundas. Así, a mediados del siglo XX, la mayor parte de la producció n de carbó n del mundo procedía de minas subterrá neas. Durante los decenios de 1970 y 1980 se produjo un amplio desarrollo de la capacidad de las minas de carbó n a cielo abierto , especialmente en países como Estados Unidos, Sudá frica, Australia e India. En el decenio de 1990, sin embargo, un renovado interé s por las minas subterrá neas hizo que se abrieran algunas nuevas (p. ej., en Queensland, Australia)
a partir de la má xima profundidad anteriormente alcanzada por las minas a cielo abierto . A mediados del decenio de 1990, casi el 45 % del total de carbó n extraído en el mundo procedía de minas subterrá neas. La proporció n actual varía ampliamente, siendo, por ejemplo, del 30 % en Australia e India y del 95 % en China. Por razones econó micas, no se suele explotar en minas subterrá neas el lignito y el carbó n bituminoso.
Una mina subterrá nea de carbó n está formada bá sicamente por tres elementos: á rea de explotació n, acarreo del carbó n a pie de pozo o rampa y transporte del carbó n a la superficie. La explotació n comprende asimismo el trabajo previo necesario para permitir el acceso a futuras á reas de explotació n de la mina, que presenta el má ximo nivel de riesgo personal.
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MINAS Y CANTERAS
miércoles, 11 de marzo de 2015
Cerca del pozo
Cerca del pozo, los trenes con mineral pasan por una estación de volcado donde puede descargarse el material en un depósito. Un cribón en la estació n de volcado impide que caigan en el depósito rocas  grandes.  Estas  ú ltimas  se  parten  mediante  volado  o  con martillos  hidrá ulicos;  tambié n  puede  instalarse  una  machacadora debajo del cribó n para un control posterior de tamañ o. Debajo del depó sito se encuentra un calibrador que comprueba automá ticamente que el volumen y el peso de la carga no exceden de las capacidades del eskip y del elevador. Cuando un eskip vacío, que es un contenedor para desplazamiento vertical, llega a la estación de llenado, se abre una canaleta en el fondo del calibrador que lo llena con la carga adecuada. Cuando el elevador levanta el eskip cargado hasta el marco de superficie, se abre una canaleta para descargar material en el depó sito de superficie. La elevació n del eskip   puede   realizarse   de   forma   automá tica   utilizando   un circuito cerrado de televisió n para supervisar el proceso.
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MINAS Y CANTERAS
lunes, 9 de marzo de 2015
La canaleta
La canaleta es la trampilla situada en el fondo del rumbadero.
Los rumbaderos normalmente finalizan cerca de la galería de arrastre de forma que, cuando se abre la canaleta, el mineral cae llenando los camiones situados debajo de la misma.
Los rumbaderos normalmente finalizan cerca de la galería de arrastre de forma que, cuando se abre la canaleta, el mineral cae llenando los camiones situados debajo de la misma.
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MINAS Y CANTERAS
domingo, 8 de marzo de 2015
CULTIVO DE TABACO (VI)
El curado de la mayoría de los distintos tipos de tabaco exige el  control  de  la  temperatura  y  el  contenido  de  humedad  en  el interior del secadero para regular la velocidad de deshidratación sofisticados,   puesto   que   el   control   de   la   temperatura   y   la humedad   siguen   unos   programas   bastante   específicos   y   las temperaturas  alcanzan  má s  de  70 C  en  las  ú ltimas  etapas  del proceso,  que  en  total  dura  só lo  de 5 a 8  días.  En  Amé rica  del  Norte y Europa Occidental, el curado al humo se realiza principalmente  en  trojes  metá licos  calentados  con  gas  o  petró leo  y equipados con dispositivos automá ticos o semiautomá ticos para controlar  la  temperatura  y  la  humedad.  En  la  mayoría  de  los otros  países,  la  atmó sfera  del  troje  se  controla  manualmente; los  trojes  se  construyen  de  madera  o  ladrillo  y  suelen  calen- tarse  manualmente  con  madera  (Brasil)  o  carbó n  (Zimbabwe). La etapa inicial y má s importante del curado al humo se denomina  amarilleado,  durante  la  cual  la  clorofila  se  degrada  y  la
mayoría de los hidratos de carbono se convierten en azú cares sencillos, dá ndoles a las hojas curadas un aroma dulce característico. A continuació n, las cé lulas de las hojas se destruyen con aire caliente y seco para detener la pé rdida respiratoria de azú cares. Los productos de la combustió n no entran en contacto con las hojas. Muchos otros tipos de tabaco se curan al aire en trojes o naves sin calentamiento, aunque normalmente con algú n tipo de control manual de la ventilació n. El proceso de curado al aire tarda entre 4 y 8 semanas, dependiendo de las condiciones ambientales existentes y la capacidad de controlar la humedad dentro del troje. Con este proceso má s largo y gradual de curado se obtienen unas hojas con bajo contenido de azú car. El tabaco curado al fuego, utilizado principalmente con productos para mascar o inhalar, se cura bá sicamente al aire, aunque tambié n se utilizan pequeñ as fogatas abiertas con madera de roble o nogal americano para “ahumar” perió dica- mente las hojas, dá ndoles un característico olor a madera y mejorando sus propiedades de conservación.
mayoría de los hidratos de carbono se convierten en azú cares sencillos, dá ndoles a las hojas curadas un aroma dulce característico. A continuació n, las cé lulas de las hojas se destruyen con aire caliente y seco para detener la pé rdida respiratoria de azú cares. Los productos de la combustió n no entran en contacto con las hojas. Muchos otros tipos de tabaco se curan al aire en trojes o naves sin calentamiento, aunque normalmente con algú n tipo de control manual de la ventilació n. El proceso de curado al aire tarda entre 4 y 8 semanas, dependiendo de las condiciones ambientales existentes y la capacidad de controlar la humedad dentro del troje. Con este proceso má s largo y gradual de curado se obtienen unas hojas con bajo contenido de azú car. El tabaco curado al fuego, utilizado principalmente con productos para mascar o inhalar, se cura bá sicamente al aire, aunque tambié n se utilizan pequeñ as fogatas abiertas con madera de roble o nogal americano para “ahumar” perió dica- mente las hojas, dá ndoles un característico olor a madera y mejorando sus propiedades de conservación.
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AGRICULTURA
sábado, 7 de marzo de 2015
CULTIVO DE TABACO (V)
Las té cnicas de recolecció n varían considerablemente segú n el tipo de tabaco. El tabaco curado al humo, el tabaco oriental y el tabaco para envolver cigarros son los ú nicos tipos cuyas hojas se recolectan siempre en secuencia a medida que maduran (senes- cencia)  desde  la  parte  inferior  hasta  la  superior  de  la  planta. Conforme  maduran  las  hojas,  se  vuelven  quebradizas  y  amari- llentas al degradarse la clorofila. Durante un período que oscila entre  6  y  12  semanas  despué s  del  desbotonado,  se  arrancan algunas hojas de cada planta cada vez que se visitan los campos, con una frecuencia que depende de la pluviometría, la tempera- tura, la fertilidad del suelo y la variedad. Otros tipos de tabaco, como  el  tabaco  Burley,  el  tabaco  Maryland,  el  tabaco  para envolver y rellenar cigarros y los tabacos para mascar curados al fuego  requieren  un  “corte  del  tallo”,  lo  que  significa  que  la planta  entera  se  corta  cerca  del  suelo  cuando  se  considera  que la  mayoría  de  las  hojas  han  madurado.  Para  algunos  tipos  de tabacos  curados  al  aire,  se  seleccionan  las  hojas  inferiores  y el  resto  de  la  planta  se  corta  por  el  tallo.  Con  independencia del tipo de tabaco, la recolecció n y la preparació n de las hojas para  su  curado  y  comercializació n  son  las  tareas  que  má s mano  de  obra  requieren  en  la  producció n  de  tabaco  (vé ase  la Figura  64.30).  La  recolecció n  suele  realizarse  manualmente, sobre   todo   cuando   se   cortan   los   tallos,   una   operació n que   todavía   no   ha   podido   mecanizarse   del   todo   (vé ase   la Figura  64.31).  La  recolecció n  del  tabaco  curado  al  humo  está ahora  altamente  mecanizada  en  la  mayoría  de  los  países  desa- rrollados, donde la mano de obra es escasa y cara. En Estados Unidos, aproximadamente la mitad del tabaco curado al humo se recolecta con má quinas, lo que exige un control casi completo de  las  malas  hierbas  y  las  hijuelas  para  reducir  al  mínimo  el contenido de estos materiales en las hojas curadas.
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AGRICULTURA
viernes, 6 de marzo de 2015
CULTIVO DE TABACO (IV)
Dependiendo  del  tipo  de  tabaco,  los  campos  reciben  cantidades  moderadas  o  altas  de  fertilizantes,  que  suelen  aplicarse manualmente   en   los   países   en   desarrollo.   Para   una   buena maduració n  y  curado  del  tabaco  curado  al  humo,  es  necesario que  la  absorció n  de  nitró geno  se  reduzca  rá pidamente  justo despué s  de  finalizar  el  crecimiento  vegetativo.  Por  ello  no  se utilizan  abonos  naturales  de  forma  rutinaria  con  estos  cultivos y  só lo  se  aplican  entre  35  y  70  kg  por  hectá rea  de  nitró geno inorgá nico  presente  en  fertilizantes  comerciales,  dependiendo de  las  características  del  suelo  y  la  pluviometría.  El  tabaco Burley  y  la  mayor  parte  de  los  tabacos  para  mascar  o  para cigarro suelen cultivarse en suelos má s fé rtiles que los utilizados para el tabaco curado al humo y reciben entre 3 y 4 veces má s de  nitró geno  para  mejorar  ciertas  características  deseables  de estos tabacos.
El tabaco es un planta floreciente con un meristemo central que suprime el crecimiento de las yemas axilares (hijuelas) por acció n hormonal hasta que el meristemo empieza a producir flores. En casi todos los tipos de tabaco, la eliminació n de las flores (desbotonado) antes de la maduració n de la semilla y el control del crecimiento posterior de las hijuelas son prá cticas habituales para aumentar la producció n desviando una mayor parte de los recursos del crecimiento a la producció n de hojas. Las flores se arrancan manual o mecá nicamente (principalmente en Estados Unidos) y el crecimiento de las hijuelas se retrasa en la mayoría de los países mediante la aplicació n de reguladores del crecimiento por contacto y/o sisté micos. En Estados Unidos se recurre a la aplicació n mecá nica de sustancias químicas para suprimir las hijuelas del tabaco curado al humo, que tiene la temporada de recolecció n má s larga de todos los tipos de tabaco producidos en ese país. En los países en desarrollo, estas sustan- cias suelen aplicarse manualmente. Sin embargo, con indepen- dencia de las sustancias químicas y los mé todos de aplicació n utilizados, rara vez se consigue un control completo y casi siempre se necesita una cierta mano de obra para eliminar las hijuelas que a pesar de todo han crecido.
El tabaco es un planta floreciente con un meristemo central que suprime el crecimiento de las yemas axilares (hijuelas) por acció n hormonal hasta que el meristemo empieza a producir flores. En casi todos los tipos de tabaco, la eliminació n de las flores (desbotonado) antes de la maduració n de la semilla y el control del crecimiento posterior de las hijuelas son prá cticas habituales para aumentar la producció n desviando una mayor parte de los recursos del crecimiento a la producció n de hojas. Las flores se arrancan manual o mecá nicamente (principalmente en Estados Unidos) y el crecimiento de las hijuelas se retrasa en la mayoría de los países mediante la aplicació n de reguladores del crecimiento por contacto y/o sisté micos. En Estados Unidos se recurre a la aplicació n mecá nica de sustancias químicas para suprimir las hijuelas del tabaco curado al humo, que tiene la temporada de recolecció n má s larga de todos los tipos de tabaco producidos en ese país. En los países en desarrollo, estas sustan- cias suelen aplicarse manualmente. Sin embargo, con indepen- dencia de las sustancias químicas y los mé todos de aplicació n utilizados, rara vez se consigue un control completo y casi siempre se necesita una cierta mano de obra para eliminar las hijuelas que a pesar de todo han crecido.
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jueves, 5 de marzo de 2015
CULTIVO DE TABACO (III)
Dependiendo  de  la  disponibilidad  y  el  coste  de  la  mano  de obra y los equipos, los semilleros se trasplantan mecánicamente a campos debidamente preparados y previamente tratados con uno  o  má s  plaguicidas  para  el  control  de  los  organismos  patógenos  del  suelo  y/o  las  hierbas  (vé ase  la  Figura  64.29).  Para proteger a los trabajadores de la exposició n a plaguicidas, éstos rara vez se aplican durante la operació n del trasplante, aunque con  frecuencia  se  necesita  un  control  adicional  de  las  malas hierbas y las plagas foliares durante el crecimiento posterior y la recolecció n   del   tabaco.   En   muchos   países   se   recurre   con frecuencia  a  distintas  variedades  y  a  rotación  cada  2-4  años entre el tabaco y otros cultivos (cuando se dispone de tierra sufi- ciente) para reducir la necesidad de plaguicidas. En Zimbabwe, el gobierno exige la destrucció n cada cierto tiempo de los lechos de  siembra  y  de  los  tallos  y  raíces  en  los  campos  recolectados para  reducir  la  incidencia  y  propagació n  de  virus  transmitidos por insectos.
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AGRICULTURA
miércoles, 4 de marzo de 2015
CULTIVO DE TABACO (II)
El  tabaco  es  un  cultivo  de  trasplante.  En  la  mayoría  de  los países,  los  semilleros  se  inician  a  partir  de  diminutas  semillas (unas  12.000  por  gramo)  que  se  siembran  manualmente  en lechos  debidamente  preparados  y,  cuando  las  plantas  alcanzan una altura de 15 ó  20 cm, se retiran manualmente para trasplan- tarlas  en  los  campos.  En  los  climas  tropicales,  los  semilleros suelen  cubrirse  con  material  vegetal  seco  para  conservar  su humedad y reducir los dañ os que las fuertes lluvias producen en las semillas o semilleros. En climas más frescos los semilleros se protegen contra las heladas cubrié ndolos con uno o varios mate- riales sinté ticos o con tela de algodó n durante varios días antes del trasplante. Los semilleros suelen tratarse antes del sembrado con metil bromuro o dazomet para eliminar la mayor parte de las malas hierbas, así como las enfermedades e insectos trasmitidos por la tierra. En algunos países se utilizan tambié n herbi- cidas para ayudar a controlar las malas hierbas, pero en zonas donde la mano de obra es abundante y barata, la escarda suele
realizarse manualmente. Los insectos y las enfermedades foliares se controlan mediante la aplicació n perió dica de los plaguicidas adecuados. En Estados Unidos y Canadá , los semilleros se producen principalmente en invernaderos cubiertos con plá stico
y cristal, respectivamente. Los semilleros suelen crecer en un medio de turba o mantillo, que en Canadá se esteriliza al vapor antes de sembrar las semillas. En Estados Unidos se utilizan principalmente bandejas de poliestireno que contienen el medio
y que suelen tratarse con metil bromuro y/o solució n de hipo- clorito cá lcico entre las sucesivas temporadas de producció n y trasplante para conferir protecció n contra enfermedades fú ngicas. Sin embargo, só lo unos cuantos plaguicidas está autori- zados en Estados Unidos para su uso en los semilleros de tabaco, de manera que los agricultores dependen en gran medida de una ventilació n adecuada, las corrientes de aire horizontales y la higiene para controlar la mayor parte de las enfermedades foliares.
Con independencia del mé todo de producció n y trasplante que se utilice, los semilleros se cortan o siegan perió dicamente por encima de los meristemos apicales varias semanas antes del trasplantando para aumentar la uniformidad y la supervivencia en el campo. El corte se realiza mecá nicamente en algunos países desarrollados, pero manualmente allí donde la mano de obra es abundante (vé ase la Figura 64.28).
realizarse manualmente. Los insectos y las enfermedades foliares se controlan mediante la aplicació n perió dica de los plaguicidas adecuados. En Estados Unidos y Canadá , los semilleros se producen principalmente en invernaderos cubiertos con plá stico
y cristal, respectivamente. Los semilleros suelen crecer en un medio de turba o mantillo, que en Canadá se esteriliza al vapor antes de sembrar las semillas. En Estados Unidos se utilizan principalmente bandejas de poliestireno que contienen el medio
y que suelen tratarse con metil bromuro y/o solució n de hipo- clorito cá lcico entre las sucesivas temporadas de producció n y trasplante para conferir protecció n contra enfermedades fú ngicas. Sin embargo, só lo unos cuantos plaguicidas está autori- zados en Estados Unidos para su uso en los semilleros de tabaco, de manera que los agricultores dependen en gran medida de una ventilació n adecuada, las corrientes de aire horizontales y la higiene para controlar la mayor parte de las enfermedades foliares.
Con independencia del mé todo de producció n y trasplante que se utilice, los semilleros se cortan o siegan perió dicamente por encima de los meristemos apicales varias semanas antes del trasplantando para aumentar la uniformidad y la supervivencia en el campo. El corte se realiza mecá nicamente en algunos países desarrollados, pero manualmente allí donde la mano de obra es abundante (vé ase la Figura 64.28).
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