Algunas explotaciones de cerdos son pequeñas: uno o dos ejemplares, por ejemplo, que pueden representar gran parte de los bienes de una familia (Scherf 1995). En las grandes explotaciones de porcinos tienen lugar dos procesos principales (Gillespie 1997). Uno es el de producción de razas puras, que consiste en criar
y mejorar a los animales. En las instalaciones de raza pura prevalece la inseminación artificial. Los machos de raza pura suelen utilizarse para cubrir a las hembras del otro proceso de importancia, la producción comercial. Esta última implica la cría para matanza, y habitualmente sigue alguna de las dos dife- rentes formas de operar. Una consiste en un sistema en dos fases. La primera fase consiste en la producción de cerdos, que utiliza un rebaño de cerdas que alimenta entre 14 y 16 lechones por cerda. Los lechones son destetados y se venden a la siguiente fase del sistema, la empresa de compra y terminado, que los alimenta para la matanza. Los alimentos más utilizados son el maíz y el aceite de soja. Las gramíneas que comen las recogen del suelo.
La otra forma de operar, que es la más frecuente, es el sistema completo de cerda y camada. En estas explotaciones se cría una piara completa de cerdas y lechones, cuidando y engordando a los lechones para la matanza.
Algunas cerdas pueden parir más lechones que mamas tienen. Para alimentar a los lechones sobrantes, la práctica habitual consiste en pasar los lechones de las grandes camadas a cerdas que hayan tenido camadas pequeñas. Los cerdos nacen con dientes espiculares, que habitualmente se les cortan a la altura de la encía al cumplir los dos días. Se les practica una incisión en las orejas para poder identificarlos. Más o menos cuando cumplen 3 días se les recorta el rabo. Los cerdos macho criados para matanza son castrados cuando cumplen 3 semanas. Mantener sana a la piara es la faena más importante de la producción porcina. Las medidas higiénicas y la elección de animales sanos son importantes. Se emplean vacunas, sulfamidas
y antibióticos para prevenir muchas enfermedades infecciosas. Se usan insecticidas para controlar piojos y ácaros. Las tenias y otros parásitos de los cerdos se controlan por medio de medidas higiénicas y de fármacos.
Entre las instalaciones que se emplean para la producción de porcino se encuentran los sistemas de pastos, una combinación de pastos y alojamientos baratos con sistemas de confinamiento total que requieren grandes inversiones. Hay una tendencia al aumento del número de alojamientos en confinamiento, porque la cría es más rápida que en los pastos. Pero el pasto es mejor para alimentar a la piara destinada a criar cerdos, porque impide que dicha piara engorde; puede utilizarse en todo el proceso de producción o sólo en parte, junto con el empleo de alojamientos y equipos portátiles.
Los edificios de confinamiento han de tener ventilación para controlar la temperatura y la humedad. Puede añadirse calefac- ción a las porqueras. En los confinamientos se instalan suelos acanalados porque exigen menos trabajo a la hora de gestionar el estiércol. Para la producción de cerdos es necesario acondi- cionar y gestionar los equipos de suministro de agua y alimento. Las instalaciones se limpian por lavado a presión y posterior desinfección de todas las camas, retirando el estiércol y la comida sobrante (Gillespie 1997).
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