Los desechos de pescado y marisco pueden incluir los órganos internos (vísceras), cabezas, colas, sangre, escamas, aguas sucias y sedimentos (por ejemplo, jugos de cocción, coagulantes químicos utilizados en los sistemas de tratamiento primario, aceite, grasas, só lidos suspendidos, etc.). En muchas regiones, la mayoría de los restos del procesamiento de productos del mar procedentes de la industria situada en tierra se convierte en harina de pescado o fertilizantes y los desechos se arrojan al mar, se vacían en aguas costeras, se echan directamente al suelo o se entierran. Los desechos resultantes del procesamiento en buques (por ejemplo, limpieza del pescado) consisten en partes del pez (despojos) y siempre se vierten al mar.
El efecto de los restos de pescado procesado sobre los sistemas acuá ticos puede variar ampliamente dependiendo del tipo de desecho, el porcentaje y la cantidad del vertido, la sensibilidad ecoló gica del entorno que lo recibe y factores físicos que ejercen una influencia sobre la mezcla y dispersió n de los desechos. La mayor preocupación es el vertido de desechos por parte de las empresas procesadoras en los entornos costeros; en estas zonas, una cantidad excesiva de elementos nutritivos puede provocar eutrofia y, posteriormente, la pé rdida de poblaciones locales de plantas y animales acuá ticos.
El vertido de despojos y capturas accesorias desde buques de pesca puede provocar el agotamiento del oxígeno en los há bitats bentó nicos (es decir, el fondo), si se acumulan cantidades suficientes en el fondo del mar. Sin embargo, los descartes y despojos se consideran factores que contribuyen al rá pido crecimiento de algunas poblaciones de aves marinas, aunque ello pueda ir en detrimento de especies menos competitivas (Alverson y cols. 1994).
El efecto de los restos de pescado procesado sobre los sistemas acuá ticos puede variar ampliamente dependiendo del tipo de desecho, el porcentaje y la cantidad del vertido, la sensibilidad ecoló gica del entorno que lo recibe y factores físicos que ejercen una influencia sobre la mezcla y dispersió n de los desechos. La mayor preocupación es el vertido de desechos por parte de las empresas procesadoras en los entornos costeros; en estas zonas, una cantidad excesiva de elementos nutritivos puede provocar eutrofia y, posteriormente, la pé rdida de poblaciones locales de plantas y animales acuá ticos.
El vertido de despojos y capturas accesorias desde buques de pesca puede provocar el agotamiento del oxígeno en los há bitats bentó nicos (es decir, el fondo), si se acumulan cantidades suficientes en el fondo del mar. Sin embargo, los descartes y despojos se consideran factores que contribuyen al rá pido crecimiento de algunas poblaciones de aves marinas, aunque ello pueda ir en detrimento de especies menos competitivas (Alverson y cols. 1994).
No hay comentarios:
Publicar un comentario