domingo, 1 de junio de 2008

Métodos, equipos y riesgos comunes: Extracción (VI)


Los arrastradores de garabato van directamente hasta cada tronco o atado, levantan el extremo delantero de la carga y la arrastran hasta el cargadero. Los arrastradores con cabrestantes pueden trabajar desde caminos de arrastre. Sus cargas suelen juntarse con bragas, correas, cadenas o cables cortos que se fijan a trozas individuales. Un bragador prepara las trozas para el enganche y, cuando el arrastrador vuelve del cargadero, fija varias bragas al cable principal y utiliza el cabrestante para llevarlas al arrastrador. La mayoría de los arrastradores tienen un arco sobre el que puede levantarse el extremo delantero de la carga para reducir el rozamiento durante el arrastre. Si se utilizan arrastradores con cabrestantes mecánicos, es esencial que los operarios mantengan una buena comunicación a través de radios bidireccionales o señales ópticas o acústicas. Es nece- sario acordar señales claras; cualquier señal que no se comprenda significará “¡Parar!”. En la Figura 68.8 se ofrecen las propuestas para el uso de arrastradores con tornos mecánicos. Como regla práctica, los equipos de arrastre no deben utili- zarse en pendientes de más de 15°. Los tractores de orugas pueden emplearse para extraer árboles grandes en terrenos relativamente abruptos, pero si no se hace con cuidado, los daños a los suelos pueden ser notables. Por motivos ecológicos y de seguridad, todas las operaciones de arrastre deben suspenderse en condiciones climatológicas muy lluviosas. La extracción con animales de tiro es una opción viable desde el punto de vista económico cuando se trata de pequeños troncos, sobre todo en operaciones de clareo. Las distancias de arrastre deben ser cortas (por lo común 200 m o menos) y las pendientes suaves. Es importante utilizar arneses adecuados que proporcionen la máxima potencia de tracción, y dispositivos como palas de arrastre, ruedas de saca o narrias que reduzcan la resistencia al arrastre.

El arrastre manual es cada vez más infrecuente en la saca industrial, pero continúa practicándose en la saca de subsistencia, sobre todo con leña. Aunque las trozas suelen ser pequeñas, esta faena es muy pesada y puede ser peligrosa en pendientes abruptas. A fin de mejorar la eficacia y la seguridad se utilizan ganchos, palancas y otras herramientas de mano para levantar y tirar de las trozas. Los deslizaderos, tradicionalmente hechos con maderos, aunque también los hay en forma de semitubos de polietileno, son una alternativa al arrastre manual de trozas cortas en terreno abrupto.
Los recogedores son máquinas de extracción que transportan una carga de trozas completamente separada del suelo, ya sea dentro de su propio bastidor o en un remolque. Suelen tener una grúa mecánica o hidráulica para realizar la autocarga y descarga de las trozas. Tienden a utilizarse en combinación con equipos de apeo y transformación mecanizados. La distancia de extracción económica es de 2 a 4 veces la de los arrastradores. Los recogedores funcionan mejor si el tamaño de las trozas es más o menos uniforme.
Los accidentes con recogedores son similares a los de los trac- tores y otras máquinas forestales: vuelco, penetración y caída de objetos, líneas de corriente eléctrica y problemas de mantenimiento. Entre los riesgos para la salud cabe citar la vibración, el ruido y los aceites hidráulicos.

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