martes, 3 de junio de 2008

Problemas de salud en el trabajo relacionados con los artrópodos


Los artrópodos comprenden más de 1 millón de especies de insectos y miles de especies de otros animales, como garrapatas, ácaros, arañas, escorpiones y ciempiés. Las abejas, hormigas, avispas y escorpiones pican e inyectan veneno; los mosquitos y las garrapatas chupan sangre y transmiten enfermedades; las escamas y pelos de los cuerpos de los insectos pueden irritar los ojos y la piel, así como los tejidos de la nariz, la boca y el sistema respiratorio. Casi todas las picaduras que reciben los seres humanos se deben a abejas sociales
(abejorros, abejas de la miel). Otras picaduras se deben a avispas, avispones, tábanos y hormigas.
Los artrópodos pueden constituir un peligro para la salud en el centro de trabajo (véase la Tabla 70.6), pero los posibles peligros deri- vados de ellos no suelen ser exclusivos de ninguna ocupación concreta. Más bien, la exposición a artrópodos en el centro de trabajo depende de la localización geográfica, de las condiciones locales y de la estación del año. En la Tabla 70.7 figura una lista de algunos de estos peligros y sus correspondientes agentes. Para todos los peligros derivados de los artrópodos, la primera línea de defensa es la evitación
o exclusión del agente agresor. La inmunoterapia puede aumentar la tolerancia de una persona al veneno de artrópodo, y se consigue inyectando dosis crecientes de veneno a lo largo de un período de tiempo. Es eficaz en el 90 al 100 % de los individuos hipersensibles al veneno, pero comporta una ciclo indefinido de costosas inyecciones. En la Tabla 70.8 se recoge una lista de reacciones normales y alér- gicas a las picaduras de insectos.

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