viernes, 14 de marzo de 2014

Lámparas halógenas de tungsteno.

Un problema del diseñ o de la lá mpara de filamento de tungsteno normal es que el tungsteno se evapora en servicio y se condensa en la pared de vidrio, má s fría, oscurecié ndola y reduciendo la transmisió n de luz. Este problema se elimina añ adiendo al gas interior un haló geno, como el bromuro de hidró geno o el bromuro metílico. El halógeno reacciona con el tungsteno, impidiendo que se condense en la pared de vidrio. Cuando la lá mpara se enfría, el tungsteno vuelve a depositarse sobre el filamento. Como esta reacción funciona mejor a mayor presión, las lámparas haló genas de tungsteno suelen contener gas a varias atmó sferas de presió n. Normalmente, el haló geno se añ ade integrado en el gas interior de la lá mpara, habitualmente a concentraciones del 2 % o menos.
En las lá mparas haló genas de tungsteno tambié n se utilizan globos de cuarzo en lugar de vidrio. Los primeros soportan mayores presiones; ahora bien, el cuarzo entrañ a un posible riesgo, ya que es transparente a la luz ultravioleta. Aunque el filamento de tungsteno produce relativamente poca radiació n ultravioleta, la exposició n prolongada a corta distancia puede causar enrojecimiento de la piel e irritació n ocular. Filtrando la luz por una cubierta de vidrio se reduce en gran medida la cantidad de radiació n ultravioleta, al tiempo que se ofrece protecció n contra el cuarzo caliente en el caso de que la lá mpara se rompa mientras está en funcionamiento.

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