lunes, 26 de octubre de 2009

Información sobre la tecnología del proceso

Información sobre la tecnología del proceso: incluye diagramas de flujo generales y/o simples, así como las descripciones de los aspectos químicos de cada proceso específico con los límites de seguridad superiores e inferiores para temperaturas, presiones, flujos, composiciones y, cuando esté n disponibles, materiales de diseñ o del proceso y balances energé ticos. Tambié n se determinan las consecuencias de las desviaciones en los procesos y materiales, entre ellas su efecto sobre la seguridad y la salud de los trabajadores. Siempre que se modifiquen los procesos o los materiales se actualiza la informació n y se evalú a nuevamente de acuerdo con el sistema de gestió n establecido para cambios de la instalació n.

domingo, 25 de octubre de 2009

La información química

La información química incluye no solamente las propiedades químicas y físicas, los datos de reactividad y corrosión y la estabilidad té rmica y química de productos químicos como los hidrocarburos y materiales altamente peligrosos del proceso, sino también los efectos peligrosos resultantes de mezclar inadvertidamente diferentes sustancias incompatibles. La información química incluye también los aspectos necesarios para realizar una evaluación del riesgo ambiental de emisiones tó xicas e inflamables y límites de exposició n permisibles.

sábado, 24 de octubre de 2009

Información sobre seguridad de los procesos

La informació n sobre seguridad de los procesos se utiliza en la industria para definir los procesos, los materiales y los equipos fundamentales. En ella está incluida toda la informació n escrita disponible relativa a la tecnología del proceso, los equipos utilizados, las materias primas y los productos y su peligrosidad antes de realizar un aná lisis de riesgos del proceso. Otra informació n crucial en cuanto a seguridad de los procesos es la documentació n relativa a las revisiones de proyectos importantes y criterios bá sicos de diseño.

viernes, 23 de octubre de 2009

Tipos de centrales nucleares y características (II)

Una vez iniciado un aumento en el ritmo de producción de energía por fisión, se mantendrá hasta que se detenga insertando en el núcleo la cantidad apropiada de materiales absorbentes de neutrones y de moderador. Este aumento de potencia se debe a un exceso de neutrones en la reacción de fisión en cadena con respecto a los necesarios para conseguir una reacción en cadena crítica. Por consiguiente, la velocidad de fisión y la consiguiente producción de energía pueden controlarse agregando o reti- rando cantidades muy pequeñas de materiales absorbentes de neutrones. Si se requiere una reducción brusca de la potencia, se inyecta en el núcleo una cantidad relativamente importante de material absorbente de neutrones. Cada tipo de reactor tiene sus propias características de reactividad, que determinan el diseño de los mecanismos absorbentes de neutrones que permitirán controlar eficazmente la potencia y parar el reactor de forma rápida y segura cuando sea necesario. Sin embargo, los mismos principios básicos de control y seguridad son aplicables a todos ellos.
En la Figura 76.1 se ilustran los tipos de reactores térmicos actualmente en servicio, y en la Tabla 76.3, sus princi- pales características. En las ilustraciones simplificadas de la Figura 76.1, se representan blindajes de hormigón en torno a los reactores y los sistemas refrigerantes primarios. Estos blindajes, que adoptan diversos diseños, protegen de la radiación directa del reactor y también actúan como contención de posibles fugas de los sistemas moderadores o refrigerantes; en general, están diseñados para soportar las elevadas presiones que se generarían si se produjese una avería grave en los sistemas refrigerantes.
En una central nuclear con reactor de agua a presión (PWR: pressurized water reactor), el moderador y el refrigerante primario son el mismo material —agua normal depurad—a, que está separada del circuito secundario de vapor/agua de alimentación por un contorno metálico en generadores de vapor (a veces llamados calderas), a través del cual se transfiere el calor por conducción. Por consiguiente, el vapor alimentado al turbogenerador no es radiactivo y el turbogenerador de vapor puede funcionar como una central eléctrica convencional. Como el hidrógeno del agua moderadora/refrigerante primaria absorbe una parte importante de los neutrones, es necesario someter el combustible al proceso denominado enriquecimiento isotópico, que consiste en incrementar el contenido del isótopo fisible (uranio 235) hasta alcanzar entre un 2 % y un 5 %, a fin de mantener una reacción en cadena práctica para la producción de energía a largo plazo.


jueves, 22 de octubre de 2009

Tipos de centrales nucleares y características (I)

Los reactores térmicos utilizan materiales llamados moderadores para controlar la producción rápida de neutrones producidos por la fisión, de modo que puedan ser capturados más fácilmente por los átomos del uranio 235. El moderador más utilizado es el agua normal. Otros son el grafito y el deuterio, un isótopo del hidrógeno, que se emplea en forma de óxido de deuterio, también llamado agua pesada. El principal componente del agua normal es óxido de hidrógeno y contiene una pequeña proporción (0,015 %) de agua pesada.
El combustible se enfría por medio de un refrigerante, que directa o indirectamente produce el vapor que impulsa la turbina y controla además la temperatura del núcleo del reactor, evitando que se caliente en exceso y se deteriore el combustible o los materiales estructurales. Entre los refrigerantes de uso corriente en los reactores térmicos cabe citar el agua normal, el agua pesada y el dióxido de carbono. El agua tiene buenas características de transferencia térmica (alto calor específico, baja viscosidad, fácil bombeo) y es el refrigerante más utilizado en las centrales nucleares. La refrigeración de un reactor con agua a presión o en ebullición permite alcanzar importantes densidades de energía en el núcleo, de modo que pueden cons- truirse grandes unidades de potencia en reactores de vasija rela- tivamente pequeña. Sin embargo, si el sistema refrigerante del reactor utiliza agua, debe funcionar a alta presión para que el vapor alcance presiones y temperaturas útiles para el eficiente funcionamiento del turbogenerador de vapor. Por consiguiente, la integridad del contorno del sistema refrigerante del reactor es muy importante en todas las centrales nucleares refrigeradas con agua, ya que constituye una barrera de seguridad que protege a los trabajadores, a la población y al medio ambiente El combustible utilizado en todos los reactores refrigerados por agua, y en la mayoría de los demás, es dióxido de uranio cerámico con camisa metálica (de acero inoxidable o de una aleación de zirconio). El dióxido de uranio sinterizado es un combustible ininflamable que puede rendir durante largos períodos de tiempo y conservar sus productos de fisión a altas temperaturas sin deformarse significativamente ni romperse. Los únicos reactores térmicos operativos que utilizan un combustible distinto del dióxido de uranio son las centrales Magnox (refrigeradas con dióxido de carbono), y están siendo gradualmente retiradas de servicio a medida que alcanzan el final de su vida útil.
Los materiales absorbentes de neutrones (como el boro, el cadmio, el hafnio y el gadolinio) utilizados en varias formas, como barras de control con camisa de acero o disueltos en los refrigerantes o moderadores, pueden introducirse y retirarse del núcleo del reactor para controlar la velocidad de la reacción de fisión. Contrariamente a lo que ocurre con la generación de energía a partir de combustibles fósiles, no es necesario aumentar la cantidad de combustible para aumentar la energía producida en una reacción de fisión en cadena.

miércoles, 21 de octubre de 2009

GENERACION DE ENERGIA NUCLEAR

En todos los reactores nucleares, la energía se libera por fisión de los núcleos de los átomos del combustible en una reacción en cadena. El combustible nuclear más habitual es el uranio 235. Cada átomo de combustible fisionado da lugar a dos nuevos átomos —productos de fisión— y los neutrones expulsados de su núcleo provocan nuevas fisiones de átomos. Los productos de fisión transportan la mayor parte de la energía liberada por ésta, que se transforma a su vez en energía térmica cuando los átomos de combustible adyacentes reducen la gran velocidad de los productos de fisión y absorben su radiación. Los neutrones transportan alrededor del3% de la energía de fisión.
Para evitar que el núcleo del reactor se caliente demasiado, se utiliza un refrigerante líquido o gaseoso, que también produce el vapor (ya sea directa o indirectamente) que impulsa la turbina. A fin de mantener la reacción de fisión a la velocidad deseada por el operador de la central eléctrica, se insertan en el núcleo del reactor barras de control fabricadas con materiales capaces de absorber neutrones. En los reactores de agua a presión, los materiales absorbentes pueden colocarse disueltos en el refrigerante.
La mayoría de los productos de fisión son inestables y, por consiguiente, radiactivos. Estos productos se desintegran, liberando una radiación a una velocidad característica del elemento de cada producto de fisión, así como un nuevo producto que también puede ser radiactivo. Esta secuencia de desintegración

continúa hasta que se liberan productos estables (no radiactivos). En el reactor se forman otros productos radiactivos por absor- ción de neutrones en el núcleo de los átomos de materiales no fisibles, como el uranio 238, y materiales estructurales, como guías, soportes y camisas de combustible.
En reactores que han estado en funcionamiento durante cierto tiempo, la desintegración de los productos de fisión y la creación de nuevos productos de fisión alcanza un cuasiequili- brio. En este punto, la radiación y la producción de energía resultante de la desintegración de los productos radiactivos es casi una décima parte de toda la que se produce en el reactor.
De esta gran cantidad de material radiactivo se derivan los riesgos específicos de las centrales nucleares. En condiciones de funcionamiento, la mayoría de los materiales radiactivos se comportan como sólidos, pero algunos lo hacen como gases, o se volatilizan a la alta temperatura del reactor. Así, podrían ser fácilmente absorbidos por los organismos vivos y afectar a sus procesos biológicos. Son peligrosos, por tanto, si se liberan o se dispersan en el medio ambiente.

martes, 20 de octubre de 2009

Cloro y sosa cáustica

El cloro (Cl2), utilizado como agente blanqueante desde el principio del siglo XIX, es muy reactivo y tó xico; se trata de un gas de color verdoso que se vuelve corrosivo en presencia de humedad. Generalmente se fabrica por electró lisis de la salmuera (NaCl), que produce Cl2 y NaOH, en instalaciones regionales, y se transporta hasta el cliente como líquido puro. Se utilizan tres mé todos para la producció n de Cl2 a escala industrial: la cé lula de mercurio, la cé lula de diafragma y la má s reciente cé lula de membrana. El Cl2 se produce siempre en el á nodo. Se enfría, se purifica, se seca, se licú a y se transporta a la fá brica. Si é sta es muy grande o se encuentra a larga distancia, se pueden construir instalaciones locales, desde las que el Cl2 se puede transportar en estado gaseoso.
La calidad del NaOH depende del procedimiento que se emplee. En el má s antiguo, el de la cé lula de mercurio, el sodio y el mercurio se combinan, formando una amalgama que se descompone con el agua. El NaOH resultante es casi puro. Uno de los inconvenientes de este mé todo es que el mercurio contamina el lugar del trabajo y ha dado lugar a serios problemas ambientales. El NaOH producido en la cé lula de diafragma se extrae con los restos de salmuera y se concentra para permitir que la sal cristalice y se separe. En el diafragma se emplea amianto. El NaOH má s puro se produce en las cé lulas de membrana. Una membrana semipermeable de material resinoso permite el paso de los iones sodio, sin la salmuera ni los iones cloro, y se combina con el agua añ adida a la cá mara cató dica para formar NaOH puro. El gas hidró geno es un subproducto de cada uno de estos procesos. Normalmente se trata y se utiliza en otros procesos o como combustible.

lunes, 19 de octubre de 2009

Hipoclorito sódico

El hipoclorito só dico (NaOCl) se obtiene haciendo reaccionar Cl2 con una solución diluida de NaOH. Es un proceso sencillo y automá tico que apenas requiere intervención. Se controla manteniendo la concentració n de sosa de forma que la cantidad de Cl2 residual en el reactor sea mínima.

domingo, 18 de octubre de 2009

Dióxido de cloro

El dió xido de cloro (ClO2) es un gas amarillo verdoso extremadamente reactivo. Tó xico y corrosivo, explota en concentraciones altas (10 %) y en presencia de luz ultravioleta rá pidamente se reduce a Cl2 y O2. Se debe preparar en forma de gas diluido y almacenar como disolució n diluida, lo que impide su transporte en vehículo.
El ClO2 se produce reduciendo clorato só dico (Na2ClO3) con SO2, metanol, y masal del á cido hidrocló rico. El gas que sale del reactor se condensa y se almacena como disolució n acuosa al 10 %. Los generadores modernos de ClO2 operan con una eficacia del 95 % o má s, y la pequeñ a cantidad de Cl2 que se produce se recoge o se depura del gas de salida. Dependiendo de la pureza de los productos químicos empleados, de la temperatura y de otras variables del proceso, pueden tener lugar otras reacciones secundarias. Los subproductos se reincorporan al proceso y los reactivos consumidos se neutralizan y se mandan al alcantarillado.

sábado, 17 de octubre de 2009

Peligros (II)

En las explotaciones de producción de vacuno, ovino y caprino son numerosas las zonas peligrosas. Se trata de los suelos resbaladizos, los depósitos de estiércol, los corrales, las zonas polvorientas donde se guarda el alimento, los silos, los equipos mecanizados para alimentación y las zonas de confinamiento de los animales. Estas últimas pueden tener depósitos de estiércol, que pueden emitir gases letales. (Gillespie 1997).
El golpe de calor y el ictus son peligros potenciales. La intensa actividad física, el estrés y la tensión, el calor, la elevada humedad y la deshidratación producida por la falta de agua potable contribuyen a estos peligros.
Quienes tratan con ganado tienen el riesgo de presentar enfermedades respiratorias debido a la exposición a polvos inha- lados. Una enfermedad habitual es el síndrome tóxico por polvo orgánico. Este síndrome puede aparecer tras la exposición a elevadas concentraciones de polvos orgánicos contaminados por microorganismos. Aproximadamente el 30 al 40 % de los traba- jadores que se ven expuestos a polvos orgánicos presentará este síndrome, que incluye los trastornos que se muestran en la Tabla 70.18; en ella también figuran otras afecciones respirato- rias (NIOSH 1994).
Los esquiladores y trasquiladores de ovejas afrontan diversos peligros. Durante el esquilado pueden producirse cortes y abrasiones. Las pezuñas y los cuernos de los animales también son peligros potenciales. Los resbalones y caídas son peligros siempre presentes cuando se manejan animales. A veces las bate- rías para las esquiladoras se llevan en cinturones, y hay que tomar precauciones. También hay peligros eléctricos. Los esquiladores tienen también peligros posturales, sobre todo en la espalda, como resultado de la maniobra de atrapar a la oveja y darle la vuelta. Si se sujeta al animal entre las piernas se tensa mucho la espalda, y los movimientos de torsión son frecuentes al esquilar. El esquilado manual suele producir tenosinovitis.
El control de los insectos de vacas, ovejas y cabras mediante plaguicidas en aerosol o en polvo puede exponer a los trabajadores al plaguicida. Cuando se sumerge a las ovejas en baños plaguicidas, el manejo del animal o el contacto con la solución del baño o con la lana contaminada también puede exponer a los trabajadores al plaguicida (Gillespie 1997).
Las zoonosis más habituales son la rabia, la brucelosis, la tuberculosis bovina, la triquinosis, la salmonelosis, la leptospirosis, la tiña, las tenias, la ectima contagiosa, la fiebre Q y la fiebre manchada. Las enfermedades que pueden contraerse tratando con el pelo o la lana son el tétanos, la salmonelosis producida al etiquetar y sujetar a los animales, la leptospirosis, el ántrax y las enfermedades por parásitos.
Las heces y la orina de los animales son también un meca- nismo de infección para los trabajadores. El ganado constituye una reserva de criptosporidosis, enfermedad que puede ser transmitida del ganado a los seres humanos por la vía fecal-oral. Los terneros con diarrea pueden albergar esta enfermedad. La esquistosomiasis, una enfermedad producida por duelas hemá- ticas, se encuentra en las vacas, los búfalos de agua y otros animales, en diversas partes del mundo; su ciclo vital empieza en los huevos excretados por orina y heces que se convierten en larvas, entran en los caracoles, luego a pasan a cercarias que nadan en libertad y se adhieren a la piel de los seres humanos, atravesándola. La penetración puede producirse cuando los trabajadores vadean el agua.
Algunas zoonosis son enfermedades virales transmitidas por artrópodos. Los vectores primarios de estas enfermedades son los mosquitos, las garrapatas y los flebotomos. Entre estas enfermedades se encuentras las encefalitis transmitidas por garrapatas y por la leche de oveja, las babesiosis transmitidas por las garrapatas de las vacas y la fiebre hemorrágica de Crimea- Congo (fiebre hemorrágica de Asia central) transmitida por mosquitos y garrapatas a partir de vacas, ovejas y cabras (como huéspedes intermediarios) cuando se producen epizootias (Benenson 1990; Mullan y Murthy 1991).


viernes, 16 de octubre de 2009

Peligros (I)

La Tabla 70.17 muestra otros procesos relacionados con el manejo del vacuno, ovino y caprino, y las exposiciones peligrosas con las que se asocian. En un estudio de Estados Unidos (Meyers 1997), el manejo del ganado representó el 26 % de las lesiones con absentismo. Este porcentaje fue mayor que el de cualquier otra actividad agrícola, como se muestra en la Figura 70.5. Cabe suponer que estas cifras sean representativas de la tasa de lesiones en otros países industrializados. En los países en los que los animales de tiro son habituales, lo lógico es que sean más elevadas. Las lesiones producidas por el ganado suelen producirse en dependencias de la explotación o en su vecindad. El ganado produce lesiones al dar coces o pisar a las personas o aplastarlas contra una superficie dura, como la pared del establo. Las personas también pueden resultar heridas al caerse mientras trabajan con vacas, ovejas y cabras. Los toros provocan las lesiones más graves. La mayor parte de los lesionados son miembros de la familia, no trabajadores contratados. El cansancio puede reducir la capacidad de juicio, de modo que aumenta la posibilidad de lesión (Fretz 1989).
El ganado adopta comportamientos que pueden producir lesiones a los trabajadores. El instinto gregario es fuerte en animales como las vacas o las ovejas, y la imposición de límites como son el aislamiento o el excesivo hacinamiento pueden dar lugar a patrones de comportamiento inhabituales. La respuesta refleja es un comportamiento defensivo habitual en los animales,
y puede ser prevista. El territorialismo es otro comportamiento previsible. Cuando un animal es apartado de su dominio habitual y colocado en confinamiento, se resiste de modo reflejo. Los animales que han de pasar por pasillos para cargarlos en los medios de transporte mostrarán el reflejo que les lleva a resistirse con fuerza.

jueves, 15 de octubre de 2009

VACUNO, OVINO Y CAPRINO: Procesos de producción (III)

Las instalaciones que se utilizan para criar vacas, ovejas y cabras suelen clasificarse en confinadas o no confinadas. Son vallados y los canalones de trabajo y carga. Las instalaciones no confinadas son los pastos u operaciones en campo abierto. Las instalaciones para alimentar a los animales consisten en depó- sitos (silos verticales y horizontales), molinos y equipos de mezcla, almiares, equipo de transporte (como barrenas y grúas), tarimas para alimentación, fuentes de agua y suministradores de minerales y de sal. Además, puede proporcionarse protección contra el sol mediante sombrajos, árboles o enrejados. Otras instalaciones son los rascadores para el control de parásitos, los comederos muy bajos (para que coman los terneros o los corderos sin que lleguen los adultos), comederos individuales, los refugios para crías, los portalones para proteger al ganado y los establos para tratar a los animales. Pueden vallarse los pastos,incluso con alambrado de púas o con vallas eléctricas. Para guardar cabras pueden hacer falta mallas de alambrado. Los animales criados en libertad deben ir en rebaños para poder controlar sus movimientos; las cabras pueden estar atadas, pero han de tener sombra. Para el control de parásitos en grandes rebaños se emplean tanques de inmersión (Gillespie 1997).

miércoles, 14 de octubre de 2009

Actividades en el tratamiento de incendios forestales: Extinción de incendios desde tierra (I)

La preparación de cortafuegos durante un incendio es especialmente peligrosa debido a lo urgente que es controlar el avance del fuego. El peligro puede multiplicarse por la escasa visibilidad
y los cambios de dirección del viento. Para apagar incendios que producen humos muy densos (p. ej., incendios en turberas), entre las lecciones aprendidas de un incendio de este tipo ocurrido en Finlandia en 1995 cabe citar:

• En condiciones de humo muy denso sólo deberán enviarse personas experimentadas y en perfecta forma física.
• Cada persona deberá llevar una radio para recibir instrucciones desde un avión que sobrevuele el incendio.

• Sólo deberán enviarse personas provistas de aparatos respiratorios o máscaras de gas.


martes, 13 de octubre de 2009

Actividades en el tratamiento de incendios forestales: Herramientas y equipos

Muchas normas son aplicables a los bomberos, que pueden ser trabajadores forestales, voluntarios de la comunidad, empleados del gobierno o miembros de unidades militares destacadas en la zona. La más importante es: no ir jamás a apagar un incendio sin una herramienta de corte propia. La única manera de escapar al incendio puede ser utilizar la herramienta para eliminar uno de los componentes del “triángulo de fuego”, ilustrado en la Figura 68.13. La calidad de esa herramienta también es crucial: dicho sin rodeos, si su parte metálica se rompe, el bombero puede perder su vida. La Figura 68.14 ilustra el equipamiento de segu- ridad de un bombero forestal.

lunes, 12 de octubre de 2009

Actividades en el tratamiento de incendios forestales: Inter vención rápida

Detectar el incendio cuando todavía es débil permite controlarlo con más facilidad y seguridad. Antes, la detección se basaba en observaciones a ras de suelo. En cambio, en la actualidad es posible detectar un fuego en su primera fase por medio de equipos de infrarrojos y microondas montados en un avión. La información se transmite a un ordenador en tierra, que puede procesarla e indicar la situación y temperatura exactas del incendio, aún cuando haya nubes. Así, el personal de tierra o los bomberos paracaidistas pueden atacar el fuego antes de que se extienda.

domingo, 11 de octubre de 2009

Riesgos y su prevención: Las exposiciones a niveles de ruido elevados

Las exposiciones a niveles de ruido elevados en las operaciones de elaboración, empaquetado, trituración y moldeo por soplado de moldes de plástico. Entre las

precauciones oportunas figuran el aislamiento de los equipos ruidosos, el mantenimiento apropiado, la utilización de protectores auditivos y la formulación de un programa de conserva- ción de la audición.

sábado, 10 de octubre de 2009

Riesgos y su prevención: La congelación y el estrés por frío

La congelación y el estrés por frío pueden deberse a la exposición acaecida en congeladores y cámaras frigoríficas. Las precauciones recomendadas en este caso consisten en la utilización de ropas protectoras adecuadas, la rotación de puestos con áreas de mayor temperatura, la instalación de comedores acondicionados y la disposición de bebidas calientes.

viernes, 9 de octubre de 2009

Riesgos y su prevención: Incendios y explosiones

Las fugas en los sistemas de conducción de amoníaco (el límite explosivo inferior del amoníaco es del 16 %, y el superior, del 25 %), la leche en polvo y otros mate- riales inflamables y combustibles, las operaciones de soldeo y los escapes de los equipos hidráulicos de alta presión pueden dar lugar a incendios y explosiones. Es necesario instalar un detector de fugas de amoníaco en las áreas en que existen sistemas de refrigeración basados en esta sustancia. Los materiales inflama- bles y combustibles deben almacenarse en recipientes de metal cerrados. La pulverización de leche en polvo debe satisfacer los requisitos pertinentes en materia de prevención de explosiones. Las operaciones de soldadura sólo serán llevadas a cabo por personal autorizado. Las botellas de gas comprimido deben examinarse regularmente. Deben tomarse precauciones para evitar la mezcla de oxígeno con gases inflamables. Las botellas se mantendrán alejadas de las fuentes de calor.

jueves, 8 de octubre de 2009

Riesgos derivados de la maquinaria

Las instalaciones de almacenamiento pueden contener diversas máquinas para el transporte del producto: desde transportadores de cinta o de rodillos hasta turbinas, taladros, rampas y otros dispositivos, cada uno con su propia fuente de energía. Entre los riesgos y las precauciones adecuadas deben mencionarse los siguientes:

• Puntos de retención formados por cintas, poleas y engranajes. Los trabajadores deben protegerse de los puntos de retenció n y cortadura mediante la protecció n adecuada en torno al punto de posible contacto.

• Fijadores de cinta, tornillos fijadores, llaves, pernos y estrías salientes. Los tornillos fijadores, llaves o pernos salientes en ejes giratorios deben ser avellanados, recubiertos o protegidos. Los fijadores de cinta deben ser inspeccionados y reparados.

• Puntos de cortadura provocados por brazos de volantes, taladros y sus cajas, radios de poleas, grúas y mecanismos elevadores. Han de protegerse o cubrirse.

• Contacto con una transmisión en movimiento o elementos eléctricos. Han de protegerse o cubrirse.

• Puesta en marcha inadvertida de la maquinaria o el equipo. Debe instalarse y exigirse un sistema para bloquear o desconectar el equipo antes del mantenimiento o reparación.

• Ropa o cabellos sueltos que se enrollan o se enganchan en los ejes. Nunca debe llevarse ropa suelta, deshilachada ni con tiras que cuelgan. Han de llevarse ropa y calzado protector adecuados a
la actividad realizada.

• Ruido excesivo. Debe controlarse la exposició n al ruido y, en caso necesario, realizar controles administrativos, té cnicos y de protecció n personal.

Los trabajadores han de conocer y ser conscientes de los riesgos, las normas bá sicas de seguridad y los mé todos seguros de trabajo.


miércoles, 7 de octubre de 2009

Gases y venenos

En funció n del contenido de humedad del producto cuando se almacena y de las condiciones atmosfé ricas, entre otras, los alimentos, granos y fibras pueden producir gases peligrosos. Entre estos gases se incluyen el monó xido de carbono (CO), dió xido de carbono CO2) y ó xidos de nitró geno (NOx), algunos de los cuales pueden provocar la muerte en algunos minutos, sobre todo si las mercancías se almacenan en un recinto en el que se dejan acumular gases no letales hasta niveles peligrosos, desplazando el oxígeno. Si la producció n de gases, es posible debe realizarse un control de é stos. Asimismo, los alimentos y piensos pueden haber sido pulverizados o tratados con un plaguicida durante el período de desarrollo para la eliminació n de malezas, insectos o enfermedades, o durante el almacenamiento para reducir el deterioro o el dañ o por hongos, esporas o insectos. Este factor se añ ade a los riesgos de producció n de gases, inhalació n de polvos y manipulació n del producto. Los trabajadores deben llevar equipo de protecció n individual adecuado a la naturaleza y período de actividad del tratamiento, al producto utilizado y a las instrucciones de la etiqueta.

martes, 6 de octubre de 2009

Espacios reducidos

Los productos agrícolas se pueden almacenar en dos tipos de instalaciones: las que contienen suficiente oxígeno para el mantenimiento de la vida, como graneros, carretas o vagones abiertos, y las que no contienen oxígeno, como algunos silos, tanques y unidades refrigeradas. Estos ú ltimos son espacios reducidos, y deben tratarse con las precauciones adecuadas. Antes de entrar se debe controlar el nivel de oxígeno y utilizarse en caso necesario una unidad de respiració n con admisió n de aire o independiente; ademá s ha de estar alguien cerca. La asfixia se puede producir en cualquier tipo de instalació n si las mercancías que contiene presentan las características de un fluido. Es lo que suele ocurrir con los cereales y productos similares. El trabajador muere por sumersió n. En los contenedores de grano, una prá ctica habitual es que los trabajadores entren en ellos debido a las dificultades de carga y descarga, causadas a menudo por la formació n de cavi- dades en el grano. Los trabajadores, en un intento de eliminar dichas cavidades, andan sobre el grano y corren el riesgo de caer y ser cubiertos por el grano o ser succionados hacia dentro si está funcionando el equipo de carga y descarga. La formació n de cavidades puede producirse tambié n en los lados de dichas estructuras, en cuyo caso el trabajador puede entrar para golpear el material que se pega a los lados y acabar sumergido cuando cae é ste. Son esenciales un sistema de bloqueo/desconexió n y la protecció n de las caídas con cinturones y cables de seguridad si los trabajadores deben entrar en estos tipos de estructuras. La seguridad de los niñ os es especialmente preocupante; a menudo son inquisitivos, juguetones y quieren imitar a los adultos en su trabajo, por lo que son atraídos a dichas estructuras, con resul- tados demasiado a menudo mortales.
Las frutas y hortalizas se conservan con frecuencia en frío antes de su envío al mercado. Como se ha indicado en el pá rrafo anterior, en funció n del tipo de unidad, la conservació n en frío se puede considerar un espacio reducido en el que se debe controlar el contenido de oxígeno. Otros riesgos son la congela- ció n y las lesiones inducidas por frío o la muerte por hipotermia despué s de una exposició n prolongada al frío. Se debe llevar ropa protectora, adecuada a la temperatura dentro de la unidad de conservació n en frío.