Los siguientes factores hacen del control de incendios un trabajo difícil y peligroso:
• el excesivo calor irradiado por el incendio (los incendios siempre se producen durante épocas de calor);
• la escasa visibilidad (a consecuencia del humo y del polvo);
• la dificultad del terreno (los incendios siempre siguen la direc- ción del viento y por lo común van cuesta arriba);
• las dificultades para obtener suministros para los bomberos
(alimentos, agua, herramientas, combustible);
• la frecuente obligatoriedad de trabajar de noche (en las horas
en que es más fácil “matar” el fuego);
• la imposibilidad de adelantar a un incendio durante fuertes vendavales (el fuego avanza con más rapidez que lo que pueda avanzar una persona);
• los repentinos cambios en la dirección del viento, de modo que nadie puede predecir con exactitud la extensión del incendio,
• el estrés y la fatiga, que da lugar a que las personas cometan errores de juicio desastrosos, a menudo con resultados fatales.
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