Los productos agrícolas, como los cereales, el heno, las frutas, los frutos secos, las hortalizas y las fibras vegetales, se almacenan a menudo para el consumo humano y animal posterior o se venden a la población general o a los fabricantes. Su almacenamiento antes del transporte al mercado se puede realizar en distintas estructuras: pozos, bunkers, contenedores, silos, unidades refrigeradas, carretas, vagones, graneros y vagones, entre otros. A pesar de la diversidad de productos que se almacenan y de las instalaciones de almacé n, existen riesgos comunes a este proceso:
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