Unas 25 zoonosis tienen importancia para los agricultores. Muchas pueden ser transmitidas directa o indirectamente por el ganado. Las condiciones de hacinamiento que suelen darse en los sistemas de confinamiento ofrecen un gran potencial para la transmisión de zoonosis del ganado al hombre. Los confinamientos de porcino implican un riesgo de transmisión a los trabajadores de la gripe porcina, leptospirosis, Streptococcus suis y salmonela, por ejemplo. Los confinamientos de aves de corral implican el riesgo de transmitir ornitosis, histoplasmosis, el virus de la enfermedad de New Castle y salmonela. Los confinamientos de ganado bovino pueden transmitir la fiebre Q , Trichophyton verrucosum (tiña de los animales) y leptospirosis.
También diversas sustancias biológicas y antibióticos han sido reconocidos como peligros potenciales para la salud. Las vacunas inyectables y ciertas sustancias biológicas se emplean habitualmente en programas médicos de prevención en veterinaria que se aplican en confinamientos de animales. Se ha observado que la inoculación accidental de vacunas de Brucella y de bacterias de Escherichia coli produce enfermedades en el hombre.
Se usan antibióticos por vía parenteral e incorporados al alimento de los animales. Como se sabe que el alimento es componente habitual del polvo presente en las instalaciones de confinamiento de animales, se supone que los antibióticos están también presentes en el aire. Por eso, la hipersensibilidad a los antibióticos y las infecciones resistentes a ellos implican peligros potenciales para los trabajadores.
También diversas sustancias biológicas y antibióticos han sido reconocidos como peligros potenciales para la salud. Las vacunas inyectables y ciertas sustancias biológicas se emplean habitualmente en programas médicos de prevención en veterinaria que se aplican en confinamientos de animales. Se ha observado que la inoculación accidental de vacunas de Brucella y de bacterias de Escherichia coli produce enfermedades en el hombre.
Se usan antibióticos por vía parenteral e incorporados al alimento de los animales. Como se sabe que el alimento es componente habitual del polvo presente en las instalaciones de confinamiento de animales, se supone que los antibióticos están también presentes en el aire. Por eso, la hipersensibilidad a los antibióticos y las infecciones resistentes a ellos implican peligros potenciales para los trabajadores.
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