domingo, 28 de octubre de 2007

TRABAJADORES AGRICOLAS (I)

Los trabajadores agrícolas migrantes y temporeros constituyen un sector importante caracterizado por una doble exposició n a los riesgos para la salud: los propios del trabajo agrícola, sumados a los asociados a la pobreza y la migración. En Estados Unidos, por ejemplo, existen unos 5 millones de trabajadores agrícolas migrantes y temporeros, aunque el nú mero exacto no se conoce. En ese país, si bien la población agrícola total se ha reducido, la proporció n de trabajadores agrícolas contratados ha aumentado. A escala mundial, los trabajadores migran de todas las regiones del mundo en busca de un empleo, desplazá ndose de los países má s pobres a los más ricos. En general, se ven obligados a realizar trabajos má s peligrosos y difíciles y presentan mayores tasas de enfermedades y accidentes. La pobreza y la ausencia de protecció n legal agrava los riesgos de padecer enfermedades profesionales y de otro tipo.
La informació n que existe sobre las exposiciones peligrosas y los problemas de salud en esta població n es limitada, debido a la escasez general de estudios sobre la salud en el trabajo y a las dificultades especiales que plantea el estudio de los trabajadores agrícolas a causa de sus cambios de residencia, las barreras idiomá ticas y culturales y la disponibilidad de unos recursos económicos y políticos limitados.
En Estados Unidos, los trabajadores agrícolas migrantes y temporeros son en su mayoría hombres jó venes de origen hispá - nico, aunque tambié n los hay de raza blanca, negra, sudasiá - ticos y otros grupos té cnicos. Casi las dos terceras partes son extranjeros; la mayoría tienen unos bajos niveles de educació n
y no saben hablar ni leer el inglé s. La pobreza es el sello caracte- rístico de los trabajadores agrícolas, con casi la mitad de los ingresos familiares por debajo del umbral de la pobreza. La mayoría tienen que soportar pé simas condiciones de trabajo, salarios muy bajos y escasas prestaciones extrasalariales. Por ejemplo, menos de la cuarta parte tienen un seguro de enfer- medad. En Estados Unidos, los trabajadores temporeros
y migrantes trabajan má s o menos la mitad del añ o en el campo. Sus tareas suelen estar relacionadas con cultivos inten- sivos en mano de obra, como la recolecció n de frutas, frutos secos y hortalizas.
La situació n sanitaria general de los trabajadores agrícolas está directamente vinculada a sus condiciones de trabajo y sus bajos salarios. Existen deficiencias en alimentación, vivienda, higiene, educación y acceso a la asistencia mé dica. Las malas condiciones de vivienda y la alimentació n inadecuada contri- buyen también a elevar el riesgo de padecer enfermedades infec- ciosas. Los trabajadores agrícolas acuden al médico con menos frecuencia que otros tipos de trabajadores y sus visitas está n casi siempre motivadas por enfermedades y lesiones agudas. La medicina preventiva es muy deficiente en estas comunidades y en los estudios poblacionales se ha observado una alta preva- lencia de personas con problemas mé dicos que exigen atenció n. Los servicios preventivos, como las revisiones oftalmoló gicas y odontológicas, son muy deficientes, y otros, como las vacunaciones, son inferiores a los de la població n general. La anemia es un problema frecuente, probablemente como reflejo de una mala alimentación.
La pobreza y otras barreras para los trabajadores agrícolas migrantes y temporeros suelen tener como resultado unas malas condiciones de vida y de trabajo. Todavía hoy muchos trabaja- dores siguen sin tener acceso a instalaciones sanitarias bá sicas en el lugar de trabajo. Las condiciones de vida varían desde viviendas de protecció n oficial hasta chozas indignas y campamentos que se instalan hasta que termine el trabajo en una cierta zona. La falta de higiene y el apiñ amiento son problemas particularmente graves que aumentan el riesgo de padecer enfermedades infecciosas. Estos problemas se agravan cuando se migra para seguir el trabajo agrícola, reducié ndose los recursos de la comunidad y las interacciones en cada lugar de residencia.

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