jueves, 25 de octubre de 2007

Importación de animales y de productos animales

La historia de la ganadería está íntimamente ligada a la historia de la importación de ganado a nuevas zonas del mundo. Con la importación se difunden las enfermedades, al diseminarse el ganado importado y los productos derivados. Los animales pueden transportar enfermedades que infecten a otros animales o a los seres humanos, y de ahí que los países hayan establecido servicios de cuarentena para controlar la diseminación de las zoonosis. Entre estas se encuentran, la brucelosis, la fiebre Q y el ántrax. La inspección del ganado y de los alimentos y las cuarentenas se han convertido en métodos de control de la importación de enfermedades (MacDiarmid 1993).
La preocupación pública por la posible infección de los seres humanos por la poco habitual enfermedad de Creutzfeldt- Jakob (ECJ) apareció entre las naciones importadoras de carne de ternera en 1996. Se sospecha que la ECJ surge por la ingestión de carne de ternera infectada por la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), popularmente conocida como enfermedad de las vacas locas. Aunque no se ha demostrado, se piensa que esta última podría haber afectado al ganado alimentado con huesos y despojos de ovejas afectadas por la enfermedad similar correspondiente, la tembladera del ovino. Las tres enfermedades, en seres humanos, vacas y ovejas, muestras síntomas comunes de lesiones cerebrales espongiformes. Las tres son mortales, tienen causas desconocidas y no hay pruebas para detectarlas. Los británicos decidieron el sacrificio preven- tivo de un tercio de su población de vacas en 1996 para controlar la EEB y devolver la confianza a los consumidores
(Aldhous 1996).
La importación de abejas africanas en Brasil también se ha convertido en un asunto de salud pública. En Estados Unidos hay subespecies de abejas europeas que producen miel y cera y que polinizan los cultivos. Rara vez se tornan agresivas, lo que hace de la apicultura una ocupación segura. La subespecie afri- cana ha emigrado desde Brasil a América Central, México y los estados del sureste de Estados Unidos. Es agresiva y ataca en enjambres para defender la colonia. Se ha cruzado con la subes- pecie europea, lo que ha dado lugar a una abeja africanizada aún más agresiva. La amenaza para la salud pública consiste en que, cuando los enjambres de abejas africanizadas atacan, producen múltiples picotazos que dan lugar a graves reacciones tóxicas en el ser humano.
En la actualidad existen dos formas de controlar a la abeja africanizada. Una se basa en que no resisten bien los climas del norte y se quedan en climas más templados como los estados del sureste de Estados Unidos. La otra consiste en sustituir de forma rutinaria a la abeja reina de las colmenas por abejas reinas de la subespecie europea, aunque con este procedimiento no pueden controlarse las colonias salvajes (Schumacher y Egen 1995).

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