lunes, 8 de octubre de 2007

Riesgos especiales para las mujeres

En la industria forestal, hombres y mujeres están expuestos por lo general a los mismos riesgos para la seguridad. Las mujeres suelen participar en tareas de plantación y cuidados de mejora, entre ellas la aplicación de plaguicidas. Con todo, las mujeres que tienen el cuerpo, el corazón y los músculos más pequeños así como menor volumen pulmonar pueden tener, por término medio, una capacidad de trabajo aproximadamente un tercio inferior a la de los hombres. Por consiguiente, la legislación de muchos países limita el peso que deben levantar y transportar las mujeres a unos 20 kg (OIT 1988), aunque en muchos países es ilegal establecer tales diferencias por razón de sexo. Las mujeres que trabajan en los bosques suelen sobrepasar estos límites. Los estudios realizados entre trabajadores de plantación en la Columbia Británica, donde las normas se aplican a ambos sexos, demostraron que hombres y mujeres transportaban cargas completas de plantas de 30,5 kg por término medio, a menudo en terrenos abruptos con un denso sotobosque (Smith 1987).
También es normal cargar pesos excesivos en muchos países en desarrollo, donde las mujeres trabajan como portadoras de leña. Por ejemplo, un estudio realizado en Addis Abeba, Etiopía, demostró que alrededor de 10.000 mujeres y niños se ganan la vida a duras penas llevando leña a la ciudad sobre sus espaldas (véase la Figura 68.5). Transportan fardos de 30 kg de peso por término medio a lo largo de 10 km. Se trata de un trabajo que causa debilidad y numerosos problemas de salud graves, incluidos frecuentes abortos (Haile 1991).
La relación entre las condiciones laborales específicas en la industria forestal, las características de los trabajadores, la forma de empleo, la formación y otros factores similares, así como la seguridad y la salud en el sector son los temas que nos han ocupado en este artículo de introducción. En la industria forestal, aún más que en otros sectores, la seguridad y la salud no pueden analizarse —y mucho menos fomentarse— independientemente. De ello trata el resto del capítulo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario