Por lo común se emplea a un profesional de la salud en el trabajo para tomar muestras de sangre a los trabajadores expuestos. La periodicidad de los aná lisis puede ser anual para los trabajadores de bajo riesgo y trimestral para quienes trabajan en departamentos de alto riesgo (p. ej., empastado). Si el nivel de plomo en sangre de un trabajador supera el límite legalmente establecido, será preciso apartarlo de cualquier exposició n hasta que el nivel disminuya y alcance un valor aceptable para el asesor mé dico.
La toma de muestras de aire es complementaria a los aná lisis de sangre. Es preferible el muestreo personal que el está tico. Debido a la variabilidad inherente a los resultados, suele ser necesario tomar un gran nú mero de muestras de plomo en aire. Utilizando procedimientos estadísticos correctos en el aná lisis, los datos obtenidos ofrecen informació n sobre posibles fuentes de plomo y constituyen una base a partir de la cual realizar mejoras en el diseñ o té cnico. Es posible utilizar muestreos de aire perió dicos a fin de evaluar la eficacia continuada de los sistemas de control.
Las concentraciones admisibles de plomo en aire y en sangre varían según el país, y en la actualidad oscilan entre 0,05 y 0,20 mg/m3 y entre 50 y 80 mg/d l respectivamente. La tendencia a la baja de estos límites es constante.
Además de los controles té cnicos normales, son necesarias otras medidas para minimizar las exposiciones al plomo. En ninguna zona de producció n deberá permitirse comer, fumar, beber ni mascar chicle.
Deberán existir instalaciones adecuadas donde los trabajadores se laven y se cambien, guardando la ropa de trabajo sepa- rada de la ropa y el calzado personales. Las duchas y los lavabos deberá n estar ubicados entre las zonas limpias y sucias.
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