El plomo es el principal riesgo para la salud asociado a la fabricación de baterías. La principal vía de exposició n es la inhalación, pero la ingestión tambié n plantea problemas si no se presta atención suficiente a la higiene personal. En todas las fases de la producció n hay posibilidad de exposición.
La fabricació n de ó xido de plomo puede ser muy peligrosa. Las exposiciones se controlan automatizando el proceso, apartando así a los trabajadores del riesgo. En muchas fá bricas, el proceso lo lleva a cabo una sola persona.
En el moldeo de parrillas, la exposició n a los humos de plomo se minimiza con ventilació n aspirante local (VAL) y con el control termostá tico de los tanques de plomo (las emisiones de humos de plomo aumentan bastante por encima de los 500 C).
La escoria plumbosa que se forma sobre el plomo fundido tambié n puede causar problemas, ya que contiene una gran cantidad de polvo muy fino y es preciso tener gran cuidado al eliminarla.
Las zonas de empastado son lugares donde tradicionalmente existe una alta exposició n al plomo. El mé todo de fabricació n suele dar lugar a que las má quinas, suelos, delantales y botas reciban salpicaduras de fangos de plomo. Estas salpicaduras se secan y producen polvo de plomo que queda en suspensió n en el aire. Como mé todo de control, se mantienen los suelos permanentemente mojados y se friegan a menudo los delantales.
La exposició n al plomo en otros departamentos (formación eléctrica, corte de placas y montaje) es consecuencia de la manipulación de placas secas y polvorientas, y se reduce al mínimo por medio de sistemas de VAL y con el uso apropiado de equipos de protecció n individual.
Muchos países tienen leyes que limitan el grado de exposición en el trabajo y existen normas numé ricas de niveles de plomo en aire y de plomo en sangre.
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