1. Controles té cnicos. Entre ellos figuran el aislamiento del equipo de proceso, el control del flujo de aire desde las á reas menos contaminadas a las más contaminadas, la ventilació n por aspi- ració n local en todos los puntos de transferencia abiertos, el cierre de las má quinas, el cierre de los flujos y el cierre de los sistemas de alimentació n de polvo. La aplicación de controles
té cnicos como la ventilació n por aspiració n general y local se complica cuando las normas de buena fabricació n (como las exigidas por la Food and Drug Administration de Estados Unidos), diseñadas para garantizar un producto seguro y eficaz, entran en conflicto con las mejores prá cticas de salud
y seguridad. Por ejemplo, las diferencias de presió n causadas por los sistemas de ventilació n general, diseñadas para proteger a los trabajadores fuera del proceso peligroso, chocan con los requisitos legales para prevenir la contaminación del producto por polvos o contaminantes externos al proceso. Considerando que elimina el contacto directo entre las personas y los contaminantes peligrosos, el confinamiento del equipo o del proceso es a menudo la mejor opción.
2. Buenas prá cticas de trabajo. Entre éstas se incluyen la separación de vestuarios limpios y contaminados mediante duchas, los cambios de ropa, los lavados o duchas antes de salir de las áreas contaminadas y, cuando sea factible y apropiado, las rotaciones sistemá ticas de todos los trabajadores entre las áreas expuestas y las no expuestas. Una parte importante de un programa efectivo de protección de los trabajadores está constituida por la educación y la formación adecuadas sobre los riesgos de los estró genos y las buenas prácticas de trabajo. Los mejores controles té cnicos y el equipo de protección personal son inú tiles si los trabajadores no conocen los riesgos y los controles, y si no están formados adecuadamente para beneficiarse de estos ú ltimos y para utilizar el equipo de protecció n proporcionado.
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