La OSHA, en su preámbulo a la norma de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica (29 CFR parte 1910.269), establece que “el índice de siniestralidad total de la industria de servicios eléctricos (es decir, de la industria suministradora de electricidad, SIC-491) es ligeramente menor que el correspondiente al sector privado en su conjunto” y que “excepto por los riesgos de tipo eléctrico y de caídas, los empleados de las compañías eléctricas afrontan riesgos de naturaleza y grado similar a los que se encuentran en muchas otras industrias” (OSHA 1994). El preámbulo continúa citando los archivos del Departamento de Estadística Laboral de Estados Unidos (BLS), en los que se identifican las principales causas de lesión en las compañías eléctricas:
• caídas;
• sobreesfuerzo;
• golpes, que provocan esguinces y torceduras, cortes, lacera- ciones y contusiones/magulladuras.
En el preámbulo se indica expresamente que el choque eléctrico no constituye una categoría de lesiones importante (o que se describa con frecuencia). Sin embargo, los archivos laborales, industriales y de la OSHA revelan que los accidentes eléctricos son el tipo más frecuente de lesiones mortales o graves en la industria eléctrica, seguidos de los accidentes de automóvil, las caídas y los “golpes/aplastamientos”.
Los trabajadores de las compañías eléctricas afrontan muchos otros peligros para realizar las diversas tareas les corresponden. Los autores de los artículos del presente capítulo abordan muchas de ellas con detalle; yo me limitaré a mencionar algunas de las exposiciones peligrosas.
Las lesiones musculosqueléticas son las lesiones más habituales de los trabajadores físicamente activos, y comprenden:
• dedos blancos por vibración, debido al uso de martillos neumáticos;
• lesiones de latigazo en el cuello provocadas por accidentes de automóvil;
• distensiones lumbares;
• lesiones en la cabeza;
• traumas en pies y tobillos,
• desgarro del menisco medial.
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