Los caballos pertenecen a la familia de los équidos, que incluye al asno salvaje africano, también conocido como burro. Los histo- riadores creen que la domesticación del caballo se inició en torno al año 6.000 a. C. y la del burro por los menos en el 2.600 a. C. El mulo, que se cría para trabajar, es un cruce entre burro macho
y yegua; no puede reproducirse. Cuando se cruza un caballo macho (semental) con una burra, la cría, que también es estéril, recibe el nombre de burdégano. Caballos y burros han sido cruzados con otro équido, la cebra, y las crías reciben el nombre colectivo de zebroides. También son estériles, y su importancia económicas es escasa (Caras 1996).
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