Son muy comunes las reacciones alérgicas a las plantas y a los productos madereros (madera, componentes de la corteza, serrín), especialmente al polen. Es posible que se produzcan lesiones en las operaciones de transformación (p. ej., por espinas, púas, corteza) y a causa de infecciones secundarias, que no siempre pueden evitarse y pueden provocar complicaciones adicionales. Por consiguiente, es decisivo disponer de prendas de protección adecuadas.
Es imposible dar una descripción completa de la toxicidad de las plantas y los productos madereros. El conocimiento de un determinado ámbito sólo puede adquirirse a través de la experiencia práctica, no sólo se aprende en los libros. Las posibles medidas sobre seguridad deben derivarse del conocimiento del ámbito específico.
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