Una cama de siembra adecuada es aquella que es mullida, mejor que compacta, y está exenta de vegetació n que interfiera con la siembra. Su preparació n implica el uso de diferentes tipos de herramientas manuales, el arado cincel poco profundo o un arado de vertedera tirado por animales (Figura 64.14) o accesorios de tractor para arado, rastrillado, etc. Un arado tirado por un buey puede cultivar 0,4 hectá reas de tierra en un día, y una pareja de bueyes puede proporcionar energía de hasta 1 caballo de fuerza.
Al utilizar equipo tirado por animales, el trabajador actú a como controlador de é stos y guía el apero con un mango. En la mayoría de los casos camina detrá s del apero o se sienta sobre el equipo (por ejemplo, gradas de disco y enfangadoras). La conducció n de accesorios tirados por animales implica un gran gasto de energía. Con un arado de 15 cm, una persona puede caminar unos 67 km para cubrir una hectá rea. Si se camina a una velocidad de 1,5 km/h, el gasto de energía humana llega a 21 kJ/min (unos 5,6 104 kJ por ha). Un mango de los accesorios que sea demasiado largo o corto produce molestias físicas.
Gite (1991) y Gite y Yadav (1990) sugirieron que la altura ó ptima para el mango de un accesorio puede ajustarse entre 64 y 84 cm (1,0 a 1,2 veces la altura metacarpiana III del operario). Se utilizan herramientas manuales (layas, palas, azadas, etc.) para cavar y mullir el suelo. Para minimizar el esfuerzo al palear, Freivalds (1984) dedujo la velocidad ó ptima de trabajo (es decir, la velocidad de paleado) (18 a 21 paladas/minuto), la carga de la pala (5 a 7 kg para 15 a 20 paladas/minuto, y 8 kg para 6 a 8 paladas/minuto), distancia de lanzamiento (1,2 m) y altura de lanzamiento (1 a 1,3 m). Las recomendaciones incluyen tambié n un á ngulo de elevació n de la pala de 32, un mango largo, una pala ancha y cuadrada para palear, una pala con punta redonda para cavar y una estructura hueca para reducir el peso de la pala.
Nag y Pradhan (1992) sugirieron tareas de cava de alta y baja altura de impulsió n (vé ase la Figura 64.15), sobre la base de estudios fisioló gicos y biomecá nicos. Como norma general, el mé todo de trabajo y la forma de la azada son los factores deci- sivos para la eficacia de las tareas de cava (Pradhan y cols. 1986). El modo de golpear la pala contra el suelo determina el á ngulo con el que penetra en é ste. Para el trabajo de baja altura de impulsió n, el rendimiento se optimizó a 53 golpes/minuto, con un á rea de tierra excavada de 1,34 m2/minuto, y una relació n trabajo: descanso 10:7. Para el trabajo de alta altura de impul- sió n, las condiciones ó ptimas fueron 21 golpes por minuto y 0,33 m2/minuto de tierra excavada. La forma de la pala
—rectangular, trapezoidal, triangular o circular— depende del propó sito y preferencia de los usuarios. Las dimensiones recomendadas para los distintos modos de escarda son: peso 2 kg, ángulo entre pala y mango 65 a 70, longitud del mango 70 a 75 cm, longitud de la pala 25 a 30 cm, anchura de la pala 22 a 24 cm y diá metro del mango 3 a 4 cm.
es vegetación no vegetació n, pero gracias por la información.
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