La industria farmacé utica avanza impulsada por los descubrimientos científicos y por la experiencia toxicoló gica y clínica (vé ase la Figura 79.1). Existen diferencias fundamentales entre las grandes organizaciones dedicadas a un amplio espectro de actividades de descubrimiento y desarrollo de fá rmacos, fabricación y control de calidad, comercializació n y ventas, y otras organizaciones má s pequeñ as que se centran en algún aspecto específico. Aunque la mayor parte de las compañ ías farmacé uticas multinacionales participan en todas esas actividades, suelen especializarse en algú n aspecto en funció de diversos factores del mercado nacional. El descubrimiento y desarrollo de nuevos fá rmacos está en manos de organizaciones universitarias, pú blicas y privadas. En este sentido, la industria de la biotecnología se ha convertido en un sector fundamental de la investigación farmacé utica innovadora (Swarbick y Boylan 1996). A menudo se establecen acuerdos de colaboració n entre organizaciones de investigación y grandes compañ ías farmacé uticas para explorar el potencial de nuevos principios activos.
Muchos países tienen sistemas específicos de protecció n de los fá rmacos y los procesos de fabricació n en el marco del sistema general de protecció n de los derechos de propiedad intelectual. En los casos en los que esta protección legal es limitada o no existe, hay compañ ías especializadas en la fabricació n y comer- cializació n de medicamentos gené ricos (Medical Economics Co. 1995). La industria farmacé utica requiere la inversió n de grandes capitales debido a los gastos asociados a la I+D, la autorización de comercialización, la fabricación, la garantía y el control de calidad, la comercialización y las ventas (Spilker 1994). Numerosos países han adoptado reglamentos aplicables al desarrollo y la autorizació n de comercializació n de los fá rmacos. En ellos se establecen requisitos estrictos de buenas prá cticas de fabricació n que garantizan la integridad de las operaciones industriales y la calidad, seguridad y eficacia de los productos farmacé uticos (Gennaro 1990).
El comercio internacional y nacional, así como las políticas y prá cticas en materia de impuestos y de finanzas, afectan a la forma en que la industria farmacé utica trabaja en un país (Swarbick y Boylan 1996). Existen diferencias significativas entre los países desarrollados y en desarrollo con respecto a sus necesi- dades de sustancias farmacé uticas. En los países en desarrollo, en los que prevalecen la malnutrició n y las enfermedades infecciosas, los fá rmacos má s necesarios son los suplementos nutricionales, las vitaminas y los antiinfecciosos. En los países
desarrollados, en los que las enfermedades asociadas con el envejecimiento y dolencias específicas son las principales preocupaciones sanitarias, los fá rmacos má s demandados son los que actú an sobre el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central, el sistema gastrointestinal, los antiinfecciosos, los anti- diabé ticos y los quimioterá picos.
Muchos países tienen sistemas específicos de protecció n de los fá rmacos y los procesos de fabricació n en el marco del sistema general de protecció n de los derechos de propiedad intelectual. En los casos en los que esta protección legal es limitada o no existe, hay compañ ías especializadas en la fabricació n y comer- cializació n de medicamentos gené ricos (Medical Economics Co. 1995). La industria farmacé utica requiere la inversió n de grandes capitales debido a los gastos asociados a la I+D, la autorización de comercialización, la fabricación, la garantía y el control de calidad, la comercialización y las ventas (Spilker 1994). Numerosos países han adoptado reglamentos aplicables al desarrollo y la autorizació n de comercializació n de los fá rmacos. En ellos se establecen requisitos estrictos de buenas prá cticas de fabricació n que garantizan la integridad de las operaciones industriales y la calidad, seguridad y eficacia de los productos farmacé uticos (Gennaro 1990).
El comercio internacional y nacional, así como las políticas y prá cticas en materia de impuestos y de finanzas, afectan a la forma en que la industria farmacé utica trabaja en un país (Swarbick y Boylan 1996). Existen diferencias significativas entre los países desarrollados y en desarrollo con respecto a sus necesi- dades de sustancias farmacé uticas. En los países en desarrollo, en los que prevalecen la malnutrició n y las enfermedades infecciosas, los fá rmacos má s necesarios son los suplementos nutricionales, las vitaminas y los antiinfecciosos. En los países
desarrollados, en los que las enfermedades asociadas con el envejecimiento y dolencias específicas son las principales preocupaciones sanitarias, los fá rmacos má s demandados son los que actú an sobre el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central, el sistema gastrointestinal, los antiinfecciosos, los anti- diabé ticos y los quimioterá picos.
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