domingo, 24 de febrero de 2008

Enfermedades respiratorias en la ganaderia


Dada la variedad y el grado de las exposiciones relacionadas con la producción ganadera, quizás las enfermedades respiratorias sean el principal problema de salud. Los estudios realizados en algunos sectores de la producción ganadera en zonas desarro- lladas del mundo señalan que el 25 % de los trabajadores de la ganadería padecen alguna forma de enfermedad respiratoria (Thorne y cols. 1996). Los tipos de trabajo que con más frecuencia se asocian con problemas respiratorios son la producción y manipulación de grano y el trabajo en unidades de confi- namiento de animales y en explotaciones lácteas.
Las enfermedades respiratorias de origen agrícola pueden producirse como resultado de la exposición a diversos polvos, gases, productos químicos agrícolas y agentes infecciosos. Las exposiciones al polvo pueden dividirse según se trate de polvos formados fundamentalmente por componentes orgánicos o por componentes inorgánicos. La principal fuente de exposición a polvos inorgánicos es el polvo del campo. El polvo orgánico constituye la principal fuente de exposición respiratoria para trabajadores agrícolas. Las enfermedades correspondientes se producen como resultado de cortas exposiciones periódicas al polvo orgánico agrícola, que contiene grandes cantidades de microbios.
Se denomina síndrome tóxico por polvo orgánico (STPO) una enfermedad aguda parecida a la gripe que se observa tras expo- siciones cortas y periódicas a concentraciones de polvo elevadas (Donham 1986). Se trata de un síndrome con características muy similares a las del pulmón de granjero agudo, si bien no comporta el riesgo de deterioro pulmonar que se asocia con este último. Las bronquitis que afectan a los agricultores pueden ser agudas o crónicas (Rylander 1994). El asma, definida por una obstrucción reversible de las vías respiratorias asociada con inflamación de éstas, también puede ser producida por exposi- ciones agrícolas. En la mayor parte de los casos, este tipo de asma guarda relación con una inflamación crónica de las vías respiratorias, más que con una alergia específica.
La segunda fuente de exposición por orden de frecuencia es la relativa a un nivel algo más bajo de polvo orgánico. Habitual- mente, los niveles de polvo están entre 2 y 9 mg/m3, las cifras de microbios están entre 103 y 105 microorganismos/m3 y la concentración de endotoxinas está entre 50 y 900 UE/m3. Son ejemplos de estas exposiciones el trabajo en explotaciones porcinas, vacunas o de aves de corral. Los síntomas habituales son los de la bronquitis aguda y crónica, un síndrome de tipo asmático y síntomas de irritación de mucosas.
Los gases desempeñan un papel importante como causa de problemas pulmonares en el medio agrícola. En las instalaciones de confinamiento de cerdos y donde se crían aves de corral, los niveles de amoníaco suelen causar problemas respiratorios. La exposición al amoníaco anhidro, un fertilizante, tiene efectos agudos y a largo plazo sobre el tracto respiratorio. La intoxicación aguda por el ácido sulfhídrico que se libera en las instalaciones de depósito de estiércol en los establos de vacas y en las explotaciones de porcino puede producir fallecimientos. La inhalación de fumigantes insecticidas también puede producir muertes.
Es posible ayudar a prevenir las enfermedades respiratorias mediante el control de las fuentes de polvo y de otros agentes. En los edificios para el ganado, hay que disponer de un sistema de ventilación correctamente diseñado y de limpieza frecuente para impedir que se acumule el polvo. Con todo, los sistemas de control mecánicos son insuficientes. Hay que utilizar también mascarillas correctamente seleccionadas. Se pueden considerar alternativas tales como el pastoreo al aire libre y el confinamiento parcial, que pueden ser tan rentables como el confina- miento completo, sobre todo si se tienen en cuenta los costes en salud laboral.

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