martes, 30 de junio de 2015

Barnices

En la fabricació n de barnices de oleorresinas se calientan el aceite y la resina para hacerlos má s compatibles, desarrollar molé culas o polímeros de alto peso molecular y aumentar la solubilidad en el disolvente. Las plantas antiguas utilizan recipientes portá tiles y abiertos para el calentamiento. Se añ aden a é stos la resina y el aceite o la resina sola y despué s se calientan a aproximadamente 316 C. Las resinas naturales se deben calentar antes de añ adir los aceites. Los materiales se vacian por la parte superior del reci- piente. Durante el calentamiento, se cubren con campanas de extracció n refractarias. Despué s se trasladan a salas en las que se enfrían rá pidamente, a menudo por rociado con agua, y despué s se añ aden el diluyente y los secantes.
En las plantas modernas se utilizan grandes reactores cerrados con capacidades de 500 a 8.000 galones. Estos reactores son similares a los utilizados en la industria de procesos químicos. Está n provistos de agitadores, mirillas, tuberías para llenar y vaciar los reactores, condensadores, dispositivos de medició n de la temperatura, fuentes de calor, etc.
Tanto en las plantas antiguas como en las modernas, la resina diluida se filtra en una etapa final antes del envasado. Esto se realiza normalmente cuando la resina aú n está caliente, utilizando un filtro prensa.


lunes, 29 de junio de 2015

Lacas

La producció n de lacas se realiza habitualmente en equipos cerrados como tanques y mezcladores, con el fin de minimizar la evaporació n del disolvente, lo que podría causar el depó sito de una película de laca seca sobre el equipo de procesado. Por lo demá s, la producció n de laca tiene lugar de la misma forma que la producció n de pintura.

domingo, 28 de junio de 2015

MINAS A CIELO ABIERTO Capa de cobertura de extracció n a cielo abierto

La capa de cobertura es la roca residual formada por material consolidado y no consolidado que debe eliminarse para dejar al descubierto el mineral subyacente. Es aconsejable eliminar la menor cantidad posible de capa de cobertura para acceder al mineral de interé s, pero si el filó n es profundo será necesario excavar un volumen mayor de roca residual. La mayoría de las té cnicas de eliminació n son cíclicas, con interrupció n de las fases de extracció n (perforació n, voladura y carga) y transporte. Esto es especialmente vá lido en terrenos de recubrimiento de roca dura que deben ser previamente perforados y barrenados. Una excep- ció n a este cará cter cíclico la constituyen las dragas utilizadas en la minería de superficie con equipos hidrá ulicos y en algunos tipos de minería de material suelto con excavadoras de ruedas y cangilones. La relació n de extracció n a cielo abierto define la relació n entre la parte de roca residual y la parte de mineral exca- vado. En operaciones importantes de minería esta relació n suele estar comprendida entre 2:1 y 4:1. Las relaciones superiores a 6:1 tienden a ser menos viables desde el punto de vista econó mico, aunque depende del mineral extraído. La capa de cobertura, una vez extraída, puede utilizarse para la construcció n de carreteras y para relaves o comercializarse como material de relleno.

sábado, 27 de junio de 2015

MINAS A CIELO ABIERTO Trazado de las minas

Planificació n y diseñ o de la mina
El principal objetivo econó mico de las minas a cielo abierto es extraer la cantidad mínima de material y obtener una má xima recuperació n de la inversió n procesando el producto mineral má s comercializable. Cuanto mejor sea la calidad del filó n, mayor será su valor. Para minimizar las inversiones de capital y acceder al mismo tiempo al material de mayor valor dentro de un filó n, hay que desarrollar un plan de explotació n que detalle de forma precisa el mé todo de extracció n y de tratamiento del mineral. Dado que muchos yacimientos no presentan una disposició n uniforme, antes de elaborar el plan de explotació n de la mina es necesario emprender amplias perforaciones exploratorias para perfilar la geología y localizació n del mineral. La forma del filó n definirá el tamañ o y el diseñ o de la mina. El diseñ o depende de la mineralogía y la geología de la zona. La mayoría de las minas a cielo abierto son de forma có nica, aunque é sta puede variar dependiendo de la forma del filó n. Se construyen con una serie de mantos o antepechos concé ntricos divididos por el acceso a la mina y las vías de acarreo que descienden desde el borde de la mina hasta el fondo en forma de espiral o zigzag.

Independientemente de su tamañ o, el plan de la mina incluye disposiciones sobre el trazado, las infraestructuras (de almacena- miento, oficinas, mantenimiento, etc.), el transporte, los equipos y el ritmo de explotació n que repercuten en el período de vida ú til de la mina, que concluye con el agotamiento del mineral o con el cumplimiento de un límite econó mico.
Las minas a cielo abierto actuales pueden consistir en pequeñ as empresas privadas que procesan unos cientos de tone- ladas de mineral al día hasta grandes complejos industriales estatales o empresas multinacionales que extraen má s de un milló n de toneladas de material diario. Las operaciones de mayor envergadura pueden realizarse en superficies de muchos kiló metros cuadrados.

viernes, 26 de junio de 2015

Precauciones de seguridad (III)

Tambié n está aumentando la velocidad de trabajo de las roza- doras. A finales del decenio de 1990, la velocidad de corte ha llegado a alcanzar los 45 m/minuto. Se duda que los trabaja- dores puedan resistir físicamente un turno entero de trabajo manejando una rozadora que se desplaza constantemente a esa velocidad a lo largo de un frente de 300 m. En consecuencia, este factor será un motivo importante para introducir de forma masiva sistemas de automatizació n de las má quinas en los que los mineros actuarían como simples supervisores y no como operarios directos.
La recogida de los equipos empleados en el frente y su tras- lado a un nuevo lugar de trabajo representa un riesgo especial para los trabajadores. Se han desarrollado mé todos innovadores para asegurar el techo y las paredes del frente de carbó n de forma que se minimice el riesgo de caída de rocas durante las operaciones de traslado. Sin embargo, la maquinaria utilizada es extremadamente pesada (má s de 20 toneladas para un equipo acarreador de frente largo y bastante má s en el caso de una rozadora) y a pesar del uso de herramientas específicas, en estas operaciones de traslado sigue existiendo el riesgo de aplasta- miento de personas o de lesiones por manejo de grandes pesos.

jueves, 25 de junio de 2015

Precauciones de seguridad (II)

Para las dos opciones extremas, funcionamiento prá ctica- mente manual y altamente mecanizado, las tasas y los tipos de accidentes difieren mucho. Los trabajadores empleados en pequeñ as minas de explotació n manual está n má s expuestos a accidentes por caídas de rocas o carbó n del techo o de las paredes. Tambié n está n má s expuestos al polvo y a los gases inflamables si los sistemas de ventilació n no son los adecuados. Tanto el sistema de cá maras y pilares como el trazado de vías para acceder a los paneles de explotació n por tajos largos requieren un soporte del techo y de los muros laterales. El tipo y la distancia entre soportes varía dependiendo, entre otras cosas, del grosor de la veta de carbó n, de la solidez de la roca superior
y de la profundidad de la veta. El lugar má s peligroso de una mina es debajo de un techo sin soportes, y la mayoría de los países imponen serias limitaciones legales a la longitud de vía que puede desarrollarse antes de instalar los soportes adecuados. La recuperació n de pilares en el sistema de cá maras y pilares presenta un riesgo específico por la posibilidad de que el techo
se hunda de forma inesperada, lo que hace necesaria una plani- ficació n cuidadosa para evitar un riesgo mayor para los trabajadores.
El sistema moderno de extracció n de frentes por tajos largos, de alta productividad, requiere un equipo reducido de seis a ocho trabajadores, de forma que el nú mero de personas expuestas a riesgos potenciales es ahora mucho menor. El problema principal es el polvo generado por la rozadora de tajos largos. Para que el flujo de ventilació n arrastre el polvo lejos de los trabajadores de la rozadora, el corte de carbó n a veces se limita a una sola direcció n a lo largo del frente. El calor gene- rado por las má quinas elé ctricas cada vez má s potentes que se emplean en las proximidades del frente tiene asimismo efectos nocivos sobre los trabajadores, especialmente a medida que se va profundizando en la mina.


miércoles, 24 de junio de 2015

Precauciones de seguridad (I)

Las estadísticas de la OIT (1994) indican que existe una gran variació n en la tasa de accidentes mortales en las minas de carbó n de todo el mundo, aunque en estos datos hay que tener en cuenta el nivel de complejidad del trabajo y el nú mero de traba- jadores empleados en cada país. En muchos países industriali- zados las condiciones han mejorado considerablemente.
En la actualidad, son relativamente infrecuentes los accidentes graves en las minas gracias a la mejora de los está ndares de inge- niería y a la incorporació n de la lucha contra incendios a mate- riales como las cintas transportadoras y los fluidos hidrá ulicos utilizados en las minas subterrá neas. Sin embargo, sigue existiendo el riesgo de que se produzcan accidentes con dañ os personales o materiales. Igualmente, se siguen produciendo explosiones de gas metano y de polvo de carbó n, a pesar de la mejora de las prá cticas de ventilació n, y los hundimientos de techos son los causantes de la mayor parte de los accidentes graves en todo el mundo. Los incendios, bien de equipos o como resultado de una combustió n espontá nea, representan un peligro especial.

martes, 23 de junio de 2015

Transformación

La transformació n de las hierbas y especias conllevan la exposi- ció n a mayores riesgos que su cultivo. Por ejemplo, el molido, la trituració n y el mezclado de hojas, semillas y otros materiales de las plantas pueden exponer a los trabajadores a ambientes ruidosos y extremadamente polvorientos. Los riesgos en las operaciones de transformació n son pé rdida auditiva, lesiones traumá ticas por un apantallamiento inadecuado de las partes mó viles de la maquinaria, exposició n a polvo en el aire que se respira y explosiones de polvo. Los sistemas cerrados de transfor- mació n o las salas de má quinas cerradas pueden reducir el ruido. Las tolvas de entrada de las má quinas trituradoras no deben permitir la entrada de manos y dedos.
Los problemas de salud, como las enfermedades dermatoló - gicas, la irritació n de ojos, boca y tracto gastrointestinal, y los trastornos respiratorios e inmunoló gicos se han relacionado con polvo, hongos y otros contaminantes presentes en la atmó sfera. Normalmente, durante las dos primeras semanas de trabajo se realiza una autoselecció n de los trabajadores que trituran estas especias, basada en la capacidad para tolerar sus efectos en la salud. La segregació n del proceso, una ventilació n aspirante local eficaz, una mejor recogida del polvo, la limpieza por aspi- ració n de las zonas de trabajo cada cierto tiempo y el uso de equipos de protecció n personal pueden ayudar a reducir los riesgos de explosiones de polvo y contaminantes en el aire inhalado.

lunes, 22 de junio de 2015

Menta y otras hierbas culinarias y medicinales (III)

Los posibles riesgos asociados al proceso son quemaduras producidas por el vapor y, con menos frecuencia, explosiones de las calderas. Las medidas preventivas consisten en realizar inspecciones perió dicas de las calderas y las tuberías de vapor para garantizar su integridad estructural.
La producció n de hierbas con bajos niveles de mecanizació n puede exigir un contacto prolongado con la superficie de las plantas, los aceites y, con menos frecuencia, los polvos asociados. En la literatura mé dica se han publicado algunos casos de reac- ciones de sensibilizació n, dermatitis profesional, asma profe- sional y otros problemas respiratorios e inmunoló gicos asociados a una serie de hierbas y especias. No obstante, la literatura publicada es escasa y puede reflejar una notificació n insuficiente, má s que una menor probabilidad de problemas de salud.
La dermatitis profesional se ha asociado a hierbas como la menta, laurel, perejil, romero y tomillo, así como a la canela, achicoria, clavo, ajo, nuez moscada y vainilla. El asma profe- sional o los síntomas respiratorios se han asociado al polvo del ginseng brasileñ o y perejil, así como a la pimienta negra, canela, clavo, cilantro, ajo, jengibre, paprika y chile rojo (capsaicina), ademá s de bacterias y endotoxinas presentes en los granos y las hierbas. Sin embargo, la mayoría de los casos se han producido en la industria de transformació n, y só lo en algunos informes se alude a problemas derivados de exposiciones durante el cultivo de hierbas (por ejemplo, dermatitis despué s de la recogida de perejil, asma despué s de tocar las raíces de achicoria, reactividad inmunoló gica despué s del trabajo en invernaderos con plantas de la paprika). En la mayoría de los informes publicados, una parte de los trabajadores desarrollan problemas, mientras que otros se ven menos afectados o son asintomá ticos.


domingo, 21 de junio de 2015

Menta y otras hierbas culinarias y medicinales (II)

Ademá s de la escarda, los mé todos de preparació n del suelo intensivos en mano de obra, la siembra, la construcció n de las estructuras que dan sombra o sirven de apoyo, la recolecció n y otras operaciones pueden imponer tambié n grandes demandas musculosquelé ticas durante períodos prolongados de tiempo. La modificació n de los mé todos de producció n, el uso de té cnicas manuales y herramientas especiales y la mecanizació n son posibles medidas que pueden adoptarse para reducir las demandas musculosquelé ticas y laborales.
El riesgo de quemaduras e intoxicaciones por plaguicidas y otros productos fitosanitarios puede ser un problema en las operaciones intensivas en mano de obra, puesto que la aplica- ció n con fumigadores cargados a la espalda y otros mé todos no siempre previenen las exposiciones nocivas a travé s de la piel, las membranas de las mucosas o el aire que se respira. El trabajo en los invernaderos entrañ a un riesgo especial debido a la atmósfera confinada que se respira. El uso de productos químicos menos tó xicos y estrategias alternativas para el control de las plagas, la mejora de los equipos y prá cticas de aplicació n y el uso de equipos de protecció n personal pueden reducir los riesgos.
La extracció n de aceites volá tiles de los productos cosechados es habitual en el caso de ciertas hierbas (por ejemplo, destilerías de menta). El material cortado y triturado se carga en un vagó n cerrado u otro tipo de estructura. Existen unas calderas que producen vapor vivo, el cual se introduce en la estructura sellada
a travé s de una tubería a baja presió n. El aceite pasa al vapor y se extrae.

sábado, 20 de junio de 2015

Menta y otras hierbas culinarias y medicinales (I)

Existe una diversidad considerable en los mé todos de producció n de las hierbas culinarias y medicinales, su emplazamiento geográfico, los mé todos de trabajo y los riesgos. Estas plantas pueden recogerse en zonas donde crecen espontá neamente o cultivarse. La producció n de plantas cultivadas ofrece como ventajas una mayor eficiencia, una calidad y un suministro má s constantes y la posibilidad de la mecanizació n. Gran parte de la producció n de menta y otras hierbas en Estados Unidos está altamente mecani- zada. La preparació n del suelo, la plantació n, el cultivo, el control de plagas y la recolecció n se realizan desde el asiento de un tractor que remolca la maquinaria necesaria en cada caso.

Los riesgos potenciales son similares a los de la producció n mecanizada de otros cultivos, como las colisiones entre vehículos motorizados, los accidentes relacionados con tractores y maqui- naria y las intoxicaciones y quemaduras producidas por productos fitosanitarios.
Los mé todos de cultivo má s intensivos en mano de obra son típicos de Asia, Africa del Norte, el Mediterrá neo y otras regiones (por ejemplo, la producció n de menta en China, India, Filipinas y Egipto). Las parcelas se aran, normalmente con la ayuda de animales de tiro, y seguidamente los lechos se preparan y fertilizan manualmente. Dependiendo del clima, se excava una red de zanjas de riego. Segú n la especie de que se trate, se plantan semillas, esquejes, plantas de semillero o rizomas. La escarda perió dica es especialmente intensiva en mano de obra y las largas jornadas de un trabajo que exige encorvarse, agacharse y tirar imponen grandes demandas al sistema musculosquelé tico. A pesar del uso intensivo de mano de obra, el control de las malas hierbas es en ocasiones inadecuado. En algunos casos se recurre a la escarda química con herbicidas, seguido de la escarda manual, pero el uso de herbicidas no está generalizado, puesto que las hierbas cultivadas suelen ser tambié n sensibles a los herbicidas. El acolchado puede reducir la necesidad de mano de obra para la escarda, ademá s de contri- buir a proteger el suelo y conservar su humedad. Este acolchado suele contribuir tambié n al crecimiento y la productividad de la planta, puesto que añ ade materia orgá nica al suelo cuando se descompone.

viernes, 19 de junio de 2015

Ginseng (II)

La sombra artificial crea una atmó sfera hú meda especial- mente propensa a la infestació n por hongos y mohos. En Estados Unidos se aplican rutinariamente fungicidas al menos una vez al mes, utilizando para ello una má quina acoplada al tractor o fumigadores de jardín colgados a la espalda. Dependiendo de las necesidades, se aplican tambié n insecticidas y rati- cidas. El uso de productos químicos menos tó xicos, las mejoras en los sistemas de fumigación y los mé todos alternativas de gestió n de plagas son estrategias para reducir las exposiciones repetidas de los trabajadores a pequeñ as dosis de plaguicidas. Cuando las raíces está n ya listas para su recolecció n, las estructuras que dan sombra se desmontan y guardan. Las opera- ciones mecanizadas utilizan cavadoras adaptadas de la industria de la patata que se engancha detrá s de un tractor. Tambié n en este caso unas pantallas protectoras inadecuadas del eje de toma de fuerza del tractor y de las partes mó viles de la maquinaria pueden entrañ ar riesgo de accidente. La recogida, la ú ltima etapa en la recolecció n, tiene que realizarse manualmente y exige a los trabajadores agacharse y encorvarse para recoger las raíces del suelo.
En las pequeñ as propiedades de Estados Unidos, China y la Repú blica de Corea, la mayoría de estas etapas en el proceso de producció n suelen realizarse manualmente.

jueves, 4 de junio de 2015

Exposición a ruidos

Exposición a ruidos superiores a 85 a 90 dBA emitidos por los ventiladores de combustión, tolvas de amasado o mezcladores, procesos de alimentación y equipos transportadores.

miércoles, 3 de junio de 2015

Riesgos de la energía eléctrica.

El contacto directo con la energía eléctrica de alta tensión usada para encender resistencias que complementan la cocción con combustibles presenta el riesgo de electrocución y posibles problemas para la salud por exposi- ción a campos electromagnéticos (EMF). Los campos magné- ticos y eléctricos intensos pueden interferir con marcapasos u otros dispositivos médicos implantados.

martes, 2 de junio de 2015

Exposición a energía radiante y temperaturas muy elevadas

El ambiente de trabajo alrededor de los hornos o estufas es extremada- mente caluroso. Pueden presentarse importantes problemas relacionados con las temperaturas muy elevadas cuando los trabajos de reparaciones de emergencia o de mantenimiento rutinario se realizan sobre los lugares de cocción o de fusión o cerca de ellos. El contacto directo de la piel con superficies calientes o materiales fundidos da lugar a quemaduras graves
(véase la Figura 84.1).

lunes, 1 de junio de 2015

Exposición a radiación infrarroja

Exposición a radiación infrarroja procedente del material fundido, que aumenta el riesgo de cataratas o quemaduras en la piel.