Carga de trabajo. El trabajo forestal manual conlleva por lo común una gran carga de trabajo físico, lo que implica a su vez un alto consumo energético para el trabajador, que depende de la faena y del ritmo al que se realiza. El trabajador forestal necesita ingerir alimentos en mucha mayor cantidad que el trabajador “normal” de oficina para afrontar las exigencias del trabajo.
En la Tabla 68.6 se ofrece una lista de trabajos característicos de la industria forestal, clasificados por categorías de carga de trabajo según el gasto energético requerido. Las cifras sólo son aproximadas, ya que dependen de la masa corporal, del sexo, de la edad, de la forma física y del ritmo de trabajo, así como de las herramientas y técnicas de trabajo. Sin embargo, sí dan idea de que el trabajo en los viveros es generalmente de ligero a mode- rado; el trabajo de plantación y corta con motosierra, de moderado a pesado; y la corta manual, de pesada a muy pesada
(véanse casos prácticos y un comentario detallado del concepto de carga de trabajo aplicado a la industria forestal en Apud y cols. 1989; Apud y Valdés 1995; y FAO 1992.)
Tensión musculosquelética. El apilamiento manual comporta el repetido levantamiento de pesos. Si la técnica de trabajo no es perfecta y el ritmo es demasiado alto, el riesgo de sufrir lesiones musculosqueléticas será muy alto. Transportar cargas pesadas durante largos períodos de tiempo, como en la corta y transporte de madera para pasta o madera para leña, tiene efectos similares.
Un problema concreto es el uso de la máxima fuerza corporal, que puede provocar lesiones musculosqueléticas repen- tinas en ciertas situaciones. Un ejemplo puede ser echar abajo un árbol suspendido muy enredado utilizando una palanca de apeo. Otro ejemplo sería el “salvamento” de un tronco cayéndose de una pila.
El trabajo se realiza utilizando sólo la fuerza muscular y muy a menudo comporta el uso dinámico y no simplemente repetitivo de los mismos grupos musculares. No es estático. El riesgo de sufrir lesiones por esfuerzos repetitivos suele ser pequeño. Sin embargo, trabajar en posiciones corporales difíciles puede crear problemas, como p. ej., molestias lumbares. Un ejemplo sería el uso de un hacha para escandalar árboles tirados en el suelo, lo que supone trabajar encorvado durante largos períodos de tiempo, que se traduce en una gran tensión en la región lumbar y trabajo estático para los músculos de la espalda. El problema se reduce apeando los árboles de manera que queden atravesados sobre un tronco ya tirado en el suelo para que sirva de banco de trabajo natural.
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