La siembra de semillas y la plantación de plántulas implica el uso Se requiere cerca del 8 % del total de personas-hora para esparcir las semillas y descepar y trasplantar las plá ntulas.
• En la siembra a voleo/aplicación de los fertilizantes a mano, las sembradores centrífugas permiten una distribució n uniforme con un esfuerzo mínimo.
• La siembra detrá s de un arado consiste en sembrar la semillas en un surco abierto por un arado de madera.
• En la siembra en líneas , las semillas se colocan en el suelo mediante una sembradora-abonadora. La fuerza de empuje/ tracció n requerida para que el trabajador maneje el apero (unidades manuales o tiradas por animales montadas sobre ruedas) es un aspecto importante a tener en cuenta en el diseñ o.
• En la siembra a golpes se colocan las semillas a mano o con un pequeño apero (una ahoyadora), con un espaciado promedio de 15 15 cm o 25 25 cm. Algunas quejas habituales son la abrasión de los dedos y la incomodidad debido a las posturas inclinadas y en cuclillas.
• En la plantación, las cañas de azúcar se colocan a 30 cm en un surco; los bulbos de patatas de plantan lisos y se practican caballones.
• Aproximadamente 1/3 del arroz de todo el mundo se produce
mediante el sistema de trasplante. Tambié n se utiliza este
mé todo para el tabaco y para algunas hortalizas. Habitualmente las semillas se esparcen a voleo densamente en un campo enfangado. Las plántulas se arrancan y trasplantan luego a un campo enfangado, bien manualmente, bien con trasplantadores manuales o a motor. El operario de un trasplantador accionado manualmente camina detrá s de la unidad para manejar el mecanismo de recogida y trasplante.
Para el trasplante manual, el trabajador debe estar sumergido en barro hasta las rodillas. La postura agachada para plantar en tierra seca, con una o las dos piernas flexionadas por la rodilla, no se puede adoptar en un campo con agua. Se requieren unas 85 personas-hora para trasplantar las plá ntulas de cada hectá rea de tierra. La postura incó moda y la carga está tica afectan al sistema cardiovascular y pueden provocar lumbago (Nag y Dutt 1980). Las sembradoras manuales producen un mayor rendimiento (una sembradora es unas ocho veces má s eficiente que el transplante a mano). No obstante, el mantenimiento del equilibrio de la má quina (vé ase la Figura 64.16) en un campo enfangado requiere unas 2,5 veces má s energía que el trasplante manual.
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